5 de junio 2007 - 00:00

A 6 décadas del ejemplar plan Marshall

Washington -. El plan Marshall, conocido formalmente como Plan de Recuperación Europea y que contribuyó a sacar a Europa de las ruinas tras la Segunda Guerra Mundial, llega a su sesenta aniversario considerado en los Estados Unidos como el modelo de la ayuda para la reconstrucción en el extranjero.

En un discurso en una ceremonia de graduación en la Universidad de Harvard, el 5 de junio de 1947, el entonces secretario de Estado, George Marshall, anunció lo que sería el plan de reconstrucción más importante del siglo XX.

«Nuestra política se dirige no contra ningún país o doctrina, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación, el caos.

Cualquier gobierno que quiera ayudar en la tarea de la recuperación encontrará toda la cooperación, estoy seguro, por parte del gobierno de Estados Unidos», declaró entonces Marshall.

Con estas palabras, el secretario de Estado hacía oficial una política ya ideada por el presidente Harry Truman y anunciaba que la recuperación económica europea iba a ser uno de los grandes objetivos de la política exterior estadounidense en los años siguientes.

Aunque el primer ministro británico Winston Churchill describió el plan como «el acto menos sórdido de la historia», ni a Truman ni a Marshall los movía un especial afán filantrópico.

  • Preocupación

    Siendo ambos políticos avezados, les preocupaba que una Europa destrozada por la guerra, las sequías de los años posteriores y uno de los peores inviernos de los que hay memoria pudiera sumirse en el caos o -¡ni pensarlo!el comunismo.

    El plan requería el consenso de los países interesados, que deberían funcionar como una unidad económica única y cooperar entre sí.

    Pese a las heridas de la guerra, encontró eco de inmediato. Un total de 17 países europeos se reunieron en París el 12 de julio de 1947 para establecer las bases de dónde, cuánto y cómo destinar la ayuda.

    Aunque inicialmente se ofreció a los países de la órbitasoviética, el ministro de
    Exteriores de la URSS, Viacheslav Molotov, la rechazó al describir el plan como imperialismo a través del dólar
    .

    Durante sus cuatro años de duración, hasta 1951, el plan aportó 13.000 millones de dólares en ayuda económica y técnica a los países europeos, que en ese plazo recuperaron y superaron, con la excepción de Alemania, los niveles económicos de que gozaban antes de la guerra. No sólo se benefició Europa. Los Estados Unidos experimentaron una explosión económica gracias a la compra
    de productos suyos al otro lado del Atlántico, fomentada por los dólares que aportaba el plan.

  • Semilla

    Al plan Marshall se le atribuye también el haber sembrado la semilla de la integración europea, al abrir el camino para la cooperación económica entre los Estados que con el tiempo dio lugar a la Comunidad del Carbón y el Acero, y al Mercado Común Europeo.
    Según el Departamento de Estado, «el plan Marshall satisfizoa aquellos que querían que nuestra política exterior fuera generosa e idealista, y a aquellos que querían una política realista; ayudó a alimentar a los hambrientos y a dar techo a quienes de él carecían, al tiempo que detuvo el auge del comunismo y permitió el restablecimiento económico europeo».

    Barry Machado, autor del informe «In Search of a Usable Past: The Marshall Plan and Postwar Reconstruction Today» («En busca de un pasado útil: El Plan Marshall y la reconstrucción de la posguerra hoy»), considera que, entre otros elementos claves, la estrategia funcionó porque contó con el apoyo público y político en los EE.UU.
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