6 de junio 2007 - 00:00

Abre su cumbre el G-8 con fuerte tensión Bush-Putin

El Grupo de los Ocho es el club de los países más poderososdel mundo, ampliado en la cumbre que comienza hoy apotencias emergentes como China, India, Brasil, México ySudáfrica.
El Grupo de los Ocho es el club de los países más poderosos del mundo, ampliado en la cumbre que comienza hoy a potencias emergentes como China, India, Brasil, México y Sudáfrica.
Kuehlungsborn, Alemania (EFE, AFP, Reuters, ANSA) -La cumbre de los ocho países más industrializados (G-8) se inaugurará hoy en Alemania bajo fuerte tensión por la creciente crispación entre Estados Unidos y Rusia. Ayer, el presidente George W. Bush dijo a Moscú que no debe «temer» al escudo antimisiles que su gobierno pretende desplegar en Europa del Este, pero criticó severamente el estado de la democracia bajo el mandato de su homólogo ruso, Vladimir Putin.

«La Guerra Fría terminó, se acabó», y el proyecto militar es «una medida puramente defensiva, que no apunta a Rusia», aseguró durante la mañana en Praga, primera etapa de su gira europea. «Rusia no es nuestro enemigo», insistió.

Poco después, durante una conferencia de prensa que congregó a disidentes y defensores de la democracia, en la que también habló sobre Venezuela (ver página 19), el jefe de Estado norteamericano también tuvo oportunidad de cargar contra el Kremlin. «En Rusia tambalean las reformas que prometían dar el poder al pueblo, con preocupantes consecuencias para la evolución democrática», indicó antes de partir hacia Alemania.

  • Defensa

  • Moscú rebatió estos comentarios, alegando en su defensa que es un país que comparte los «valores europeos y mundiales comunes». «No podemos estar de acuerdo con esas declaraciones», declaró a los periodistas el portavoz Dimitri Peskov, en el centro de prensa del G-8 situado en Kuehlungsborn, junto al balneario de Heiligendamm, donde desde hoy hasta el viernes se reunirán los líderes de los ocho países más industrializados del planeta.

    En cuanto a los planes de escudo antimisiles, el vocero abundó en el discurso de los últimos días. Empezó denunciando el hecho de que se tomen «decisiones unilaterales» y negó que Rusia haya recibido «explicación alguna sobre este escudo o sus blancos». Estas cuestiones «dolorosas» saldrán a relucir durante el G-8, añadió. «Rusia va a hablar abiertamente de estas preocupaciones y espera una explicación» al respecto, dijo.

    El proyecto de Estados Unidos de instalar un radar y misiles interceptores en República Checa y Polonia, que fueron países de la órbita soviética, cuenta con el firme rechazo de Moscú. Se prevé que el mayor choque entre ambos mandatarios se producirá mañana, en la reunión bilateral.

    Bush llegó ayer por la tarde al aeropuerto de Rostock-Laage, desde donde tenía previsto desplazarse en helicóptero a Heiligendamm, un balneario del mar Báltico que se transformó en un campo atrincherado, protegido por una barrera metálica de 12 km y unos 16.000 policías.

  • Reunión a solas

    A primera hora de hoy, Bush hablará a solas con la anfitriona de la cumbre, la canciller alemana, Angela Merkel, quien por la noche agasajará a sus invitados con una cena informal en un castillo situado a unos 15 km de Heiligendamm. Por otro lado, será la última cumbre del primer ministro británico, Tony Blair, y la primera gran cita internacional del nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy.

    La confrontación entre Bush y Putin podría opacar los debates previstos sobre el calentamiento global, que hasta ahora eran prioritarios para Alemania. El mandatario norteamericano busca abrir un nuevo ciclo de negociaciones con las grandes economías mundiales sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero fuera del marco de la ONU.

  • Controversia

    Alemania, molesta ya por la negativa de Washington de fijar objetivos para la reducción de CO2, no opina lo mismo. Todo lo que se haga sobre esta cuestión debe terminar en Naciones Unidas, adelantó ayer una fuente próxima al gobierno. Al país anfitrión no le faltan apoyos: Canadá, respaldado por Japón, recalcó el lunes la necesidad de reducir al menos la mitad de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero antes de 2050. Y Sarkozy llamó a adoptar «objetivos en cifras».

    A Merkel también le gustaría implicar en los esfuerzos climáticos a los países emergentes (China, India, Brasil, México y Sudáfrica, cuyos jefes de Gobierno asistirán al encuentro). Pekín dio un paso el lunes al anunciar su intención de reducir sus emisiones de CO2 en aproximadamente 50 millones de toneladas de aquí a 2010.

    A esta tensión cabe añadir el temor latente de que estallen actos violentos al margen de la cumbre, tras los enfrentamientos del sábado entre grupos extremistas y policías, que se saldaron con mil heridos. Los militantes antiglobalización prevén bloquear hoy las rutas de acceso a Heiligendamm.
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