25 de septiembre 2007 - 00:00

Ahmadinejad defendió el desarrollo nuclear iraní ante la comunidad internacional

Mahmud Ahmadinejad ante la Asamble de la ONU
Mahmud Ahmadinejad ante la Asamble de la ONU
El presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad afirmó este martes ante la Asamblea General de ONU en Nueva York que su país considera "cerrada" la controversia por su programa de enriquecimiento de uranio, que ahora es una cuestión "rutinaria" que debe manejar la AIEA, al tiempo que acusó a Estados Unidos de violar los derechos humanos.

"Oficialmente anuncio que en nuestra opinión, el caso nuclear de Irán está cerrado y se ha transformado en una cuestión rutinaria de la agencia", dijo Ahmadinejad.

Ahmadinejad criticó -sin nombrarlos- a Estados Unidos y sus aliados, acusándolos de querer llevarse por delante a Irán y de presionar a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

"Por suerte, últimamente la AIEA trata de volver a ocupar su papel legal como apoyo de los derechos de sus miembros y supervisor de actividades nucleares", afirmó.

Ahmedinejad también acusó a Estados Unidos de violar los derechos humanos.

"Desafortunadamente los derechos humanos están siendo ampliamente violados por ciertas potencias, especialmente aquellas que fingen ser sus únicos defensores", dijo, sin mencionar a Estados Unidos.

"Instalar prisiones secretas, secuestrar gente, juicios y castigos secretos sin que haya ni miras de debido proceso, grabación de conversaciones telefónicas, intercepción de correo privado... todo eso se ha transformado en algo común", afirmó.

Los asientos de la delegación estadounidense estaban vacíos durante la presentación de Ahmadinejad.

El presidente estadounidense George W. Bush había dedicado buena parte de su discurso de este martes ante la Asamblea a criticar a Irán, al que incluyó en una lista de "regímenes brutales", que también integra Siria, Corea del Norte y Bielorrusia, que "niegan derechos fundamentales" a "sus pueblos".

Simultáneamente, la Cámara de Representantes estadounidense votó este martes una legislación que refuerza las sanciones contra Irán y designa a la Guardia Revolucionaria como organización terrorista. La reglamentación sanciona a empresas extranjeras con subsidiarias estadounidenses que inviertan en Irán.

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy dijo a la Asamblea de ONU que dejar que Irán obtenga un arma nuclear sería "correr un riesgo inaceptable".

"Irán tiene derecho a la energía nuclear", declaró. "Pero dejar que Irán se dote del arma nuclear nos haría correr un riesgo inaceptable para la estabilidad de la región y del mundo", señaló el mandatario francés.

El presidente argentino Néstor Kirchner también habló contra Irán en su discurso, acusándolo de no cooperar en la investigacion de un atentado antijudío perpetrado en la década pasada en Buenos Aires, cuyo saldo fue de 85 muertos.

"Hasta hoy, lamentablemente, la República Islámica de Irán no ha brindado toda la colaboración requerida por la justicia argentina para el esclarecimiento de los hechos", dijo.

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