15 de abril 2004 - 00:00

Aval de Bush para reducir el futuro Estado palestino

Ariel Sharon y George W. Bush, ayer en Washington. La visita del premier israelí fue saludada en su país como un hecho histórico.
Ariel Sharon y George W. Bush, ayer en Washington. La visita del premier israelí fue saludada en su país como un hecho histórico.
Washington y Abu Dis (AFP, Reuters, EFE, ANSA, DPA, ASN) - El presidente estadounidense, George W. Bush, colmó ayer las expectativas del primer ministro israelí Ariel Sharon al legitimar la colonización judía y las apetencias territoriales de Israel en Cisjordania y rechazar el regreso de los refugiados palestinos, provocando frustración y furia en el liderazgo árabe.

En una conferencia de prensa conjunta con Sharon tras una reunión en la Casa Blanca, Bush calificó como una «acción histórica y valiente» la propuesta de Sharon de evacuar Gaza y algunas zonas de Cisjordania.

«Israel dio hoy un paso adelante hacia la paz», dijo Bush, quien, sin embargo, sostuvo que, «a la luz de la nueva realidad en el terreno, incluyendo la existencia de una importante población de centros israelíes (en Cisjordania), es poco realista esperar que el resultado final del estatuto de las negociaciones sea el completo retorno a las líneas del armisticio de 1949».

Las afirmaciones de Bush presumen la renuncia de los refugiados al reclamo de sus tierras en lo que hoy es el Estado de Israel e implícitamente el derecho de este país a mantener bajo su control los seis más grandes asentamientos judíos de Cisjordania, ocupada en 1967.

Un periodista le preguntó concretamente si Estados Unidos reconocía el derecho de Israel a conservar algunos asentamientos en Cisjordania, a lo que Bush respondió, ambiguamente, que Sharon había iniciado el proceso de retirar asentamientos de esa zona. Añadió que las decisiones finales sobre los asentamientos en esa zona deberían esperar hasta las negociaciones definitivas sobre el futuro Estado palestino.

Previo al encuentro Bush-Sharon, el presidente palestino,
Yasser Arafat (a quien Sharon sacó ayer de la lista de posibles «asesinatos selectivos»), advirtió que no habrá paz en Medio Oriente si Estados Unidos apoya que Israel mantenga sus colonias en Cisjordania y deniegue el regreso a los refugiados palestinos.

En un comunicado emitido por Arafat al término de una reunión con su primer ministro,
Ahmed Qureia, el presidente palestino expresó su preocupación por qué tipo de garantías daría Bush al primer ministro israelí.

• Condicionamiento

En la rueda de prensa, Bush dijo que la tarea más difícil para el pueblo palestino sigue siendo nombrar una dirigencia que se haga responsable de la paz y el desarrollo y que combata al terrorismo. El jefe de la Casa Blanca exhortó a los palestinos a demostrar la misma «audacia y valor» que Israel y condicionó la creación de un Estado independiente a un combate efectivo al terrorismo.

También dijo que el muro que erige Israel en Cisjordania debe ser temporario y no permanente, tras lo cual Sharon expresó su intención de avanzar más rápidamente con el proyecto.

Qureia consideró «inaceptables» las declaraciones de Bush, criticando sobre todo que éste haya considerado «irrealista» volver a las fronteras del armisticio de 1949, en el marco de un acuerdo de paz israelo-palestino.

Mientras en Israel se calificaba como « histórico» el resultado de la visita de Sharon, la reacción palestina fue opuesta. «No podemos aceptar eso porque estas cuestiones deben ser decididas durante negociaciones» entre Israel y los palestinos, declaró Qureia, que parecía furioso, en una conferencia de prensa. «No corresponde al presidente de Estados Unidos decidir lo que es realista y lo que no lo es. Lo que no es realista es que Israel ocupe los territorios palestinos, no es realista que los israelíes construyan un muro de separación en territorios palestinos», agregó.

En declaraciones a la televisión por satélite qatarí Al Jazeera, Qureia acusó a Bush de
« parcialidad flagrante» y dijo que es «el primer presidente estadounidense que otorga legitimidad a la colonización en tierra palestina».

En una posición que no será fácilmente aceptada por el mundo árabe, Bush se alineó también con los israelíes en otro tema sensible, al estimar que los refugiados palestinos deberán instalarse en el eventual Estado que surja de las negociaciones de paz, en lugar de retornar a Israel. Además, aceptando una petición israelí, Bush declaró en un comunicado emitido por la Casa Blanca, que luego de retirarse, Israel «mantendrá su derecho» a atacar a militantes palestinos en la Franja de Gaza.

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