Brasil y Turquía reclamaron ante la ONU que tengan en cuenta lo acordado con Irán
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Un día después del acuerdo tripartito en Teherán, el Consejo de Seguridad de la ONU anunció la existencia de un borrador, impulsado por Washington, con nuevas sanciones contra Irán, al que acusan de falta de transparencia sobre su plan nuclear.
Los gobiernos de Turquía y Brasil expresaron "confianza" en en que el Grupo 5+1, los miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña y Francia) más Alemania, considerará el acuerdo con Teherán.
"La declaración conjunta refleja el claro acuerdo de Irán para depositar 1.200 kilogramos de uranio levemente enriquecido en Turquía.
También establece una realista y alcanzable hoja de ruta hacia necesarios acuerdos que deben ser negociadas entre las partes para la provisión de 120 kilogramos de combustible nuclear para el reactor de investigaciones de Teherán a cambio del uranio depositado", dice la nota.
Firmada por los cancilleres de Brasil, Celso Amorim, y de Turquía, Ahmet Davutoglu, la carta es un intento por detener el proyecto de aplicar más sanciones a Irán y defender la actuación diplomática de ambos países, miembros no permanentes del Consejo de Seguridad.
La embajadora brasileña en la ONU, María luiz Ribeiro Viotti, anunció que no participará del debate de esas sanciones, aunque Brasil no especificó si votará en contra o se abstendrá.
Amorim y Davutoglu sostuvieron en la carta al Consejo que el intercambio de combustible "ofrecerá una oportunidad para comenzar un proceso progresivo con el objetivo de crear una atmósfera positiva, constructiva, hacia una fase de interacción y cooperación".
La gestión de Lula y el premier turco, Tayyip Recep Erdogan, con el acuerdo que firmaron con el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, en Teherán, está basado en un acuerdo que había intentado Washington hace seis meses.
"Nadie quería sentarse a negociar. Lo que fue concordado fue que Irán asumirá el compromiso ante la AIEA y debería negociar, tras lo cual depositar el uranio en Turquía", dijo Lula ante empresarios en Madrid.
El presidente reiteró la necesidad de una reforma de la ONU "porque si continúa así, habrá serios problemas.
La ONU representa al mundo de 1945, no el de 2010: hay que tener en cuenta a otros continentes".
Brasil pugna por una reforma en la ONU que lo incluya como miembro permanente del Consejo de Seguridad, con derecho a veto.
El malhumor brasileño quedó reflejado en declaraciones del círculo más íntimo del presidente Lula a los diarios Folha de Sao Paulo y Valor Económico.
Las fuentes gubernamentales sostienen que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ejerció una "presión excepcional" contra la negociación de Brasil.
Según los colaboradores más cercanos de Lula, Obama habló durante una hora y media contra al acuerdo brasileño-turco-iraní con el presidente ruso, Dmitri Medvedev, el mismo día que el presidente de Brasil estaba en Moscú.
Luego Lula viajó hacia Qatar. "Y antes de su llegada a Doha Obama conversó con el primer ministro y canciller qatarí, Sheij Ahmad Bin Jassim Bin Jabir al Thani".
"Obama llamaba por teléfono para frenar los estímulos de una mediación brasileña para evitar las sanciones a Irán", dijeron las fuentes.
El asesor especial de Lula para asuntos externos, Marco Aurelio García, dijo que el acuerdo firmado responde en gran parte a una carta enviada a inicios de mayo a Lula por su colega Obama.
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