23 de agosto 2007 - 00:00

Bush como Kirchner, acosado por protestas

George W. Bush
George W. Bush
La Casa Blanca elaboró un manual destinado a los organizadores de actos a los que está invitado el presidente George W. Bush para anular el impacto negativo de manifestaciones contrarias a las políticas del presidente y acallar sus protestas. Algo que por estos días podría estar pensando el gobierno argentino para neutralizar las manifestaciones en contra que vive el presidente Néstor Kirchner.

El folleto, obtenido por medios norteamericanos, enumera una serie de tácticas para frenar a quienes buscan expresar su disgusto hacia Bush, pero si nada funciona, lo mejor -asegura el escrito- es gritar a coro «Estados Unidos, Estados Unidos».

Todos quienes participan en reuniones con el presidente deben tener una invitación como entrada, proporcionada por los organizadores.

Las personas admitidas en la sección vip o en secciones cercanas al palco «deben tener una actitud de extremo apoyo» al presidente.

Mientras el servicio secreto controla el accesoa los actos desde el punto de vista supuestamente exclusivo de la seguridad, equipos de voluntarios deben ser creados para vigilar a la gente en fila, buscando identificar carteles ocultos o afiches de protesta, informa el manual.

Además, equipos de apoyo, con leyendas favorables al presidente, deben ser colocados entre el público, en áreas bien a la vista, para que sean enfocados por las cámaras.

Otro grupo, siempre equipado con carteles, debe trasladarse al área de la reunión para identificar a eventuales manifestantes.

El objetivo es usar sus propios carteles para tapar los de otros, con críticas, a la vista del presidente y de los medios.

En caso de que los manifestantes comiencen a gritar contra el presidente -subraya el manual-, es importante que el equipo de intervención rápida comience a gritar a su vez su apoyo,con cantos rítmicos «USA, USA, USA» (Estados Unidos) para acallar las voces de los opositores.

Como recurso «extremo», si nada de todo esto funciona, los encargados de seguridad deberán «alejar» a los manifestantes contrarios a Bush de la platea de espectadores.

Sin embargo, antes es importante establecer si la protesta puede ser escuchada por el presidente o los medios. Si la conclusión es que los manifestantes no tienen posibilidad de interferir, lo mejor entonces es no intervenir.

«Recuerden evitar cualquier contacto físico con los manifestantes -advierte el manual de la Casa Blanca-. A menudo es justamente lo que quieren. No hay que caer en su trampa.»

  • Exhortación

    Al mismo tiempo, el texto dice que todo lo dispuesto no significa que la Casa Blanca sea contraria a la expresión democrática de disenso con el presidente.

    El manual exhorta a los organizadores de los actos a «designar un área de protesta», aunque «preferiblemente no visible desde el lugar del evento o desde la caravana de autos presidencial».

    El texto del manual fue obtenido en principio por dos personas que entablaron juicio a las autoridades de Estados Unidos tras haber sido arrestadas en 2004 en un acto en el Congreso de Virginia del Oeste, por protestar: vestían remeras con leyendas contra Bush. Las remeras decían: «Los cambios de régimen comienzan en la propia patria» y «Amo a Estados Unidos, odio a Bush».

    Ambos fueron arrestados, esposados y encarcelados antes de que las autoridades locales archivaran las acusaciones y presentaran excusas.
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