La Casa Blanca comentó hoy que los recursos petroleros iraquíes serán utilizados para financiar la reconstrucción del país, en un período post Saddam Hussein.
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El vocero de la Casa Blanca Ari Fleischer intentó defender una guerra contra Irak sin revelar los planes estadounidenses de reconstrucción del país.
"Cuando los aliados desembarcaron en Francia en junio de 1944, no sabíamos cuál sería el futuro gobierno de la Alemania Nazi, pero sabíamos que el mundo sería un mejor lugar y un lugar más seguro si derrotábamos a los nazis", explicó Fleischer.
"Es imposible decir con precisión ahora qué nos deparará el futuro, como era imposible decirlo el 6 de junio de 1944", agregó el vocero en medio de críticas hechas a Washington por no cumplir sus promesas de ayudar a Afganistán tras el derrocamiento del régimen del Talibán.
La diferencia entre Afganistán e Irak, también fue precisada por el portavoz, quien indicó que "Irak, a diferencia de Afganistán, es un país relativamente rico. Irak tiene tremendos recursos que pertenecen al pueblo iraquí".
No obstante, Fleischer sostuvo que esos recursos pueden llevar "la carga de su propia reconstrucción". Agregó que el derrocamiento de Hussein provocaría un levantamiento de las sanciones internacionales contra Irak, que podría entonces participar libremente en el intercambio comercial internacional.
El presupuesto recomendado por el presidente estadounidense George W. Bush para 2003 no incluye dinero para la reconstrucción de Afganistán, lo que forzó a los legisladores norteamericanos a asignar 295 millones de dólares en ayuda humanitaria y fondos de reconstrucción para el país asiático.
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