16 de abril 2021 - 00:00

Chile avanza, pero la ola no le da tregua

Santiago - El Gobierno de Chile anunció ayer que alcanzó a vacunar con al menos una dosis al 50% de la población objetivo (80%, a su vez, del total nacional), pero, paradójicamente, alcanzó la segunda cifra más alta de muertes diarias por covid-19, con 218 fallecidos. Según expertos, la paradoja se explica por la diseminación de la agresiva cepa brasileña o de Manaos, llamada P1, de gran capacidad de contagio.

Ayer se completó la cifra 7,6 millones personas que recibieron al menos la primera dosis de las vacunas del laboratorio chino Sinovac –de eficacia cuestionada– o Pfizer/BioNTech, las únicas que se administran en el país.

Los mencionados 218 fallecidos se suman a los 7.357 contagios de las 24 horas previas al día de ayer, lo que elevó el total a 24.776 y 1.101.698, respectivamente.

El biólogo computacional Tomás Pérez-Acle se refirió a esa paradoja, que genera una ocupación del 97% de las camas de terapia intensiva y un colapso del sistema de salud. Según el especialista, “pese a la “campaña exitosísima de vacunación, muy rápida y muy buena”, al “30 de abril se nos acaban las camas críticas”.

“La única forma de explicar el cuadro actual de Chile es un 20% atribuible al exceso de movilidad, pero el 80% es por la dispersión de la variante P1 de Brasil”, subrayó.

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