13 de enero 2005 - 00:00

Cuba: más represión en juicio a 23 disidentes

Fidel Castro
Fidel Castro
La Habana (EFE, AFP, Reuters) - Los 23 cubanos acusados de penetrar ilegalmente en la Embajada de México en La Habana en 2002 se enfrentan a penas de entre 5 y 12 años de cárcel en el juicio que comenzó ayer en la capital cubana y que podría provocar una nueva ola de condenas internacionales contra el régimen comunista.

De los 23 encausados en el juicio que comenzó ayer en la capital cubana, 16 llevan cerca de tres años en la cárcel en espera del proceso y 7 se encontraban en libertad por ser menores de edad en el momento del incidente con la embajada mexicana.

La fiscal del caso, Edelmira Pedris, quien según la Comisión Cubana de Derechos Humanos «ha actuado en numerosos procesos de carácter político», pide penas de 12 años de cárcel para una docena de acusados, 10 años para otros seis y 5 para los restantes.

Un grupo de 18 jóvenes secuestró un ómnibus local y lo proyectó contra la verja de hierro de la embajada la noche del 27 de febrero de 2002, irrumpiendo en el inmueble para solicitar refugio. Otros 3 saltaron el muro que separa la Embajada de la Nunciatura Apostólica y 2 entraron desde la calle, aprovechando la confusión.

La noticia se propagó rápidamente de forma verbal y cientos de personas acudieron al lugar con la intención de ingresar en la embajada para emigrar. Según fuentes disidentes, entre 500 y 800 fueron detenidas por breve tiempo.

• Desalojo

Hasta el dictador Fidel Castro se presentó en las afueras de la embajada acordonada por la policía, mientras su gobierno negociaba con el de México el desalojo, lo que se realizó en un rápido operativo de seis minutos, el 1 de marzo, en el cual fueron detenidos los ocupantes.

Desde 1980, cuando un suceso semejante ocurrió en la Embajada de Perú,
la irrupción de cubanos en sedes diplomáticas se ha repetido infructuosamente, pues las autoridades de la isla se han negado a permitir la emigración a partir de esa práctica.

En el caso de la Embajada de Perú, Cuba permitió después salir del país a unas 10.000 personas que habían ingresado a la sede diplomática con la tolerancia del gobierno, pero no autorizó a los asaltantes, que también habían utilizado un ómnibus.

La única excepción se registró en setiembre de 1993, cuando once personas (cuatro
mujeres, seis hombres y un niño) entraron en la Embajada de México en La Habana con el pretexto de realizar trámites migratorios, negándose a salir después.

Los sucesos de la Embajada de México, pese a la anuencia de las autoridades de ese país para el desalojo, marcaron el inicio de un rápido deterioro de las relaciones entre los gobiernos de Castro y
Vicente Fox, que duró un año y medio.

Observadores en La Habana opinan que la dilación del juicio está relacionada con esas circunstancias políticas, pues desde julio de 2003, con el retorno de los embajadores a sus respectivas plazas, comenzó un proceso de normalización de relaciones.

Familiares de los acusados que acudieron ayer al juicio explicaron que el proceso --extremadamente veloz-se prolongará durante tres días y confiaron en que el tribunal rebaje las peticiones de condena de la fiscal.

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