El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder de la iglesia anglicana, presentó su renuncia luego de que la semana pasada estallara un escándalo por casos de abusos sexuales cometidos por un voluntario durante campamentos religiosos hace décadas.
Escándalo por denuncias de abuso sexual: renunció el líder espiritual de la Iglesia anglicana
El arzobispo Justin Welby aseguró que está "apenado" por no haber garantizado la investigación contra John Smyth, acusado de haber abusado sexualmente a más de 100 niños y adolescentes.
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A través de un comunicado, aseguró que está "apenado" por haber garantizado la investigación adecuada del caso. El reporte que salió a la luz la semana pasada concluyó que Welby no había tomado medidas suficientes para detener al hombre señalado como el abusador en serie más prolífico de la Iglesia de Inglaterra, acusado de haber agredido física y sexualmente a 100 niños y jóvenes.
“Habiendo solicitado el amable permiso de Su Majestad el Rey, he decidido dimitir como arzobispo de Canterbury”, dijo a través de un comunicado. “Espero que esta decisión deje clara la seriedad con la que la Iglesia de Inglaterra entiende la necesidad de cambio y nuestro profundo compromiso con la creación de una Iglesia más segura. Al dimitir, lo hago con el dolor de todas las víctimas y supervivientes de abusos”, sostuvo.
En cuanto las denuncias de abuso contra John Smyth, aseguró que al conocer el informe tuvo un “profundo sentimiento de vergüenza por los fallos históricos de salvaguarda de la Iglesia de Inglaterra”.
El lunes pasado, Helen-Ann Hartley, obispo de Newcastle y el miembro de más alto rango de la Iglesia, le había pedido a Welby que dimita, tras el “horrible, espantoso e impactante” informe.
Nuevo escándalo por abusos sexuales dentro de la Iglesia
El caso que continúa generando un enorme revuelo dentro de la Iglesia anglicana tiene como protagonista a John Smyth, un abogado que presidía una organización benéfica vinculada a la Iglesia y que organizaba campamentos de verano. Entre 1970 y mediados de la de 2010 abusó sexualmente de 130 niños y jóvenes en Gran Bretaña y luego en África, en particular en Zimbabue y Sudáfrica.
En 2013 la Iglesia ya había sido informada de estos casos pero mantuvieron el silencio y llevaron adelante una “campaña de encubrimiento”, concluyó una investigación encargada por la propia Iglesia, en un informe publicado el jueves pasado.
Smyth “es posiblemente el abusador en serie más prolífico asociado con la Iglesia de Inglaterra”, asegura el reporte, que detalla el sufrimiento físico, sexual y psicológico “brutal y horrible” de sus víctimas.
Entre otras cosas se llevó a niños pequeños a su casa en el sur de Inglaterra, donde los golpeaba con un bastón, a veces hasta sangrar, citando justificaciones teológicas.
En cuanto al arzobispo de Canterbury, el informe señaló que “podría y debería haber denunciado” a la policía la violencia cometida por el abogado a partir de 2013, cuando se convirtió en primado de la Iglesia de Inglaterra. Welby dijo que no tenía “ni idea ni sospecha” antes de 2013 pero que reconoció haber “fracasado personalmente” porque no logró que después de esa fecha se investigara “esta horrible tragedia”.
Smyth murió en 2018 en Sudáfrica a los 75 años sin haber sido juzgado.
Según otro informe publicado hace cuatro años, 390 personas vinculadas a la Iglesia de Inglaterra fueron condenadas por delitos sexuales desde la década de 1940 hasta 2018.
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