El Congreso de Estados Unidos no logra llegar a un acuerdo para lanzar una ley de financiación de Gobierno y podría tener una parálisis presupuestaria si no resuelve este conflicto antes de las 23:59 del sábado.
Estados Unidos busca evitar una parálisis presupuestaria pero no logra acuerdos en el Congreso
A casi 24 horas de la expiración del presupuesto de Gobierno, los legisladores todavía no acordaron una nueva ley y podría generar una parálisis o "shutdown".
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Este viernes, un grupo de 21 legisladores conservadores republicanos bloqueó el proyecto de corto plazo presentado por el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, de su mismo partido, que preveía recortes de casi el 30%, porque lo consideraron insuficiente.
A pesar del rechazo del grupo alineado con el expresidente Donald Trump, McCarthy aseguró: "Aún no es el fin, tengo otras ideas". Su iniciativa, que preveía una solución a corto plazo hasta que llegaran a un nuevo acuerdo definitivo, también fue rechazada por los legisladores demócratas.
Por su parte, el Senado, de mayoría demócrata, está trabajando en un proyecto de ley bipartidista que financiaría al Gobierno en los niveles actuales hasta el 17 de noviembre y proporcionaría aproximadamente 6.000 millones de dólares en ayuda para Ucrania y otros 6.000 millones de dólares para ayuda en caso de desastre.
Sin embargo, esta propuesta no cuenta en principio con el visto bueno de los republicanos de la cámara baja, donde tienen mayoría, que deben aprobarla para que se convierta en ley.
Estados Unidos: la Casa Blanca se pronunció sobre la posible parálisis presupuestaria
La directora de la Oficina de Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca, Shalanda Young, habló en conferencia de prensa y se refirió a la posibilidad de llegar a un acuerdo entre demócratas y republicanos para promulgar la ley de presupuesto: "Todavía hay chance", consideró y agregó: "Soy optimista. Todavía tenemos un día y medio para encontrar lo que se necesita para aprobar el acuerdo".
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, advirtió que las consecuencias de un cierre serían "realmente duras". "Lo que están haciendo es increíblemente irresponsable e imprudente", señaló sobre los republicanos de la cámara baja. Dijo que estaban poniendo la economía y la seguridad nacional en riesgo.
Por su parte, el presidente Joe Biden enfatizó que la suspensión de actividades del Gobierno a medianoche del sábado supone un peligro para el desempeño de los militares estadounidenses.
Si la Cámara de Representantes "no cumple su función más básica y no financia el Gobierno para mañana, habremos fallado a todas nuestras tropas", dijo el presidente, informó la cadena de noticias CNN.
El jefe de Gabinete de Biden, Jeff Zients, dijo a la cadena NPR que la Casa Blanca se estaba preparando para un acuerdo de último minuto el sábado, y aseguró que el mandatario no tenía previsto reunirse personalmente con McCarthy.
"No hay necesidad de una reunión ahora mismo. La reunión que tiene que tener lugar es en la Cámara de Representantes, donde los republicanos de la Cámara se reúnen y financian el gobierno", aseguró.
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Cada año, el Congreso de Estados Unidos promulga una ley de presupuesto anual que permite la financiación del Gobierno. Sin embargo, los legisladores todavía no logran llegar a un acuerdo y el presupuesto que rige actualmente expira el domingo 1 de octubre, por ende, si no lanzan una nueva ley antes de ese momento, el Gobierno tendrá que enfrentar un cierre, o "shutdown", que implica que dejan de funcionar sectores de la administración por falta de fondos.
No está previsto el tiempo que puede durar una interrupción de este tipo, que podría repercutir negativamente en la economía estadounidense, según advirtieron economistas.
Salvo acuerdo de último minuto, un escenario que por ahora parece imposible, la mayor economía del mundo funcionará a medias desde el lunes: 1,5 millones de funcionarios estarán en desempleo técnico, el tráfico aéreo estará afectado y los parques nacionales cerrarán.
La parálisis presupuestaria no sólo será un problema para Estados Unidos, también es una amenaza directa para Ucrania. La Casa Blanca quiere que la ley de presupuesto incluya 24.000 millones de dólares de ayuda militar y humanitaria para Kiev.
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