La crisis estalla ahora en el gabinete israelí
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Si Olmert dimite y con él su gabinete, la titular del Parlamento (Kneset), Dalia Itzik (a cargo temporalmente de la Presidencia), puede pedir a otro dirigente del partido Kadima, que podría ser Livni, que forme gobierno; en cambio, si el primer ministro pierde la confianza del Parlamento, el proceso podría desembocar en unas elecciones, que según los sondeos, ganaría el líder del partido de derecha Likud, Benjamin Netanyahu.
Por el momento, Livni aspira a desbancar a Olmert a la cabeza de Kadima («Adelante»), la formación de centro emanada del Likud que fundó Sharon hace apenas un año y medio.
«Creo en Kadima, creo que Kadima debe gobernar el país y que para ello debe elegir a su candidato a primer ministro en elecciones internas democráticas», afirmó Livni, uno de los miembros más populares del debilitado gobierno israelí. «Cuando llegue ese momento -subrayó-, presentaré mi candidatura como espero que también lo hagan otros». Mientras tanto, dijo, «pienso quedarme en el gobierno para verificar que los cambios que son necesarios se efectúan correctamente».
La ministra ratificó que apoyó, en su momento, la decisión de iniciar la operación en el Líbano contra la milicia chiita proiraní Hizbollah porque creía entonces, como cree ahora también, «que Israel debía enviar un mensaje y aclarar por la vía militar que no piensa tolerar más secuestros en la frontera». Sin embargo, se quejó abiertamente de que después de esa decisión, el primer ministro actuó prácticamente solo y sin asesorarse con el Ministerio de Relaciones Exteriores ni hacer a éste partícipe en sus decisiones.
La Oficina del Primer Ministro no ha confirmado ni desmentido hasta ahora si Olmert piensa destituir a Livni, como aventuraron observadores.
Olmert se reunió ayer a la tarde con el grupo parlamentario de su partido y el jefe del bloque que respalda la coalición de gobierno, Avigdor Itzhaki, le presentó su dimisión, como había anunciado que haría si el primer ministro permanecía en el cargo. Pese al gesto, la reunión que mantuvo ayer el bloque parlamentario de Kadima culminó con un apoyo casi unánime al premier.
Mientras tanto, se está a la espera de la decisión que tome el ministro de Defensa, el laborista Amir Peretz, que es, junto con Olmert y el ex jefe del estado mayor, general Dan Halutz, el principal responsable de los errores cometidos en la guerra para la Comisión Winograd. Según medios israelíes, Peretz ha sido alentado por algunos miembros de su partido a dimitir, lo que podría ocurrir en las próximas horas, para que así la presión se centre en Olmert.
Un sondeo difundido ayer apunta que 68% de los israelíes quiere que Olmert dimita y 40% prefiere un adelanto de las elecciones. Para hoy se espera una multitudinaria manifestación en Tel Aviv para pedir la renuncia de Olmert y Peretz.
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