19 de mayo 2014 - 21:48

Libia se sumió en una nueva crisis política tras alzamiento militar

Un vehículo militar
Un vehículo militar
Mientras gana influencia un alzamiento militar iniciado la semana pasada, el gobierno libio propuso, después de que un grupo de milicianos asaltara el Parlamento, negociar una salida consensuada a la crisis política que causó 70 muertos y 141 heridos en Bengazi.

El enfrentamiento en Bengazi entre milicias y militares al mando del general retirado Halifa Hafter -acusado con anterioridad de liderar un intento de golpe de Estado- es el punto culminante, hasta ahora, de un disenso con los islamistas que tiene en vilo al país desde el 4 de mayo pasado.

Mediante una "iniciativa nacional", el Ejecutivo planteó ahora al parlamento la repetición de la polémica votación parlamentaria que tuvo lugar en esa fecha y crear una "comisión ministerial" que obtenga de "todas las formaciones armadas" el compromiso de no atacar libios, como parte de un consenso nacional.

La OTAN y la Unión Europea expresaron preocupación por los acontecimientos que tienen lugar en el país africano, donde grupos de irregulares y restos del viejo ejército se disputan una situación caótica y feudalizada desde la caída de Muammar Kaddafi en 2011, que contó con activo apoyo de la OTAN.

En tanto, en Trípoli, las milicias armadas de Al Qaqaa y Al Sawaeq, de la ciudad de Zintán, irrumpieron en la Asamblea Legislativa, cuando estaba previsto que los diputados dieran su voto de confianza al equipo de gobierno presentado por Maitiq, informó la agencia EFE.

Si bien la crisis se agudizó profundamente en los últimos días, se inició cuando, en una polémica elección, que ya había provocado un primer ataque de las milicias de Zaitán al parlamento el 29 de abril, la asamblea legislativa impuso al islamista Ahmad Maitiq como primer ministro el 4 de mayo.

Dicha votación fue cancelada por el vicepresidente del Parlamento, Azeldín al Awani, y posteriormente confirmada por el presidente de la Asamblea Legislativa, Nuri abu Sahmin, que desdijo a Al Awani.

Maitiq cuenta con el respaldo de la corriente islamista del parlamento, pero el descontento con el accionar de las milicias de ese signo estalló este viernes con el ataque de fuerzas del ejército regular que, sin órdenes para ello, intentaron desalojarlas de cuarteles en Bengazi.

Las milicias atacadas por Hafter en Bengazi incluyen al grupo Ansar el Sharia, que el 11 de septiembre de 2012 asesinó al embajador de Estados Unidos en un ataque contra el consulado de ese país en Bengazi.

Asimismo, se sumaron a Hafter unidades de las Fuerzas Especiales libias y desde el viernes se informaba de que goza de simpatía entre efectivos de las bases de la Fuerza Aérea que se extienden desde Bengazi hasta la frontera con Egipto.

El portavoz de Hafter había afirmado que al menos la base de Tobruk se había sumado a los rebeldes, pero el gobierno lo desmintió.

En cuanto al ataque al parlamento, tras ser advertidos sobre la inminente llegada de las milicias, contrarias a la corriente islamista parlamentaria, los diputados decidieron levantar la sesión y abandonar el lugar.

Tras duros enfrentamientos en los que se emplearon armas ligeras, medias y pesadas, ambas milicias tomaron el edificio y prendieron fuego a varios vehículos antes de retirarse en dirección al aeropuerto internacional.

La propuesta gubernamental incluye además un punto según el cual, si Maitiq no consiguiera suficiente apoyo en la nueva elección interna, se siga haciendo cargo de la marcha diaria del país, dado que el actual jefe del Ejecutivo, Abdala al Zani, presentó su dimisión el pasado 13 de abril.

La oposición a los islamistas y la Hermandad Musulmana se convirtió en un punto crucial de contacto del alzamiento militar, liderado por Hefter, y las milicias de Zintán que tomaron el parlamento. Ambos expresaron su rechazo a la corriente parlamentaria islamista, representada por el bloque Wafa y por el partido Justicia y Construcción, próximo a los Hermanos Musulmanes.

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