22 de enero 2020 - 00:01

Los republicanos imponen un impeachment breve a Trump y provocan la furia demócrata

Las jornadas serán extensas y, para apurar el paso, culminarán a la madrugada. Se pelea además por la posibilidad de citar testigos que involucren al Presidente en la trama para manipular las elecciones.

Polémica. Adam Schiff, el legislador demócrata encargado de llevar adelante la acusación contra Donald Trump, cargó duramente contra las reglas del juicio político que estableció la mayoría republicana del Senado.

Polémica. Adam Schiff, el legislador demócrata encargado de llevar adelante la acusación contra Donald Trump, cargó duramente contra las reglas del juicio político que estableció la mayoría republicana del Senado.

Washington - El histórico juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó ayer en el Senado con un debate sobre las reglas del proceso que encontró a la mayoría republicana y a la oposición demócrata en una enconada pugna. En ese contexto, Adam Schiff, el congresista opositor a cargo de la acusación, denunció que los oficialistas buscan celebrar un proceso “amañado” al reducir su duración a expensas de extender las audiencias hasta muy tarde en la noche.

“Este no es el proceso para que haya un juicio justo. Este es el proceso para un juicio amañado si no quiere que el pueblo estadounidense vea las pruebas”, dijo Schiff, quien lideró la investigación contra Trump en la Cámara de Representantes.

La Casa Blanca espera que el juicio finalice en dos semanas.

Cuatro meses después de que explotara el escándalo ucraniano que lastra al Gobierno de Trump antes de las elecciones presidenciales de noviembre próximo, los 100 senadores se reunieron para dar comienzo a un juicio que probablemente concluirá con la absolución del mandatario. Sin embargo, los analistas prestan atención al impacto político de las deliberaciones y de la presentación de pruebas.

Los senadores deben decidir en un tribunal presidido por el jefe de la Corte Suprema, John Roberts, sobre los cargos que la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, le imputó a Trump el mes pasado: abuso de poder y obstrucción al Congreso.

Trump se convirtió así en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser sometido a juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1999.

El jefe de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, introdujo un proyecto de resolución sobre el procedimiento con el que busca poner restricciones a la evidencia de la investigación y a la presentación de testigos, así como acelerar el proceso.

“La estructura básica que estamos proponiendo es justa y equilibrada”, dijo McConnell. “No hay ningún motivo por el cual el voto sobre esta resolución pueda ser algo remotamente partidista”, agregó.

La hoja de ruta sugiere que los argumentos se presentarán en sesiones de 12 horas que comenzarán a las 13 hora local (15 de la Argentina) y que se extenderán hasta la madrugada.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, acusó a McConnell querer “esconder la verdad al Senado y al pueblo estadounidense”.

Antes del inicio del debate, McConnell, defendió que el proceso sea breve y alegó que la petición demócrata de incluir testimonios de altos funcionarios de la Casa Blanca es un privilegio constitucional que ostenta la presidencia.

“Buscan a esos testigos podría retrasar el juicio y arrastrarnos en una compleja batalla legal sobre el privilegio presidencial”, defendió McConnell, para quien esto podría tener repercusiones permanentes sobre la esencia de los poderes del Estado y la “institución presidencial”.

Los demócratas quieren el testimonio de altos funcionarios, como el jefe de Gabinete de Trump, Mick Mulvaney, y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, con la expectativa de que aporten detalles de los intercambios del mandatario con Ucrania. Bolton, quien está enfrentado con Trump, dijo que estaba dispuesto a declarar.

Para el jefe de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, el proceso parece “diseñado por y para Trump” y el cronograma de McConnell es una “vergüenza nacional”.

Asimismo lamentó la estructura del calendario y dijo que “este será un juicio apresurado, con poca evidencia, en medio de la noche, literalmente”.

Según la acusación, Trump intentó presionar a Ucrania para que interfiriera en las elecciones de 2020 en su favor, sugiriendo a su homólogo Volodímir Zelenski que investigara los negocios del hijo de Joe Biden, quien podría ser su rival demócrata en noviembre.

Después, según los opositores, obstruyó el trabajó de la investigación del Congreso al negarse a que sus principales asesores declararan.

Trump y Zelenski hablaron por teléfono el 25 de julio, conversación durante la cual el mandatario estadounidense lo habría presionado para que lanzara una investigación sobre Biden.

Según los demócratas que lideraron la investigación, Trump manipuló a Ucrania al retener cerca de 400 millones de dólares en ayuda militar para un país que tiene un conflicto con rebeldes prorrusos en el este de su territorio.

Se espera que los senadores voten de acuerdo a los lineamientos de su partido: Trump cuenta a priori con el apoyo de la mayoría de 53 legisladores, por lo que el juicio político no tiene visos de prosperar.

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