28 de agosto 2006 - 00:00

Oficial: Irán no cesa su plan nuclear y arriesga sanciones

La planta de agua pesada inaugurada por Irán el sábado en Arak es un nuevo desafío a la comunidad internacional.
La planta de agua pesada inaugurada por Irán el sábado en Arak es un nuevo desafío a la comunidad internacional.
Teherán (AFP, EFE, Reuters, ANSA) - Irán rechazó ayer oficialmente suspender el enriquecimiento de uranio, como le exige el Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo ultimátum expira el jueves, decisión que abre de lleno la posibilidad de que se le impongan sanciones.

La semana pasada, Teherán había respondido con una nueva oferta de «negociaciones serias» a un plan internacional de incentivos, pero sin aclarar que mantendría sus actividades nucleares más sensibles y controvertidas, lo que finalmente hizo ayer de modo oficial.

Para compensar su negativa y tratar de evitar el escenario más negativo, Irán propuso también entablar negociaciones sobre el conflicto nuclear a «nivel ministerial» con el grupo 5+1.

«Irán está dispuesto a entablar discusiones con los ministros de Relaciones Exteriores de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, China) y Alemania, donde sea y cuando sea», declaró ayer Ali Larijani, negociador jefe del caso nuclear iraní, citado por la agencia oficial «IRNA».

  • Firmeza

    «Estas negociaciones pueden tratar todos los temas, en especial, el nuclear», agregó. Esto significa que Estados Unidos podría participar directamente en estas discusiones, resaltaron analistas.

    El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, declaró un poco más tarde, durante una ceremonia de entrega de medallas a científicos nucleares, que «el pueblo iraní continuará su camino y no renunciará ante la amenaza y la fuerza».

    «El pueblo iraní no aceptará jamás la injusticia, y como representante de este pueblo, no tengo derecho a ceder un solo centímetro», dijo el dirigente ultraislamista en una declaración retransmitida por la televisión.

    Larijani había afirmado previamente que «la producción de combustible nuclear es el objetivo estratégico de Irán. Ninguna acción para limitar o privar a Irán de este objetivo podrá forzarlo a renunciar a ello», dijo.

    El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigió a la República Islámica la suspensión de su programa de enriquecimiento de uranio antes del 31 de agosto.

  • Utilidad

    El enriquecimiento de uranio sirve para producir combustible nuclear para las centrales nucleares civiles, pero también puede ser utilizado para la fabricación de bombas atómicas.

    Irán reanudó su proceso de enriquecimiento de uranio en enero último y logró enriquecer uranio en 4,8%, un porcentaje con el que ya se puede producir combustible nuclear, lo que suscita recelo en la comunidad internacional, temerosa de que esta tecnología se use para la construcción de armas nucleares.

    Pero Teherán considera «que la suspensión del enriquecimiento (de uranio) es una línea roja» que no se debe traspasar, afirmó ayer el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammed Reza Bagheri.

    «En el marco de las reglas internacionales, estamos dispuestos a cooperar e incluso a aplicar el protocolo adicional» al Tratado de No Proliferación (TNP), que permite un control exhaustivo del programa nuclear iraní, explicó.

    Irán firmó el protocolo adicional y lo puso en marcha de forma voluntaria antes de que lo ratificase el Parlamento, pero a principios de 2006 decidió suspender su aplicación.

    Pese a esas declaraciones desafiantes, Irán llamó de nuevo a las superpotencias a negociar en busca de una salida a la crisis.

    «La otra parte debe volver a la mesa de negociaciones sin prejuicios y sin mal carácter para seguir debatiendo con el fin de llegar a una solución», declaró el portavoz iraní de Relaciones Exteriores, Hamid Reza Asefi.

  • Ambigüedad

    «Dimos nuestra respuesta a la oferta de los europeos y demostramos que somos partidarios de negociaciones», añadió, aunque sin convencer a Occidente.

    Analistas explican que con esta postura ambigua, que mezcla permanentes desafíos y declaraciones conciliatorias y llamados a negociar, la República Islámica pretende explotar la habitual brecha dentro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad,donde EE.UU., Gran Bretaña y Francia favorecen las sanciones, contra la mayor tibieza de Rusia y de China, que tienen con Teherán mayores lazos comerciales.

    En el último tiempo, Irán ha amenazado con retirarse del TNP y, con esto, rechazar los controles internacionales, en caso de recibir sanciones.

    El grupo 5+1 ofreció a Irán una serie de incentivos (ayuda en la construcción de plantas de agua liviana y para su ingreso a la Organización Mundial de Comercio), a cambio de la suspensión del enriquecimiento de uranio.

    En lo que se considera un nuevo desafío, Ahmadinejad inauguró el sábado una planta para la producción de agua pesada, que permite producir plutonio, producto utilizable también para construir armas nucleares.
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