13 de octubre 2006 - 00:00

Polémica por normas aéreas en Nueva York

Investigadores policiales neoyorquinos siguieron ayer averiguando las causas del choque deuna avioneta contra un edificio en Manhattan. El miércoles, la ciudad creyó por unas horas servíctima de un nuevo ataque terrorista.
Investigadores policiales neoyorquinos siguieron ayer averiguando las causas del choque de una avioneta contra un edificio en Manhattan. El miércoles, la ciudad creyó por unas horas ser víctima de un nuevo ataque terrorista.
Nueva York (EFE, AFP, ANSA) - La avioneta que se estrelló el miércoles contra un edificio en pleno centro de Nueva York reavivó la polémica sobre la eficacia de las medidas de seguridad adoptadas desde los atentados del 11 de setiembre de 2001. Las autoridades, en tanto, investigaban las causas del accidente.

Desde los ataques, hay restricciones a los vuelos sobre Manhattan, unidades de la Guardia Nacional patrullan las estaciones de la ciudad, y los pasajeros del tren subterráneo son sujetos a revisiones aleatorias de sus bolsas.

Otras medidas que tomaron las autoridades fueron mayor vigilancia sobre los vehículos que circulan por túneles y puentes de acceso a la ciudad, mientras se reforzó la seguridad en las zonas aledañasa los monumentos famosos, sobre todo cuando hay concentraciones públicas.

Pero el hecho de que un pequeño avión haya penetrado ese escudo y se estrellara contra un edificio levantó suspicacias sobre la vulnerabilidad de la ciudad. La avioneta, en la que iban el pitcher de los Yankees de Nueva York, Cory Lidle, y su instructor de vuelo, despegó de un aeropuerto en Nueva Jersey, voló alrededor de la Estatua de la Libertad y se dirigió hacia el río Este, antes de desaparecer de las pantallas de los radares. Colisionó contra un edificio residencial durante la tarde, mató a sus dos tripulantes y ocasionó un gran agujero en la estructura.

En respuesta al accidente, el gobernador de Nueva York, George Pataki, instó a las autoridades federales a revisar las restricciones de vuelo sobre Manhattan e implementar una zona sobre la cual no se permitan aeronaves, como la que se aplicó en Washington.

«El espacio aéreo de Nueva York debe disfrutar de las mismas protecciones que la capital», que posee desde el 11 de setiembre de 2001 una zona de exclusión del tráfico aéreo, insistió el gobernador Pataki. «Luego de 5 años de los sucesos del 11 de setiembre, este trágico accidente coloca sobre el tapete la necesidad de obtener mayor control del espacio aéreo de Nueva York», apuntó.

Según la legislación actual, los aviones de pequeño tamaño pueden usar un corredor aéreo en la parte nordeste de Manhattan con ciertos límites de altitud, pero el gobernador desea que todas las aeronaves que vuelen en el perímetro de Nueva York por debajo de 455 metros estén bajo control del tráfico aéreo.

  • Alarma

    El alcalde Michael Bloomberg, por su parte, minimizó el peligro que planteó el avión, aunque aviones caza sobrevuelan la ciudad estadounidense como precaución. «Tristemente, un accidente como éste les costó la vida a dos personas, pero no sé si hay algún significado mayor», dijo el miércoles a periodistas.

    El suceso desató la alarma entre los habitantes de Nueva York, donde testigos asombrados recordaron con demasiada nitidez los ataques del 11 de setiembre de 2001. Bloomberg dijo entender esa reacción: «En esta época, obviamente todos se sensibilizan cuando escuchan algo como que un avión se estrelló contra un edificio». «Gracias a Dios no fue algo más serio. Creo que somos afortunados», agregó.

    Se desconoce por qué el avión acabó chocando contra el edificio. El fuego salió visiblemente por cuatro ventanas y una columna de humo se elevó por encima del edificio, una construcción de 1986 ubicada en la calle 72, en el Upper East Side, uno de los barrios más selectos de Manhattan.

    El Departamento de Bomberos informó que 11 bomberos y dos inquilinos del rascacielos de 50 pisos tuvieron que ser atendidos por heridas leves en un hospital cercano.
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