13 de abril 2006 - 00:00

Represalias en EE.UU. a latinos

George W. Bush
George W. Bush
Washington (EFE, ANSA) - Al menos 21 trabajadores mexicanos han sido despedidos de una planta de empaque de carnes en el estado de Detroit por no acudir a su trabajo para sumarse a las manifestaciones de inmigrantes en semanas recientes, informó ayer el diario «The New York Times». «Un portavoz de la firma Wolverine Packing dijo que a los empleados se les dijo que pidieran permiso antes de faltar a su trabajo», señaló el periódico. «Minerva Ramírez, una mexicana que ha trabajado en Wolverine casi seis años, dijo que pidieron permiso», agregó el matutino.

Los trabajadores, según el «Times», «fueron despedidos el 28 de marzo, un día después de participar en una manifestación que, según la Policía, congregó a más de 20.000 personas».

  • Autorización

  • Jay Bonahoom, gerente de la empresa, indicó que sólo un pequeño grupo de los 350 empleados en las tres plantas de la firma en el área de Detroit pidió permiso para ir a la manifestación, y se los autorizó a ello. «Pero si un gran número de empleados falta al trabajo en un día determinado, no podemos atender a nuestros clientes y esto pone todos nuestros empleos en peligro», añadió.

    Edith Castillo, directora ejecutiva de Latinoamericanos para el Desarrollo Social y Económico, una agencia de servicios sociales en Detroit, dijo al «Times» que conocía el caso de otros trabajadores que también fueron despedidos en otras dos empresas por igual motivo.

    La ola masiva de manifestaciones de la comunidad hispana en EE.UU. provocó temor en muchos diputados republicanos que en diciembre levantaron su brazo para aprobar una ley que criminaliza a los indocumentados y ahora temen pagar un costo político, escribió por su parte «The Washington Post».

    El proyecto de ley HR 4437 -que propone que la inmigración ilegal pase de ser un delito menor a un delito criminal, castiga a quienes ayuden a las personas indocumentadas y prevé el levantamiento de un muro de mil kilómetros a lo largo de la frontera de 3.200 kilómetros con México- es la causa principal de las protestas hispanas. Pese el voto republicano por esa medida, George W. Bush insistió la semana pasada en la aprobación del proyecto del Senado, diferente al de la Cámara baja, que favorece, en ciertos aspectos, la inclusión de los inmigrantes indocumentados al país.

    Según el «Post», los diputados republicanos temen a un movimiento nacional por los derechos de los inmigrantes que crece a pasos agigantados.

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