Retroceso: Francia retira ley de empleo joven
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De esta forma, el CPE, destinado a los trabajadores menores de 26 años, quedó en la práctica anulado. Los sindicatos dieron un ultimátum al gobierno y amenazaron con seguir adelante con sus protestas si el polémico contrato no era literalmente derogado antes del 17 de abril. La última jornada de movilización, organizada hace una semana, reunió a entre uno y tres millones de personas.
Pero para De Villepin, esta medida laboral era un instrumento esencial para luchar contra el desempleo que afecta a 25% de los jóvenes. Ayer, el jefe de gobierno lamentó no haber «sido entendido por todos» y admitió que había querido «actuar rápido» debido la «desesperación» que invade a los jóvenes.
Pero los sindicatos, estudiantes y la oposición de izquierda reprochan al primer ministro el hecho de haber impuesto por la fuerza el CPE, sin realizar consultas previas con la izquierda o los actores sociales.
Pese a las revueltas callejeras y polémicas tomas de universidades, el proyecto de De Villepin era apoyado por la base electoral de centroderecha que sustenta al gobierno, que vislumbra que la economía francesa corre severos riesgos de prolongar el estancamiento si la intervención estatal paraliza la iniciativa privada.
Dos puntos concretos del CPE avivaron la cólera sindical y estudiantil: un período de prueba de dos años para el trabajadory el derecho a despedir al joven empleado sin dar explicación.
Hasta el final, Chirac intentó apoyar a De Villepin en esta aventura. El primer ministro, considerado sucesor político del jefe de Estado y candidato potencial a sucederlo en 2007, se encuentra en el momento más bajo de popularidad (25% de opinión favorable) desde su llegada al cargo, en junio de 2005.
La presión contra De Villepin venía de las calles pero también de su propio partido, la UMP, Unión para el Movimiento Popular, cuyo presidente, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, que no oculta sus ambiciones de cara a los comicios del año que viene, fue uno de los primeros en sugerir que el CPE debía modificarse.
Las primeras reacciones sindicales tras la decisión del gobierno fueron de gran satisfacción. «Sean cuales sean las palabras, el CPE se ha retirado, está muerto y es una gran noticia», declaró el presidente de la Federación de las Asociaciones Generales de Estudiantes, Jean François Martins.
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