Soviets tropicales ahora para Chávez

Hugo Chávez

Caracas - La consigna cubana «¡Patria, socialismo o muerte!» que empapela la propaganda gubernamental ilustra el nuevo rumbo de la revolución bolivariana. Aunque para cumplir el lema, el actual corsé constitucional creado en 1999 por el mismo Hugo Chávez ya no es suficiente. Por esta razón, el mandatario venezolano presentará en los próximos días una reforma constitucional que consagrará un socialismo calcado al soviético como forma de gobierno en Venezuela.

La nueva Constitución propondrá la reelección indefinida -ahora llamada continua, en un ejercicio de marketing político-únicamente para el mismo Hugo Chávez. Este es uno de los aspectos medulares de la reforma constitucional, aunque no el único. El diputado y constitucionalista Carlos Escarrá, miembro de la comisión presidencial que asesora al mandatario en el proyecto, explicó a corresponsales extranjeros que la reforma incluye la fundación de un cuarto poder --además del Legislativo, Ejecutivo y Judicial-: el Poder Popular, con la formación de los consejos comunales.

Chávez ha destacado que esta figura, creada en la extinta URSS y comparable a los soviets, centralizará los recursos de algunas comunidades en detrimento de los presupuestos económicos de gobernaciones y alcaldías. Otra de las opciones estudiadas por Chávez será la creación de un número ilimitado de vicepresidentes, como ocurre en la Cuba de Fidel Castro.

Y como Castro, Chávez pronuncia también largos discursos de cuatro o cinco horas de duración. Con adornos retóricos, el presidente venezolano asegura que el «socialismo bolivariano» se alejará de la « doctrina marxista-leninista» y no caerá en el «capitalismo de Estado», como sucedió con los regímenes comunistas. El líder bolivariano ha reclamado, además, que «nadie se asuste» porque en Venezuela no «van a quitarle sus casas» a la gente. «Nuestro socialismo acepta la propiedad privada. Sólo que esa propiedad privada debe estar en el marco de una Constitución y de un interés social», puntualizó.

Objetivo

Mientras, Escarrá justifica que la reforma de la carta magna no se realice mediante una Asamblea Constituyente, porque no modificará los primeros nueve artículos donde se establecen los principios fundamentales de la actual Constitución. En materia económica, el objetivo, según el diputado, será establecer las bases « socialistas» con la promulgación de nuevos tipos de propiedad: «la social» y «la colectiva».

Además, la reforma incluirá el cambio del concepto de «libre competencia» por el de «competencia justa», para regular «el acaparamiento, la usura y los precios», destacó el diputado. Estos cambios podrían abrir la posibilidad de que el Estado cree monopolios económicos, una opción prohibida expresamente por la Constitución de 1999.

Esa carta magna, que sustituyó a la de 1961, aumentó de cuatro a seis años los períodos presidenciales, aunque sólo permite a los funcionarios públicos una reelección. Chávez ganó las elecciones en 1998 y, acto seguido, convocó a una Asamblea Constituyente para promover un nuevo marco legal y fundar la República Bolivariana. En 2000, fue nombrado presidente -con la nueva Constitucióny reelegido en diciembre del pasado año. El líder venezolano, único beneficiario del cambio constitucional, agotaría así su mandato a finales de 2012. «No, no y no. ¡Mil veces no! La reelección continua será sólo para el presidente de la República», espetó el mandatario a gobernadores y alcaldes que han querido aprovecharse de la medida.

Nacionalizaciones

Desde su reelección en diciembre, el Ejecutivo venezolano ha completado un amplio plan de nacionalizaciones de empresas estratégicas en telecomunicaciones (CANTV), electricidad (EDC) y petróleo (asociaciones de la Faja del Orinoco). También ha amenazado al sector financiero, al minero, al de alimentos, a la sanidad y a la educación privada con correr la misma suerte si no aprenden a convivir con la revolución.

La reforma constitucional será presentada por Chávez al Poder Legislativo --Asamblea Nacional, órgano unicameralantes del 15 de agosto, día que finaliza el período de sesiones.

El Parlamento, bajo control total de diputados chavistas después del boicot electoral de la oposición en las elecciones parlamentarias de 2005, aprobará la reforma constitucional en primera discusión antes del final de este año y, posteriormente, será sometida a un referendo.