15 de enero 2020 - 17:53

Putin sorprende y propone a un "desconocido" como primer ministro

El presidente ruso eligió a Mijail Mishustin, jefe del fisco y de bajo perfil, para reemplazar a Dimitri Medvedev, quien renunció junto con todos los ministros tras el anuncio de sendas reformas políticas en el país.

El Kremlin difundió esta foto del presidente Putin y su nominado para el cargo de primer ministro, Mijail Mishustin.

El Kremlin difundió esta foto del presidente Putin y su nominado para el cargo de primer ministro, Mijail Mishustin.

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El presidente ruso Vladímir Putin multiplicó las sorpresas este miércoles al nombrar a un nuevo primer ministro desconocido para el público, y anunciando revisiones constitucionales inéditas.

Putin eligió para reemplazar a su fiel jefe de gabinete saliente, Dimitri Medvedev, a una figura salida de las sombras: Mijail Mishustin, de 53 años, gran patrón del fisco ruso. La cámara baja del Parlamento, la Duma, examinará el jueves esta candidatura, según las agencias de prensa rusas.

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Al frente del Servicio Federal de Impuestos desde 2010, Mishustin se forjó una reputación de funcionario eficaz.

Esta elección fue informada después del sorpresivo anuncio de la renuncia del gabinete tras un discurso de Putin donde pidió reformas constitucionales. Los ministros siguen a cargo de los asuntos corrientes hasta que un nuevo equipo entre en funciones.

El mandatario ruso podría preparar el terreno de cara a 2024, cuando acaba su actual mandato, señalaron analistas. Con la legislación vigente, no tiene derecho a presentarse nuevamente a las elecciones.

Putin hasta el presente ha sido muy evasivo sobre sus intenciones y nunca señaló a un sucesor. El principal opositor al Kremlin, Alexéi Navalni, juzgó que, en una función oficial u otra, el presidente buscará "seguir siendo líder de por vida".

Poco antes de estos anuncios impactantes, el jefe de Estado había dicho que "ve claramente emerger una demanda de cambio en el seno de la sociedad", durante su discurso anual ante el Parlamento y las élites políticas del país.

En esta alocución, Putin propuso someter a votación las reformas de la Constitución rusa cuyo objetivo sean fortalecer los poderes del Parlamento, manteniendo al mismo tiempo el carácter presidencial del sistema. Se trata de la primera revisión de la Ley Fundamental desde su adopción, en 1993.

El jefe de Estado mantendrá el derecho a destituir a cualquier miembro del gobierno y nombrará a los jefes de todas las estructuras de seguridad.

Medvedev, quien se convertirá en vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, explicó su partida por la necesidad de darle a Putin "los medios para tomar todas las medidas que se imponen".

En una reunión con el Gabinete de ministros, el mandatario ruso agradeció al equipo de Medvedev por su trabajo y por los resultados logrados.

"Después de que se adopten esas enmiendas habrá cambios significativos no solo en una variedad de artículos constitucionales, sino también en el equilibrio de poder", señaló el primer ministro, que seguirá en funciones hasta que se forme un nuevo gabinete.

El primer ministro había asumido la jefatura del gobierno en mayo de 2018, dos meses después de que Putin fuera reelegido como jefe del Kremlin.

¿Cómo comenzó todo?

En la Asamblea que se desarrolló durante la mañana, Putin, llamó a convocar un referéndum en el que los ciudadanos votarían una serie de cambios constitucionales, entre ellos la concesión de mayores poderes a la Duma o Congreso de los Diputados

Sólo podrán postular su candidatura al Kremlin aquellos rusos que hayan vivido en este país durante los últimos 25 años y carezcan de ciudadanía extranjera o permiso de residencia en otro país. El problema es que solo diez son los rusos que cumplen con esas condiciones.

Al dirigirse a ambas cámaras del Parlamento en el principal centro de exposiciones del país (Manezh), Putin propuso que a partir de ahora la Duma vote la candidatura del primer ministro, cuando hasta ahora se limitaba a dar el visto bueno.

El presidente ruso afirmó: "Lo mismo ocurrirá con los viceministros y el resto de miembros del Ejecutivo". Esa prerrogativa había sido demandada durante los últimos años por la oposición. Por lo tanto, sea cual fuere la decisión de la Duma, "el jefe del Kremlin no puede rechazarla", aunque seguirá "conservando el derecho de destituir al Gobierno".

"Rusia debe seguir siendo una fuerte república presidencialista", concluyó Putin.

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