Cuando vamos a una entrevista para un puesto de trabajo es muy común que los nervios nos jueguen una mala pasada y que pensemos mucho qué decir y qué no. Cómo mostrarnos ante quien nos hace la entrevista y nos cuidamos de decir todo lo que creemos que el reclutador quiere escuchar.
Entrevistas laborales: lo que tenés que saber y los errores más comunes
Los responsables de las áreas de recursos humanos lo que destacan es que lo que más se valora es la sinceridad.
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La realidad es que cuando uno conversa con los responsables de las áreas de recursos humanos lo que destacan es que lo que más se valora es la sinceridad.
Y muchas veces en el afán de querer venderse como un buen candidato se cae en errores que nos pueden costar el puesto.
Vamos a ver algunos ejemplos:
- De más está decir que mostrar entusiasmo por la oportunidad es la mejor carta de presentación, porque como decía una publicidad la primera impresión es la que vale. Así que como primer error decimos que falta de entusiasmo ya puede ser lapidario.
- Utilizar frases hechas o de manual no va a hacer que nos diferenciemos porque en definitiva es algo que casi todos hacen, y ya los entrevistadores las escucharon miles de veces. “Soy una persona flexible”, “me gusta trabajar en equipo”, “soy proactivo”, son algunos ejemplos de estas frases que creemos tenemos que decir sí o sí.
- Otro error es exagerar sobre nuestras capacidades y aptitudes, y luego no poder sostenerlas en la entrevista. Un ejemplo podría ser conocimientos en cuestiones técnicas o el idioma, que en definitiva son fácilmente comprobables.
- De hecho, una cuestión sobre la que indagan los entrevistadores es sobre situaciones puntuales de trabajo y el desarrollo de las mismas. En esos momentos muchos candidatos fallan en detallarlas, simplemente porque están mintiendo y no pueden relatar con fluidez su supuesta experiencia. No poder contar quién es uno mismo es una mala señal para los responsables de tomar la decisión de contratar.
- También podríamos poner en ese rubro rellenar la experiencia laboral con cosas que o bien son falsas o no son relevantes para el puesto al cual se aspira.
- Una cuestión que marcan los entrevistadores es que cuando los aspirantes van con un librito armado de lo que tienen que decir, una sola pregunta puede descolocarlos completamente y hacer que se empantane la reunión.
- Algo bien concreto que es un factor negativo es la impuntualidad o las interferencias a la hora de la entrevista. En el caso del primer punto no hay mucho que decir: llegar tarde a la reunión que determina si entrás a un trabajo ya es una mala señal.
- En el segundo, las interferencias, es algo más nuevo debido a que muchas entrevistas hoy son virtuales. Dos errores comunes es no asegurarse que no haya un espacio adecuado para que la entrevista se desarrolle sin problemas, y no chequear la conexión a internet.
- Por otro lado, hoy en día es muy importante conocer la empresa para la que nos estamos postulando. Es un error muy común no saber lo suficiente de la compañía, más en tiempos como los actuales en que muchos aspirantes son exigentes con lo que esperan de la empresa a cambio de su trabajo.
- Un último punto que podemos señalar es que no está bien visto hablar mal de la empresa en la que estamos trabajando o de experiencias anteriores. En este caso siempre es mejor enfocarse en uno mismo y remarcar que el cambio que buscamos es por un progreso personal.
- Para cerrar, los consejos que podemos dar a la hora de sentarnos a una entrevista es ir preparados, con entusiasmo, y con ideas claras de quiénes somos y qué queremos ser.
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