En el mundo, las industrias que emplean a profesionales de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) están en pleno auge. Esto es consecuencia de que cada vez son más los procesos que se están transformando de la mano de la informática. En la Argentina desde hace años hay una demanda insatisfecha en la contratación de este tipo de trabajadores, y en 2019 esa brecha será superior a la de años anteriores.
TIC: una industria clave, con salarios altos, y que necesita cada vez más profesionales
Un estudio revela que se amplió la brecha entre oferta y demanda de profesiones. Esperan que la oportunidades de empleo crezcan tras la aprobación de la ley de Economía del Conocimiento. La exportación de este tipo de servicios generó ingresos al país por más de u$s 6.000 millones el año pasado.
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Según un estudio elaborado por Prince Consulting para Comunidad IT (ComIT), se estima que en 2019 la demanda de capital humano TIC será de 12.900 posiciones, mientras que la oferta laboral llegará a 9.500 trabajadores. Así, la demanda insatisfecha resultará en 3.400 posiciones. Con altibajos, ese número venía disminuyendo desde un pico de 2007 cuando fue de 12.400. Para 2015 la diferencia era de unos 4.000 y mientras subía la oferta, la brecha se redujo a 2.600 el año pasado. Es decir que en 2019 se registró un aumento de 31% en las posiciones sin cubrir.
El informe destaca que esta suba se da debido a un ligero incremento en la demanda de capital humano (9,3% frente a 2018) y a un crecimiento ínfimo en la oferta de profesionales (3,3% en comparación con el año anterior). “La industria prevé que la demanda de capital humano será mayor en el corto y mediano plazo, por lo que se hace necesario impulsar la oferta de profesionales”, añade.
El total del Capital Humano TIC en Argentina alcanzó en 2018 a los 432.300 puestos ocupados y se estima que para fines del año en curso será de 441.800 posiciones, lo que representa un 2,2% de la población económicamente activa estimada por el Banco Mundial para 2018 (19,9 millones). Por otra parte, el empleo TIC representaría un 3,5% aproximadamente del total de empleo registrado a principios de 2019, según datos del Ministerio de Producción.
A raíz de la aprobación de la Ley de Economía del Conocimiento, el estudio remarca que existen estimaciones optimistas para la creación de empleo en el mediano plazo de entre 250.000 y 400.000 puestos de trabajo, pero advierte que aún son necesarias mayores precisiones respecto a algunas definiciones clave —entre ellas, la definición de empresa, bien y trabajador del conocimiento— y por otra parte, “la situación económica actual y la indefinición política atenta contra el crecimiento, las inversiones y el desarrollo económico”.
“Los cambios en el escenario macroeconómico hacia 2020 y la evolución del tipo de cambio efectivo real pueden impulsar la exportación de software a los altos niveles que el sector experimentó hace algunos años atrás, alrededor de 2007. Ello hace esperar un crecimiento también en la demanda de personal, algo en lo que coincide el 77% de los referentes de la industria consultados, que prevé una mayor demanda de capital humano TIC en el corto y mediano plazo”, anticipó Pablo Listingart, director ejecutivo de ComIT.
Cabe remarcar que la exportación de servicios vinculados al conocimiento venía creciendo con cifras de dos dígitos hasta el año pasado, cuando según datos del Observatorio de la Economía del Conocimiento (OEC) los ingresos bajaron 6,7% a u$s 6.028 millones. A pesar de esto, es una de las industrias que más ingresos de divisas le reporta a la economía argentina, junto con el campo. En el sector estiman que con el impulso de la nueva ley podrían casi triplicar el monto de las exportaciones. Nada mal en un país donde los dólares se necesitan tanto como las lluvias.
Soledad Acuña, directora operativa de ComIT, resaltó que “frente a este escenario, no hay que olvidar que la evolución de la oferta de trabajadores del rubro permaneció casi estática en los últimos años”. De hecho, desde 2008, cuando era de 8.600, apenas creció a 9.500 una década después, lo que evidencia la falta de profesionales y explica la demanda insatisfecha.
“El sistema de capacitación, incluyendo carreras universitarias y otras alternativas, sigue siendo poco flexible. Por otra parte, la brecha de género es aún muy importante en el sector, pese al trabajo de varias organizaciones que buscan atender esta problemática”, dice Acuña. Y concluye: “Resulta muy necesario entonces poner atención en los programas de formación de talento y discutir el sistema de capacitación en forma integral para aprovechar un potencial crecimiento económico y contribuir al crecimiento del empleo”.
En base a las respuestas de los entrevistados, el informe señala que un 64,5% dijo que la demanda TIC se ha moderado (cuantitativamente) en los últimos años como consecuencia de la situación macroeconómica, aunque siguen siendo muy requeridos los desarrolladores y programadores, y que lo inverso ocurre en algunas empresas y para algunos puestos particulares (un 35,5% de las respuestas), tales como especialistas de seguridad informática y diseño así como para ciertas habilidades nuevas como IA y Analistas de Datos.
Los principales problemas del capital humano TIC en el país siguen siendo la falta de interés vocacional y el abandono de la carrera por parte de los estudiantes antes de conseguir su título, ya que optan por la elección de un trabajo antes que terminar los estudios. Esta situación genera un círculo vicioso, debido a que las empresas contratan cada vez más estudiantes por la falta de profesionales, lo que produce que muchos de ellos deban dejar los estudios. Carreras largas y poco actualizadas empeoran este escenario.
Por otra parte, otros estudios confirman que la relativa estabilidad de la demanda insatisfecha fruto de la pobre situación macroeconómica se refleja asimismo en una muy menor rotación de los perfiles TIC desde los picos de 2007 así como una reducción de los incrementos salariales diferenciales respecto de otras posiciones o perfiles en las empresas.
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