7 de diciembre 2020 - 00:00

"La empresa que no tenga un plan de transformación digital estará en problemas"

La pandemia de coronavirus obligó a las empresas a adoptar o acelerar sus planes de transformación digital. Marcelo González, CEO de VeriTran, afirma que el cambio cultural ya está instalado y se profundizará con el surgimiento de nuevas compañías 100% online.

Las nuevas generaciones ya no conciben tener que ir a un lugar y horario determinado para abrir una cuenta, afirmó Marcelo González.

"Las nuevas generaciones ya no conciben tener que ir a un lugar y horario determinado para abrir una cuenta", afirmó Marcelo González.

La transformación digital hoy está entre las prioridades de toda empresa e institución financiera. O al menos debería estarlo. Después del cambio de paradigma al que obligó la pandemia de coronavirus, la consigna es “adaptarse o perecer”. “El que no tenga un plan de transformación o estrategia digital estará en dificultades”, afirmó Marcelo González a Ámbito. Su palabra proviene desde el corazón mismo de la innovación. Es CEO de VeriTran, compañía destinada al desarrollo de aplicaciones de negocio para canales digitales, con más de 20 millones de usuarios en el mundo que realizan unas 20.000 millones de transacciones en su plataforma al año.

Con más de dos décadas de experiencia en la industria financiera, González sostiene que el cambio cultural ya está instalado y se profundizará con el surgimiento de nuevas compañías 100% online.

Al mando de una empresa con negocios en toda la región, operaciones en EEUU y reciente desembarco en Brasil y España, explica que pese a que la mayor parte de la facturación está fronteras afuera, VeriTran mantiene su cuartel central y su apuesta en la Argentina: “Vivimos acá y para nosotros es un mercado muy atractivo. Tendrá gran crecimiento en los próximos años porque es un país con mucha innovación que se acostumbra rápido a los cambios”.

Periodista: ¿El coronavirus fue un detonador tecnológico?

Marcelo González: Lo que sucedió con la pandemia es que los planes pasaron a tener otra velocidad y prioridad y eso aceleró el crecimiento de los canales digitales. Las empresas que estaban preparadas crecieron muy rápido y las que no lo estaban tuvieron problemas en responder, lo vimos ni bien empezó la cuarentena con las colas en las puertas de los bancos. Por eso es fundamental tener las estrategias tecnologías apropiadas al negocio: con Cuenta DNI, la solución que trabajamos junto a Red Link para Banco Provincia, incorporamos 2,5 millones de personas a una billetera digital en ocho meses. Nosotros trabajamos en la transformación digital de las instituciones financieras y sabemos que la que no tenga una estrategia digital estará en dificultades.

P: ¿Cuál es el principal cambio que observa?

MG: Antes se hablaba de dinero digital, se pensaba en eliminar el efectivo con una tarjeta de débito o crédito, ahora se pegó un salto y ya se piensa directamente en no tener una pata física. Durante 20 años se trabajó bajo la premisa de convertir a un cliente en un usuario digital, hoy hay que hacer que los usuarios nazcan digitales y no haya que darles ningún elemento físico. Que inmediatamente puedan pagar, consultar saldos o retirar dinero de los cajeros sin una tarjeta de débito. Es un cambio al que había resistencia pero ahora se está llevando a cabo por necesidad.

P: ¿Las fintech y los bancos son socios o adversarios?

MG: Hay espacios de colaboración entre las fintech y los bancos tradicionales, pero los bancos deben tener su propia estrategia digital. Hoy las apps más descargadas en la industria financiera, las que están ganando, son las de los bancos digitales o ciertos bancos con una muy buena estrategia digital. Pero, por otro lado, hay bancos muy grandes que quizás están en el puesto 30 cuando uno pensaría que tendrían que estar en el top ten. Sin embargo, son superados por bancos digitales que cubren necesidades muy demandadas por la gente.

P: ¿Hay marcha atrás con el avance digital?

MG: No, es un fenómeno cultural muy importante en todos los niveles socioeconómicos y etarios. Es similar a lo que provocó el “corralito” hace veinte años, que impulsó el uso de los cajeros automáticos porque no se podía operar en los bancos. Ahora está toda la tecnología desplegada, todo el mundo tiene celulares e interactúa con las apps. La invasión de la tecnología hizo que la gente adquiera más habilidades, porque se maneja con la tecnología día a día. Hace un año las videoconferencias eran para gente sofisticada, ahora las hacen las abuelas con sus nietos, paso a ser parte de la realidad. Lo que debemos preguntarnos es: ¿Están preparadas las instituciones financieras para aprovechar esa tendencia?

Huella digital firma
Los métodos de validación serán más rápidos y eficaces.

Los métodos de validación serán más rápidos y eficaces.

P: ¿Una empresa puede operar 100% digital?

MG: Ya es una realidad, hay muchos ejemplos de bancos totalmente digitales que tienen éxito. De ahora en más tener una billetera digital será muy importante, todos los comercios van a cobrar digitalmente. El posnet va a persistir, pero crecerá el pago de celular a celular.

P: ¿Qué impacto tuvo en su compañía esta revolución de 2020?

MG: Fue un acelerador, aunque veníamos creciendo un 40% todos los años en 2020 ya superamos esa tasa y estaremos en un 50%. También fue un año con mucha presión, tuvimos que ajustar los tiempos naturales de los proyectos a las respuestas que nos pedían las instituciones y los usuarios.

P: ¿Cómo avizora el 2021?

MG: A nivel global tendrá todavía muchos coletazos de la pandemia y no despegará fuerte, sobre todo en el hemisferio Norte porque están entrando en el invierno y la vacuna aún no se desplegó. Para el hemisferio Sur veo mejores perspectivas de actividad con el verano y la vacunación. Y en Argentina se suman elementos positivos como el hecho de despejar las dudas sobre el pago de la deuda. Lo veo mejor que el 2020, obviamente.

P: ¿Qué innovación se viene en el sector?

MG: En un mundo con menos dinero físico y más aplicaciones digitales para pagar será muy importante el uso de la biometría. Una de las barreras es la cantidad de claves que necesitamos, cada uno de ellas con determinados caracteres y números, y la exigencia de cambiarla cada 90 días. Es un impedimento para el acceso de la población que la biometría viene a resolver: un mundo donde pagaremos utilizando el rostro o la huella digital. A veces perdemos de vista la importancia de la inclusión financiera, lo que significa no tener una cuenta bancaria para hacer pagos, transferencias, etc. En la próxima década veo una América Latina más incluida financieramente.

P: ¿Sus planes están en la Argentina o en el exterior?

MG: Somos una compañía con clientes en toda la región, hace dos años empezamos a operar en EEUU y este año llegamos a Brasil y España. Tenemos más de 20 millones de usuarios en el mundo que hacen más de 20.000 millones de transacciones al año en nuestra plataforma low code, que permite hacer una innovación digital mucho más rápida porque no requiere programar para generar aplicaciones. El 80 o 90 por ciento del negocio está afuera del país, pero nosotros vivimos y tenemos nuestro headquarter acá. La Argentina tendrá un gran crecimiento en los próximos años porque tiene mucha innovación, se acostumbra rápido a los cambios y las instituciones deberán terminar de definir sus modelos de atención digitales. Hoy, para abrir una cuenta bancaria o solicitar un préstamo en muchos casos todavía tenés que ir a una sucursal y llenar formularios, cuando podrías hacerlo con tu rostro y tu documento a través de una app. En ese cambio cultural, las nuevas generaciones ya no conciben tener que ir a un lugar y horario determinado para abrir una cuenta.

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