David Glasheen era un multimillonario australiano residente de Sydney, que se había hecho rico gracias a la extracción de oro en Papúa Nueva Guínea. De todas maneras, nació en una familia profesional. Su padre era abogado y su madre una dietista. En su juventud, luego de graduarse, trabajó en una industria tabacalera y lanzó su propia marca de helados.
Fue multimillonario pero tras perder toda su fortuna se mudó a una isla desierta para empezar de nuevo
Una decisión tan drástica como el crash del 87, crisis que derrumbó absolutamente todo su patrimonio.
-
Quién es Henry Nicholas III, el polémico magnate con varios millones y problemas en la justicia
-
El invento millonario con lo que es más barato y fácil lavar los platos: no es el lavavajilla
Pero lo que lo catapultó a la riqueza fue el consejo de uno de sus amigos, cuando le contó de esta zona donde se creía que había oro. No obstante, recaudó 2 millones de dólares para realizar la exploración, y lo logró en el año 1980. A partir de allí su empresa minera comenzó a crecer y llegó a cotizar en bolsa a 1,4 dólares por acción.
Durante el Crash del año 1987, la crisis financiera de Estados Unidos se trasladó un día después a Australia, él decidió no vender sus acciones para no aumentar el pánico en los inversores, pero al terminar la jornada se desplomaron a 0,02 centavos de dólar.
La historia de David Glasheen, el exmultimillonario que vive solo en una isla desierta desde hace más de 20 años
A partir de entonces su vida cambió drásticamente, empezó a pedir préstamos para sostener su nivel de vida, se deprimió, se hizo alcohólico y se fue quedando sólo después de que su esposa lo dejara. Al estar tapado de deudas, y presionado por los bancos, tomó la decisión más impactante de su vida, ir a vivir a una isla como un náufrago.
Se trataba de un pedazo de tierra, el Parque Nacional de la Isla Maalpiku, o Restoration Island. Cerca del norte de Queensland a 3200 kilómetros de Sydney. El acceso es complicado, sólo en avión, luego 50 kilómetros por rutas peligrosas y por último un viaje en bote de 15 minutos. Pero para él valía la pena, era un paraíso de arenas blancas y aguas turquesas.
En 1997 hizo las maletas con poca ropa, linterna, medicamentos, productos de higiene y se mudó. Nunca regresó. Construyó una serie de estructuras muy precarias con la ayuda de algunos amigos y según su filosofía de vida "cada pequeño artículo que hay en la isla puede servir para algo".
Es decir, pasó de una vida de privilegios, a aprovechar cada recurso que le brinda la naturaleza, y vivir en la compañía de animales y naturaleza. Tiene 80 años, y solo regresa a la ciudad cuando necesita comprar mercadería como productos de higiene o cosas que no puede conseguir naturalmente.
Pero es especialista en la fabricación de cerveza artesanal, y como sabe hacer licores y vinos tiene un pequeño bar para agasajar a los visitantes de la isla.
- Temas
- Millones
Dejá tu comentario