1 de junio 2020 - 10:16

Los 10 problemas de la clase media argentina que vive acá y no se va a Uruguay

Cada vez la realidad argentina es la de la clase media. Una familia abrió las puertas de su casa para conocer sus ingresos y gastos de mayo.

Los ingresos en mayo de esta familia fueron de $52.000 y sus gastos totales $79.950, quedándole una deuda solo en un mes de $27.950. (foto Ilustrativa)

Los ingresos en mayo de esta familia fueron de $52.000 y sus gastos totales $79.950, quedándole una deuda solo en un mes de $27.950. (foto Ilustrativa)

FOTO: Hoy.es

La clase media, esa franja entre el nivel socioeconómico bajo y alto con un variopinto de colores y formas que tuvo aspiracional de ascenso, hoy se ve obligada y condicionada al descenso de su nivel de vida. Lo que fue la vieja burguesía terrateniente que le pudo dar un oficio a sus hijos a principio del Siglo XX y estudios en el último cuarto y principios del Siglo XXI buscaron la vida urbana convertidos en industriales, profesionales y comerciantes. Hoy divididos están por la pandemia entre esenciales y no esenciales.

La sensación común es que lo peor que le puede pasar a alguien es querer ser y no poder serlo, pero peor aún es no poder hacer nada para no dejar de ser clase media. Es absurdo pensar adónde llegó una familia tipo de 4 personas con un pequeño comercio sólo por la pandemia por qué a esta clase media la atacaron muchos virus antes y la venían dejando en estado de salud económica crítica desde hace al menos 30 años.

Si la situación de clase es una determinada posición en el mercado hoy la pregunta es: ¿en cuál y qué mercado? El novelista británico Ian Mcewan en su libro “Operación Dulce” escribió:

"Te has tragado toda la propaganda, chica. La realidad no es siempre la clase media...".

Cada vez la realidad argentina es la de la clase media, que no es ni puede ser.

Jorge es comerciante de una pequeña tienda de regalería que tiene abierto su negocio en un barrio de la zona oeste de la ciudad de Buenos Aires, pero sus ingresos se recortaron un 50% y Ana, su esposa, hacía pequeñas changas por $25.000, que ya no tiene. Jorge y Ana tienen 2 hijos de edad escolar. Marcos, de 13 años, y Tomás, de 8 años.

Esta familia nos abrió las puertas de su casa y nos mostraron como quedaron sus cuentas en el mes de mayo que se fue.

Gastos Productos Consumo Masivo:

  • Alimentos Envasados $7.300
  • Carnes $7.550
  • Productos Limpieza: $2.200
  • Frutas y Verduras: $3.200
  • Bebidas $2.450
  • Total: $22.700

Gastos en Servicios:

  • Alquiler $14.900
  • Expensas $5.400
  • Tv por Cable e Internet $2.400
  • Telefonía Móvil (3) $3.600
  • Luz $2.000
  • Gas $3.000
  • Agua $850
  • ABL $600
  • Transporte Urbano $6.200
  • Obra Social $9.800
  • Pago Tarjeta Crédito Mensual $9.500
  • Total: $ 57250

Los ingresos en mayo de esta familia fueron de $52.000 y sus gastos totales $79.950, quedándole una deuda solo en un mes de $27.950.

La familia de Jorge y Ana ya no le cree ni a la Teoría Marxista. Hoy no son dueños de sus medios de producción que los están por perder, no pueden pagar a sus empleados, no pueden trabajar sus medios ni dedicarse a producir sus mercancías.

Jorge y Ana disfrutaban del producto de su trabajo. Hoy con las cuentas de resultados negativos de su administración hogareña hay que señalar que Marcos y Tomás no van a colegio privado, sino a escuela pública. Que en el mes de mayo los “no” fueron muchos más que los “si” en materia de gastos. No tuvieron gasto de Ropa y Calzado. No compraron útiles escolares. No piden comida por delivery. No compraron medicamentos. Y en los últimos años los “no” también fueron más que los “si”. No tienen auto. No pagan seguros. No tienen gasto en actividad social. No tienen vacaciones. La pandemia económica viene hace tiempo sembrando el virus del bolsillo de su familia.

Jorge recuerda que su padre también era comerciante y pagaba sus impuestos después de ventas sin problemas y él hace ya más de 12 años que no los puede pagar y se achica año tras año. Mientras mira la TV y la ve a Susana Giménez que se va a pasar la cuarentena a Uruguay y dice que no es solo Susana Giménez la que quiere cruzar “el charco” al Uruguay, sino mucho industrial, comerciante y profesional venido a desgracia en la Argentina. Tiene al menos 10 motivos impositivos que justifica la posición de Jorge.

Los 10 problemas de la clase media argentina que vive acá y no se va a Uruguay

  • Mientras Jorge como comerciante puede permanecer en el Régimen Simplificado del Monotributo hasta $2.609.240,69. Es decir unos u$s28.571 cuando el mismo régimen creado en 1998 arrancaba desde los u$s100.000. En Uruguay mismo comerciante o MiPyme industrial encuentra un Régimen simplificado SRL para las empresas pymes que facturen hasta u$s500.000 con impuestos que van del 3,3% al 12% de la tasa efectiva sobre la facturación.

Por otra parte en Uruguay:

  • No hay Ingresos Brutos
  • No hay Tasa Seguridad e Higiene
  • No hay Impuesto al Cheque
  • No hay derecho exportación
  • No hay Impuesto PAIS
  • Bienes Personales desde u$s112.000 y si el núcleo es familiar, es decir 2 personas viviendo en el mismo hogar pueden sumar el mínimo no imponible de ambos a u$s224.000. Mientras en Argentina sin escala de actualización por inflación hoy quien tiene bienes por u$s28.500 paga el impuesto. Un impuesto que mostrado como progresivo es súper regresivo y además que ya se intenta no cobrar en el mundo porque es un llamado a la evasión y fuga de capitales cuestión, que conocemos bien en Argentina y este impuesto incentiva esas prácticas.
  • Impuesto a las Ganancias solo sobre rentas en Uruguay
  • No hay anticipo de impuesto ni percepciones
  • No hay brechas cambiarias ni desdoblamiento para liquidar bienes y servicios

La novelista austríaca Elfriede Jelinek en su libro “Los excluidos” escribió: Uno de los innumerables defectos de la clase media consiste en dejarse desmoralizar inmediatamente por el fracaso de las tentativas”.

En la Argentina la desmoralización viene de la mano del intento permanente y el fracaso de políticas públicas que llevan al fracaso privado. La tentativa con esta presión impositiva es un camino al fracaso permanente. No es por la pandemia. El “virus económico” venía de antes y ahora se encontró con la crisis sanitaria y lo detuvo totalmente sin ningún anticuerpos y siendo un paciente de riesgo de 85 años. Eso es la clase media argentina hoy.

(*) Director de Focus Market

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