4 de febrero 2005 - 00:00

Conceptos certeros

(Su libro " Enemigos", aunque por una consecuencia distinta a la que se encaminó el autor, es un hallazgo de edición. Ernesto Tenembaum derivó así de periodista a la etapa superior de escritor-periodista. Fue entrevistado por Lucas Morando y tiene conceptos certeros sobre su profesión, la televisión, algunos periodistas e, inclusive, la terrible campaña vejatoria de "Clarín" contra el sacerdote Julio Grassi, creador de la Fundación Felices Los Niños.)

PERIODISTA: Siendo psicólogo, ¿cómo te volcaste al periodismo?

Ernesto Tenembaum: En realidad es muy difícil saber cuándo empieza una vocación. Lo primero que hice fue en el '78 fundar una revista que se llamaba «Renacer» en un club judío de La Plata. Tenía 15 años. Cuando vine a estudiar a Capital me ofrecieron trabajo en una publicación que se llama «Nueva Sión» y empecé a trabajar ahí. Finalmente, un día me tocó hacerle un reportaje a Horacio Verbitsky y me dijo que quería que empezara a trabajar para él y luego para un diario que estaba por salir, que era «Página/12». Trabajé desde 1987 a 1998, cuando Lanata arma la revista «XXI», me parecía muy desleal no acompañarlo después de lo que habíamos vivido juntos cuando nos echaron en el '97 de la tele. Por otro lado, hacer una revista con él era muy atractivo. Allí estuve tres años trabajando hasta fines de 2001.


P.:
¿Lo que cuenta el imaginario popular de tu pelea con Jorge es verdad?

E.T.: ¿Qué cuenta ese imaginario?


P.:
Lanata se va de vacaciones y cuando vuelve piensa que ustedes se quieren quedar con su espacio, entonces termina echándolos.

E.T.: Eso es una parte, pero no fue tan así. La realidad es que ya había un acuerdo para hacer dos programas de TV y él se arrepintió.


P.:
¿El diario «Página/12» es de «Clarín»?

E.T.: Pareciera que sí. Lanata-dice que desde el '93 o el '94.

P.: ¿No te duele?

E.T.: No, no me duele. Me parece que «Página» sigue siendo un periódico muy honroso. Y de todas maneras me parece que es muy difícil saber quién es el dueño de algún medio ya que en general los propietarios de los medios son personajes vidriosos. Quizás «Clarín» no sea de los más vidriosos en comparación con los dueños de «Canal 9» o «América TV». Pero -y por más que me parezca bien la crítica y la confrontación- si vos mirás bien, en «Clarín» trabajan Magdalena, Nelson Castro, Morales Solá, Pergolini, trabajó Juan Castro, etc. Entonces, el laburo del periodistaes saber acomodarse en medios que no son de la Madre Teresa. Lo que importa es cómo uno actúa en cada caso. Si vos mirás la crítica que hace «Página» al plan económico del gobierno, te das cuenta de que es transgresora.


P.:
¿Pero entonces la censura de Julio Nudler fue un invento?

E.T.: ¡No! Son momentos que suben y bajan. No hay cosas cristalizadas como buenas o malas. Lo de Nudler para mí es parte del mal manejo y del conflicto interno que generó la transición de «Página/12» de ser opositor a ser oficialista.


P.:
Teniendo en cuenta que el gobierno hoy es uno de los grandes auspiciantes, ¿cómo hacés para articularte con el poder sabiendo que si te vas de boca te levantan un aviso?

E.T.: Es un momento jodido en este país para hacer periodismo político y lo de la presión con la publicidad oficial jode. Pero la idea es no pensar, uno es lo que es.


P.:
¿Me vas a decir que no te sentás a pensar antes de denunciar a Rodríguez Saá sabiendo que te van a levantar un aviso?

E.T.: Depende. Sí pienso que por una boludez no me quiero quedar sin el auspicio; por ejemplo, por hacer un chiste de Leonor Benedetto.Ahora, si tengo que hacer una denuncia de corrupción la hago, ya sea un avisador público o privado. No es descubrir la pólvora saber que los medios se sostienen con los avisos y éstos generan compromisos. Los medios son un sistema que por un lado manipulan, pero que por otro lado expresan. Si no ¿cómo explicás que en «Canal 13» haya un programa gay de tanta audiencia o que hayan hecho lo que hicieron con el padre Julio Grassi?


P.:
¿Hay un número uno en el periodismo?

E.T.: No lo creo. El problema es que algunos piensan que la pelota tiene manija y no es así. Uno no la puede tener agarrada para siempre, pero lo que sí se puede hacer es llevarla con elegancia. Por ejemplo, hay cosas de Lanata que me parecen excepcionales pero hay otras cosas que no. La televisión no admite matices, sólo hay blanco o negro; hijos de puta o santos. Quizás por eso se hicieron famosos Lanata y Neustadt.

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