17 de septiembre 2025 - 09:31

Cuando Wall Street tiembla en Buenos Aires: el miedo de J.P. Morgan tras la paliza electoral

La derrota de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires dejó a Wall Street en estado de alerta y expuso el temor a un fracaso de sus propios ex ejecutivos en el Gobierno.

El informe del banco del 12 de septiembre buscó transmitir calma, pero las cifras revelan otra cosa: devaluación del peso, reservas comprometidas y financiamiento precario. 

El informe del banco del 12 de septiembre buscó transmitir calma, pero las cifras revelan otra cosa: devaluación del peso, reservas comprometidas y financiamiento precario. 

El informe de J.P. Morgan del 12 de septiembre llega cargado de eufemismos, tecnicismos y cifras que buscan dar calma. Sin embargo, lo que realmente transpira entre líneas es pánico. La contundente derrota de La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires -con un margen inesperado de casi 14 puntos frente al peronismo- dejó a la banca de inversión más poderosa del planeta en estado de estupor.

Los analistas del Global Watch no logran disimular que sus “amigos” en el gobierno, muchos de ellos exejecutivos del propio banco (Caputo, Bausili, Daza, Werning, Quirno, Reidel), están en riesgo de entregar resultados que, de fracasar justo a la postre, podrían derrumbar la narrativa de éxito que Wall Street construyó en torno a ellos.

J.P. Morgan no sale de su asombro

El documento intenta mostrarse analítico, pero los números revelan otra historia. Tras la derrota bonaerense:

  • El peso se depreció 6,5% en una semana, pese a la intervención y al compromiso oficial de defender la banda cambiaria.
  • Las reservas líquidas brutas rondan apenas los U$S15.800 millones, de los cuales U$S14.000 millones están comprometidos como encaje, lo que deja un margen ínfimo para enfrentar presiones.
  • El Tesoro logró renovar el 91% de los $7,2 billones en vencimientos, lo que fue vendido como éxito, aunque en realidad refleja la dependencia total del financiamiento de corto plazo.
  • La inflación de agosto resultó en un 1,9% mensual, cifra más baja que la esperada (2,1%), pero solo a costa de una recesión creciente y de un traspaso cambiario que, por ahora, se mantiene limitado (30% en dos meses frente a un histórico del 52,7% en tres).

El informe habla de “destellos de esperanza” y de la “disciplina fiscal” como piedra angular, pero no logra ocultar que el verdadero dato político -una provincia que vota en masa contra Milei y un peronismo revitalizado con Axel Kicillof en la delantera- sacude las certezas sobre la gobernabilidad.

Aquí emerge la paradoja: los ex empleados de J.P. Morgan, que hoy administran la política económica argentina, podrían terminar siendo responsables de un fracaso monumental. De concretarse, la red sociotécnica que describe Michel Callon se deshilacharía, dejando a Caputo y compañía sin el capital simbólico que buscaban exportar como operadores “exitosos”.

Más allá de las cifras y de la jerga amortiguada, lo que el informe de JPMorgan revela es simple: miedo. Miedo a un cambio de correlación política que amenaza los intereses financieros, miedo a que los discípulos de la casa matriz fracasen y, sobre todo, miedo a que la narrativa de “Argentina domada por el mercado” se derrumbe en cuestión de semanas.

Las próximas seis semanas se convierten, así, en una prueba de fuego. Si Caputo y su equipo logran sostener el programa hasta las elecciones nacionales, Wall Street podrá seguir vendiendo la ficción del éxito. Pero si las urnas repiten la sorpresa bonaerense, no habrá informe técnico que tape la realidad: J.P. Morgan habrá fluctuado frente a Argentina y sus propios ex empleados habrán demostrado que, incluso con todo el apoyo del capital global, el león no pudo domar al potro.

Director de Hacer.com.ar, Canal YouTube: @DrPabloTigani

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