En una de las cuadras más exclusivas de Palermo Chico se levanta hoy la propiedad más cara en venta de la Ciudad de Buenos Aires. Salió al mercado inmobiliario premium recientemente y encierra algunos enigmas. Se trata de una residencia de estilo francés, completamente restaurada, valuada en u$s12.400.000 y ofrecida también en alquiler por u$s20.000 al mes.
La casa más cara en venta de Buenos Aires: cuánto cuesta, dónde queda y qué famoso conde la habitó
Residencia de estilo francés en Palermo Chico, con 1.234 m2 y una restauración total. Además, se ofrece en alquiler por u$s20.000 mensuales.
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El patio con pileta climatizada con desborde infinito, un rasgo inusual en residencias históricas, en la mansión de estilo francés de Palermo Chico, la propiedad más cara en venta de CABA hoy
Con 1.234 metros cuadrados construidos —983 m2 cubiertos y 251 m2 descubiertos—, la casa despliega una escala palaciega cada vez más inusual en el mercado porteño.
El inmueble, ubicado sobre la avenida Coronel Díaz al 2800, formó parte durante décadas del discreto patrimonio de Barrio Parque, área donde conviven embajadas, residencias diplomáticas y mansiones históricas protegidas.
El conde Federico Zichy-Thyssen también criaba caballos árabes, habitó la vivienda hoy en venta
Su historia está ligada al conde argentino-húngaro Federico Zichy-Thyssen, fallecido en 2014, descendiente directo de Fritz Thyssen, fundador del conglomerado industrial metalurgico alemán ThyssenKrupp. La propiedad fue uno de los activos más valiosos de su sucesión y permaneció cerrada por años hasta su reciente salida al mercado.
Un palacete francés
La residencia —distribuida en tres plantas y con casa de huéspedes independiente— fue restaurada integralmente, pero conservando cada rasgo original del academicismo francés: mansarda de pizarra, balcones de hierro forjado, puertas de nogal italiano, boiseries recuperadas y salas con proporciones amplias y ornamentación clásica. El trabajo de restauración estuvo a cargo de equipos especializados que reprodujeron técnicas artesanales históricas.
Ultra lujosa
“La casa es de estilo francés y fue restaurada íntegramente. Se destacan las molduras doradas a la hoja, las arañas que pertenecieron a colecciones aristocráticas y el hall en mármol Portoro, que es una pieza de museo”, explica Adriana Massa, titular de Adriana Massa International Realty, la inmobiliaria que lidera la comercialización. “Es como entrar a un hôtel particulier parisino, pero con toda la tecnología contemporánea integrada”.
El hall principal es uno de los sectores más impactantes: un espacio de doble altura con diseño damero en blanco y negro, columnas ornamentales y arcos neoclásicos que distribuyen hacia el living, el comedor formal y una galería con salida al jardín.
El toque europeo está presente en todos los rincones
Las aberturas de arco de medio punto y las carpinterías restauradas completan la ambientación europea.
La mirada del experto
Para el arquitecto Julián Morassut, especialista en la renovación de propiedades de lujo y patrimonio restaurado, esta casa representa “uno de los últimos ejemplos íntegros de la tradición francesa porteña que todavía puede habitarse”.
Según afirma, ya casi no quedan inmuebles de este tipo disponibles: “La mayoría están en manos de embajadas o instituciones, y otras viviendas de época se reformaron de forma muy profunda, perdiendo identidad. Aquí, en cambio, la intervención respetó el espíritu original. La escala, los salones, las boiseries, la mansarda, las herrerías son elementos imposibles de reproducir hoy por costos y por falta de artesanos especializados”.
Araña, espejos y chimenea acompañan al comedor
Morassut sostiene que el brillo de la propiedad radica en su combinación de lujo clásico y actualización técnica: “No es una casa congelada en el tiempo. Tiene domótica, climatización sectorizada, sistemas de seguridad modernos, iluminación ERCO y renovación completa de baños y cocinas. Es un equilibrio quirúrgico entre patrimonio y confort actual”.
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El corazón de la vida social, desde el living al jardín francés
El living principal ocupa un espacio central en la planta baja, con chimenea en mármol negro, columnas decoradas, cortinados de seda automatizados y ventanales con vista al jardín interior. El comedor formal, revestido con espejos biselados y pisos de roble de Eslavonia, está conectado a la galería que funciona como transición hacia el exterior.
Detalle de uno de los salones de la residencia, destacando el piso de roble de Eslavonia y las molduras doradas a la hoja restauradas que remiten a un hôtel particulier parisino
El jardín, diseñado por el paisajista Horacio Wilder Larrea, combina terrazas de mármol travertino, pérgolas livianas y vegetación ornamental. En el centro destaca la pileta climatizada con desborde infinito, un rasgo poco habitual en residencias históricas. Al fondo, la casa de huéspedes ofrece un quincho completo con parrilla Wolf, toilette y una suite privada en la planta alta.
La cocina y los espacios de servicio, otro nivel de lujo
La cocina principal fue pensada como un espacio protagonista: isla central revestida en mármol, equipamiento Snaidero, griferías Hansgrohe, heladeras Sub-Zero y cava de conservación. En el subsuelo, una bodega revestida en roble francés puede albergar más de 1.000 botellas.
Cava: la bodega en el subsuelo de la residencia, revestida en roble francés, con capacidad para albergar más de 1.000 botellas de colección
La planta alta alberga cuatro suites, tres de ellas con vestidor. Los baños están revestidos en mármol Calacatta Oro y cuentan con artefactos europeos de alta gama. En el segundo nivel se desarrolla la suite principal, de casi 100 metros cuadrados, con living íntimo, dos vestidores y baño en mármol crema marfil.
Patrimonio protegido y valor arquitectónico
La casa integra el Área de Protección Histórica (APH) de la Ciudad de Buenos Aires, lo que garantiza la preservación de su valor arquitectónico y limita cualquier intervención que afecte la fachada original. Este estatus refuerza su carácter único en un barrio donde las residencias de la Belle Époque se han ido transformando en oficinas diplomáticas o sedes institucionales.
El baño de la suite principal, que forma parte de un área de casi 100 metros cuadrados, revestido íntegramente en mármol Crema Marfil
“Que una propiedad de esta escala, en este estado y con esta historia esté disponible en el mercado es excepcional”, resume Morassut. “No solo por el lujo, sino porque encarna un capítulo completo de la arquitectura porteña. Es una pieza de colección”.
Una joya en el mercado premium
Con más de siete ambientes principales, ascensor hidráulico italiano, pisos de mármol y madera maciza, cocheras cubiertas e ingreso de servicio independiente, la residencia se posiciona en el segmento más alto del real estate nacional.
El estilo francés se refleja hasta en las partes exteriores, la piscina está iluminada
Según Massa, “el público para este tipo de casas es muy específico: familias grandes, embajadores, empresarios o compradores internacionales que buscan privacidad, seguridad y una arquitectura que no se replica en ninguna otra parte del país”.
Uno de los dormitorios de la exlusiva y cotizada propiedad
Pese al contexto económico, el mercado premium mantiene actividad. “Hay demanda sostenida por propiedades excepcionales, que combinan historia, diseño y ubicación estratégica”, indica Massa. “Esta casa representa exactamente eso”.













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