1 de septiembre 2025 - 17:13

El 60% de los libros más buscados por usuarios argentinos en el último año fueron importados

Poder elegir y recibir el libro que uno realmente quiere leer se convirtió en un derecho cultural que hay que defender.

El promedio de libros leídos por habitante en Argentina es de 5,4 por año, según el CERLAC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe). 

El promedio de libros leídos por habitante en Argentina es de 5,4 por año, según el CERLAC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe). 

Leer sigue siendo un acto transformador. No solo por lo que despierta en quien lo practica, sino por todo lo que implica hacer circular un libro: escribirlo, editarlo, imprimirlo, moverlo, hacerlo llegar. Porque hoy, gracias a las plataformas digitales, descubrir nuevas voces, acceder a títulos difíciles de conseguir o importar ejemplares con solo unos clics dejó de ser una rareza. Poder elegir y recibir el libro que uno realmente quiere leer se convirtió en un derecho cultural que hay que defender.

El comercio electrónico de libros permitió acortar distancias, físicas, idiomáticas, logísticas, y abrió una puerta concreta para acceder a bienes culturales en escenarios donde no siempre es fácil. En la Argentina, por ejemplo, las restricciones a las importaciones o la inestabilidad económica han puesto límites históricos al acceso al libro. En ese contexto, contar con plataformas que conectan lectores con catálogos de todo el mundo representa una forma real de ampliar las posibilidades de lectura.

La necesidad de poder elegir qué libro leer

La libertad de elección es clave: no se trata solo de cantidad, sino de variedad. Según el Índice de Lectura 2025 de Buscalibre, el 60% de los libros más buscados por usuarios argentinos en el último año fueron importados. Esa demanda abarca literatura infantil y juvenil, títulos académicos, ensayos contemporáneos, cómics, libros de arte y publicaciones en otros idiomas. En muchos casos, se trata de obras que no se consiguen en el país o de ediciones específicas que nunca llegaron a traducirse ni a editarse localmente.

El dato refleja una necesidad concreta: los lectores quieren más opciones, más diversidad y más acceso. Y la tecnología puede estar al servicio de esa búsqueda.

libro digital
Las plataformas digitales ayudaron a encontrar títulos importados difíciles de conseguir de forma física.

Las plataformas digitales ayudaron a encontrar títulos importados difíciles de conseguir de forma física.

Hoy, el promedio de libros leídos por habitante en Argentina es de 5,4 por año, según el CERLAC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe). Mejorar ese índice implica trabajar en múltiples frentes: desde la formación temprana de hábitos lectores hasta las condiciones materiales para que el libro efectivamente llegue. Leer educa, amplía el pensamiento crítico, conecta generaciones, despierta vocaciones. Pero para que eso suceda, el libro tiene que estar cerca: física, económica y simbólicamente.

Este nuevo aniversario de Buscalibre es una oportunidad para volver a decirlo: los libros tienen que circular. No hay aduana capaz de frenar la curiosidad. La lectura propone otro ritmo, más íntimo, más profundo. Incluso en la era digital, sigue habiendo lugar para detenerse, elegir un libro y dejarse llevar por sus páginas.

Porque leer, al final, es cruzar fronteras. Y cada vez que un lector recibe un libro en su casa, venga de donde venga, ese puente se vuelve más real.

Country Manager de Buscalibre Argentina.

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