El candidato Javier Milei en su campaña de la motosierra, anunciaba la lucha contra la casta, contra la política y contra la inflación. Ahora, Presidente de la Nación, nada de eso se ve reflejado en las groseras medidas que está apurando.
El país tiene un problema financiero, pero no económico
El candidato Milei en su campaña de la motosierra, anunciaba la lucha contra la casta, contra la política y contra la inflación. Ahora, Presidente de la Nación, nada de eso se ve reflejado en las groseras medidas que está apurando.
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El lanzamiento salvaje del DNU muestra a las claras que, por el contrario, se rodeó con lo más rancio de la política fracasada. Que la casta está insertada en todos los estamentos del nuevo gobierno y que será el pueblo el que tendrá que pagar el costo de un cambio de modelo hacia un país absolutamente mesiánico.
Las pymes, cumpliendo con el rol que las circunstancias nos mandan, estamos trabajando denodadamente en la construcción de un espacio abarcativo formado además por las cooperativas, las empresas recuperadas y las economías regionales. Consolidando de esta manera, junto al movimiento obrero, un sujeto político con el peso correspondiente al aporte al país que realizamos, ya que somos el 99,4% de las empresas del país, damos empleo al 75% de los trabajadores y producimos no menos del 60% del PIB nacional.
Sin embargo, el DNU que anunció el Presidente de la Nación y que, de no ser rechazado como correspondería por inconstitucional, apunta a un modelo de país donde quedamos totalmente afuera. Nos ataca por todos los flancos y, juntamente con la clase media, seremos de los sectores que más sufriremos este tremendo golpe anarco-capitalista.
El cambio del código aduanero y la posibilidad de la importación irrestricta destruirán lo que quede del mercado interno. La flexibilidad laboral, el ajuste a los jubilados, la liberación de los contratos de alquiler y la caída del salario real en forma vertiginosa, harán el resto. Ya lo estamos viendo: en las fiestas el promedio de caída de ventas fue del 40% al 44% de los comercios que esperaban esta época para engordar la mochila para los meses duros del porvenir.
Haber desatado la espiral inflacionaria no tiene perdón. Se perdió toda noción del valor de las cosas y todo el país vive en un grado de angustia innecesaria, provocada por una expectativa de suba de servicios, tarifas, combustibles, colegios, pre-pagas, alimentos, etc.
Tal vez esto sea solo una cortina de humo para poder llevar adelante el plan que le impusieron los que financiaron la llegada del actual Presidente. A solo dos semanas esta administración se transformó en el gobierno de las corporaciones y el DNU demuestra cómo cada derogación tiene un destinatario puntual.
Vemos con horror como se apunta a la liquidación de los bienes del Estado, a extranjerizar la reserva de Litio, a rematar YPF y Aerolíneas Argentinas, a vender lo que nos queda, a través de un cambio profundo de la ley de tierras la cual permitirá que extranjeros por cuatro monedas compren lagos, ríos (o sea toda el agua potable).
No nos queda mucho tiempo para reaccionar. Si este DNU entra en vigencia lo sufriremos todos. Habrá una transferencia de ingresos desde todos los sectores hacia un puñado de corporativos y financistas. Los jubilados sin ajuste en sus ingresos. Los inquilinos viviendo en la cuerda floja. Los trabajadores pendientes en cada fin de mes si llega el telegrama de despido. La clase media convertida en un cuarto con dificultades para cerrar las cuentas cada mes, endeudándose con las tarjetas de crédito, pagándola en cuotas o pidiendo plata a los parientes.
Debemos defender hoy nuestra forma de vivir y de sentir. El país tiene un problema financiero, pero no económico. No se sale de esta crisis con menos trabajo como está proponiendo este gobierno, sino con más trabajo, con más Estado, con más controles sobre las grandes exportaciones, repartiendo el peso con mayor justicia y equidad.
Las pymes queremos y necesitamos con urgencia, un país que nos albergue a todos y todas.
Industrial y Dirigente Pyme. Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN)
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