¿Qué pasó con los u$s20.000 Millones?
El Póquer del Mentiroso: las Huestes de Wall Street en la Argentina
Del anuncio preelectoral de la línea de crédito privada de u$s20.000 millones a la desmentida del ministro Luis Caputo: el análisis sobre el rescate de la banca privada internacional.
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Caputo desmintió que se había acordado un rescate de u$s20.000 millones con bancos de EEUU: "Es una operación"
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Dal Poggetto sobre el futuro del dólar: "Sería preferible tener un tipo de cambio más alto"
El análisis sobre la desmentida de Luis Caputo sobre el rescate de la banca privada de EEUU.
Este artículo, basado en la Economía Política Internacional y las Finanzas Corporativas, analiza la contradicción deliberada entre el anuncio preelectoral de una línea de crédito privada de u$s20.000 millones para Argentina (mencionando a JPMorgan, Citi, Goldman Sachs, Bank of America) y la desmentida posterior del ministro Luis Caputo. Nuestro objetivo es reflexionar, si se trató de un error, una maniobra político-financiera-una mentira calculada-o una operación destinada a influir en las elecciones del 26 de octubre, beneficiando colateralmente a una élite privilegiada. Utilizando como framework El Póquer del Mentiroso de Lewis, y contextualizado por La Ley de los Mercados de Callon, sostenemos que el lenguaje mendaz de los traders financieros, es una característica estructural de su ecosistema; una herramienta funcional para la manipulación del mercado y el beneficio privado. Esta narrativa, difundida con la cooperación de importantes medios, demuestra un profundo desprecio por ahorristas e inversores pequeños, y la ciudadanía; porque podría haber estado ocultando la verdad económica. La pregunta que guía nuestro análisis es: ¿Cómo se traduce la mendacidad funcional de los technopols de Wall Street-según la práctica mencionada por los autores citados-, que aseguran, estan entrenados para mentir y acostumbrados a jugar con las probabilidades en contra de la multitud?
El análisis se fundamenta en la Etnografía de los Mercados y la Economía Política, utilizando dos pilares conceptuales:
- El Póquer del Mentiroso (Liar's Poker) de Michael Lewis: Aborda la cultura de la codicia, el riesgo desmesurado y la despiadada psicología de los traders de Wall Street, donde según el libro: jóvenes con “instinto asesino” prosperan gracias a su falta de escrúpulos. Este marco nos permite entender la mentalidad y la ética funcional del mentir.
- La Ley de los Mercados (The Laws of the Markets) de Michel Callon: Permite comprender cómo los mercados no son entidades naturales, sino construcciones sociales y culturales, susceptibles de ser “calculables por los agentes” una vez “organizados y encerrados” (locked-in). Esto legitimaría la idea de que una eventual ficción del crédito de U$S20.000 millones podría ser artificialmente construida para manipular expectativas y cotizaciones.
La declaración previa a las elecciones sobre la inminente asistencia de u$s20.000 millones de la banca privada internacional a la administración Milei, y su posterior desmentida por el propio ministro de Economía, Luis Caputo, desplegaría según los libros, una operación de manipulación de mercado e insider trading, orquestada por una “pandilla de Wall Street” (Ney, R. 1974) devenida en technopols, con el objetivo de influir deliberadamente en el resultado electoral y permitir que un círculo íntimo se beneficiara al día siguiente de la farsa.
JPMorgan, Citi, Goldman Sachs, Bank of America, los bancos detrás del anuncio preelectoral.
¿Cómo se traduce la mendacidad funcional de los technopols de Wall Street-entrenados para mentir y acostumbrados a “jugar con las probabilidades en contra de la multitud” (Lewis, M. 1990)-en una manipulación del mercado político para asegurar una victoria electoral y generar retornos injustos por información privilegiada?
El 15 de octubre, a escasos días de una crucial contienda electoral, el aire financiero argentino se cargó de una promesa monumental: u$s20.000 millones de dólares adicionales de la banca privada (JPMorgan, Citi, Goldman Sachs, Bank of America) listos para acompañar el Swap del Tesoro de Donald Trump, quien describió a la Argentina como un país que se estaba muriendo (CNN, 23 oct 2025). La noticia, difundida con fervor religioso por medios complacientes, y amplificada por voceros oficiosos, no era solo una información; era un acto de fe político-financiero destinado a crear una burbuja de “certidumbre” en un mercado al borde del pánico.
La estrategia de la cuadrilla de Wall Street-esa cofradía de “traders desnacionalizados” que describe (Iglesias Illa, H. 2007), ¿regresan para “apostar”? ¿No podría entenderse como un simple error de comunicación o un exceso de optimismo? En la tradición de Liar's Poker, sería una jugada de farol profesional donde “cualquiera con pocos escrúpulos y un ansia desmesurada podía llegar a lo más alto”. La verdad podría ser entonces, que ese molesto lastre de la pedagogía cívica, estaba reservada, como siempre, para los “complejos intereses financieros”.
Las dudas sobre la posibilidad de que haya sido una burda mentira llegaron con la altanería arrogante y presuntuosa de la confirmación; dos días después que el The Wall Street Journal informara que el acuerdo se había reducido drásticamente a una “facilidad de financiamiento mucho más acotada”-un Repo de solo u$s5.000 millones-el propio Luis Caputo, el hombre de finanzas que “domina, conoce los mercados internacionales”, salió a desmentir la totalidad del relato previo. “Nunca hablamos con los bancos de un rescate, ni de 20 mil millones,” afirmó, calificando la noticia original como una “operación más con la sola intención de generar confusión”. La ironía podría ser tan corrosiva que quemaría el rigor académico; si así fuera. El arquitecto de la farsa estaría tachando de “operación” la transcripción amplificada por su propio ecosistema, revelando ex post facto que “esas versiones nunca estuvieron confirmadas, eran falsas, aunque nunca desmentidas” y/o que el rescate de u$s20.000 millones fue un rotundo fracaso del equipo económico.
Este artículo se va a sumergir en ese vértice de descomposición intelectual y financiera de la “Wall Street Gang” (Ney, R. 1974). No sería solo la mentira-si lo fuera- lo que escandaliza, sino el lenguaje mendaz, funcional a su cometido financiero, que utiliza un “sistema invisible de palabras estrambóticas, códigos, muecas, señales, mitos e instituciones” para hacer imposible la verificación ciudadana. Nuestro análisis buceara el mar de una potencial “asociación de mentirosos profesionales o fracasados ex post”, que no solo podría haber hecho ganar la elección de medio término, sino que habría utilizado la información generada por su propia ficción para obtener ganancias financieras al día siguiente, tratando a ahorristas e inversores pequeños y a la ciudadanía toda; de estúpida. Recuerde que los bonos y las acciones del Merval subieron 32% y 50% respectivamente el 27 de octubre, una horas después del triunfo de LLA.
El Ecosistema del Póquer del mentiroso (Lewis, M. 1990)
La mentalidad mentirosa y reprochable de los traders no es una patología individual, sino una respuesta funcional a un ambiente que premia el “instinto asesino” y la capacidad de farol. El mercado, en la visión de Callon, es un campo donde los agentes construyen “nichos” y hacen calculable la incertidumbre a través de la organización. La “noticia” del crédito de u$s20.000 millones fue la creación de un nicho artificial; una promesa de liquidez masiva que alteraba la percepción de riesgo, fundamental para el dólar local y el precio de los activos soberanos.
En este entendimiento, cuando un experto financiero se convierte en la figura central de la política económica nacional, su vocación de trader no se disipa; se transmuta en una herramienta de política de Estado. La gestión pública se convierte en una extensión de la sala de negociación; se reestructuran expectativas, se “rolean” bonos discursivos y se “pilotea una situación adversa” a través del control narrativo. El objetivo ya no es servir al interés público, sino facilitar intereses.
El technopol embustero no miente por ineptitud, sino por entrenamiento. La farsa es una señal, un código. Mientras el ciudadano común interpreta “crédito de u$s20.000 millones” como un alivio económico, el iniciado financiero lee la negación de Caputo días después-cuando el impacto electoral ya estaba asegurado-como la verdad reservada; el fracaso del rescate y la certeza de que el mercado reaccionará negativamente a la nueva realidad acotada (el Repo de u$s5.000 millones o la nada).
La hipótesis de que podría haber información privilegiada (insider trading) se vuelve ineludible, de acuerdo a los libros de Wall Street. ¿Quiénes estaban en posición de conocer una eventual mentira, antes de la desmentida formal de Caputo a la prensa, o que la gestión del rescate de u$s20.000 millones había “fracasado” y que el monto se había reducido a u$s5.000 millones o menos? Obviamente, todos tienen un círculo íntimo binacional. Un anuncio falso podría resucitar a los alicaídos títulos públicos y acciones de Merval-comprados baratos. Más tarde, la noticia oficial estadounidense podría haber sido artífice de un rally de activos soberanos. Una verdad oculta permitiría a los iniciados tomar posiciones cortas o deshacerse de activos a precios inflados, ganando dinero al día siguiente, cuando el mercado reaccionó; saliendo antes de la nueva noticia real del Wall Street Journal y la negación de Caputo. ¿Quién podrá saberlo?
Una operatoria de este calibre no podría concebirse sin una red de complicidad. Los medios y, ciertos señores y ciertas señoras periodistas hiperoptimistas, podrían haber actuado como cajas de resonancia y actuado como validadores de la farsa. Ellos no solo habrían difundido una ficción sino que, al hacerlo, se convertirían en parte del aparato de la manipulación de expectativas que caracteriza a la “psicología de masas” en el trading. Hubo mucho entusiasta en los portales. La prensa funcional al poder, habría garantizado la legitimidad superficial del relato, asegurando así que la ciudadanía fuera “embrollada,” tal como lo hace el analista de Wall Street que se confiesa en el marco de la corrupción (Reingold, D., & Reingold, J. 2006).
La Jerga Financiera como sistema invisible de ocultamiento
Es cierto que el lenguaje financiero, esa sintaxis críptica plagada de “palabras fantásticas, códigos, gestos, señales, mitos e instituciones”, no es un accidente lingüístico, sino la herramienta predilecta para la fantasía funcional. Los traders, entrenados que describe Lewis, utilizan el jargon técnico como una cortina de humo intelectual destinada a suprimir la verdad.
Cuando ahora se habla de un Repo acotado a u$s5.000 millones o menos, desmintiendo una “línea de crédito” de u$s20.000 millones, el ciudadano escucha números y jerga. Pero la verdad se esconde en el contraste retórico. El anuncio preelectoral apelaba al mito de la “confianza internacional” y el “respaldo de Wall Street,” un relato emocional. La desmentida post-factum se refugia en la precisión técnica incomprensible-Repo, swap, facilidad de financiamiento-para evitar la única verdad relevante; si era cierto y la gestión se hizo; fracasó el equipo económico.
La capacidad de los traders expertos para suprimir la verdad es extravagante para la gente de a pie, precisamente porque son entrenados para ello. Este lenguaje opera bajo un código dual:
- Para el Público General: Creación de mitos de solvencia (la promesa de U$S20.000 millones), diseñados para influir en la psicología de masas y asegurar el resultado electoral.
- Para la Cuadrilla Financiera: Comunicación de la verdad reservada (el fracaso real de la gestión y la reducción del monto a la mínima expresión), permitiendo la puesta en práctica de insider trading.
Esta duplicidad demuestra que el lenguaje no es un error o falta de docencia; se concibe a propósito. Es la confirmación de la ética reprensible que rige el universo del Póquer del Mentiroso (Lewis, M. 1990); el trader financiero, ahora en la función pública, se siente moralmente habilitado para manipular la información, pues la verdad es un “lujo” reservado para quienes pueden monetizarla. El inversor pequeño y el ahorrista, en este esquema, lucen como jugadores estúpidos engañados con un farol monumental.
Conexiones, Cronología
La contundencia de una eventual ficción solo puede ser dimensionada al trazar los vínculos entre los actores y la cronología del mercado. Las huestes de Wall Street en la función pública están compuestas por sujetos con historiales profundos, incluyendo al secretario Bessent, mano derecha de Soros cuando apostó contra la libra, vendiendo miles de millones de la moneda, lo que obligó al BoE (Bank of England) a devaluar la porque no logró defender su valor frente al marco alemán. El expertise no reside en la gestión pública decorosa, sino en la ejecución de instrumentos financieros y en el dominio de la dinámica de mercados.
Cronología de una Faena Azarosa (Octubre 2025)
- 15 de Octubre (Pre-Electoral): Medios amigos y voceros oficiales difunden el anuncio del crédito de u$s20.000 millones de bancos privados (JPMorgan, Citi, Goldman Sachs, BofA). El objetivo político de la alianza Milei es neutralizar el pánico económico-el 7 de septiembre había perdido por 14 puntos la provincia de Buenos Aires-y proyectar una imagen de solidez y respaldo internacional, vital para las elecciones. El mercado reacciona con un rally optimista en bonos y acciones.
- 26 de Octubre: Se consuma la victoria electoral con un marco de confianza creado por la promesa financiera. Trepan bonos y acciones.
- Días Post-Electorales: The Wall Street Journal revela que el supuesto rescate se redujo a una “facilidad de financiamiento mucho más acotada,” de solo u$s5.000 millones, bajo la modalidad Repo.
- Inmediatamente Después: Luis Caputo se ve obligado a desmentir la noticia original de u$s20.000 millones, calificándola de “operación” y admitiendo que “esas gestiones no avanzaron”. El mercado, ya sin el blindaje electoral y enfrentado a la narrativa de Caputo, se hunde; el S&P Merval medido en dólares también se abate, mientras los bonos sufren pérdidas, sube el dólar y el riesgo pais supera los 650 basis points.
La coincidencia no es casualidad; es causalidad. El anuncio del mega crédito aseguró la subida del mercado para la elección. La desmentida tardía-cuando el objetivo electoral estaba cumplido-provocó un potencial desplome que ya comenzó, permitiendo que quien conocía el bluff del crédito o la verdad del fracaso de la asistencia de u$s20.000 millones antes de la desmentida pública, obtuviera ganancias substanciales. Podría ser que si hubiera información privilegiada se hubiese monetizado al apostar contra el propio país…no lo sabemos.
Conclusión
La realidad presentada y analizada bajo la lente del Póquer del Mentiroso, podría ser una coincidencia o, si eventualmente fuera el libro (Lewis, M. 1990), demostraría de forma categórica que la declaración sobre la asistencia de u$s20.000 millones de la banca privada fue una operación de manipulación política-financiera e insider trading. Podría haber sido una serie de errores inexcusables en la funcion publica, pero también, merecería ser observada como una mentira funcional.
Si la peor conjetura fuera realidad-no conocemos -Luis Caputo y su equipo no solo habrían utilizado la promesa de liquidez para ganar una elección de medio término, inflando las expectativas del mercado; sino que, al conocer la verdad reservada sobre el probable fracaso de la solicitud de asistencia-inexactitud del anuncio, nunca desmentida-, podría haber permitido que su círculo se posicionara estratégicamente para obtener ganancias injustas. La caída del Merval y de los bonos tras la desmentida podría ser una prueba documental de que la verdad tal vez fuese intencionalmente suprimida y que el mercado reaccionó violentamente al ser confrontado con una realidad manipulada.
Una asociación de mentirosos profesionales, podrían haber importado la ética de la sala de negociación a la función pública; la mentira como estrategia, la codicia como motor y el lenguaje especializado como arma de ocultamiento. La articulación mediática habría completado el círculo, proveyendo la validación social necesaria para que la ficción calara en el imaginario colectivo.
El objetivo de este artículo ha sido reflexionar sobre si, el anuncio de los u$s20.000 millones fue una gestión que se dio por hecha y fracasó, o fue una operación mentirosa para ganar las elecciones del 26 de octubre 2025. La lección es sombría, cuando los ex Wall Street toman el control del Estado, la política económica se convierte en una extensión de apuestas, donde la verdad es la primera víctima y el pequeño ahorrista, inversor y ciudadano son los perdedores. La única protección del ciudadano de a pie; es la reflexión y revisión de lo sucedido.
Bibliografía
Callon, M. (Ed.). (1998). The Laws of the Markets. Blackwell Publishers.
Elder, A. (2004). Vivir del Trading. Netbiblo S L. Editor, Netbiblo, 2004. ISBN, 8497450795
Iglesias Illa, H. (2007). Golden Boys: vivir en los mercados. Planeta.
Lewis, M. (1990). El Póquer del Mentiroso. Editorial: Alienta Editorial. ISBN: 9788492414543.
Ney, R. (1974). The Wall Street Gang. Praeger Publishers.
Reingold, D., & Reingold, J. (2006). Confessions of a Wall Street Analyst: A True Story of Inside Information and Corruption in the Stock Market. HarperCollins e-books.
*Profesor de MBA y de Finanzas en tiempos irracionales.
YouTube: @DrPabloTigani, en X: @pablotigani
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