Hay tres precios que determinan el movimiento de la economía: el de la energía, el del salario y el del dinero. Durante el período 2022/2023, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) produjo un aumento de las tasas de referencia, el más violento de los últimos 40 años.
Explotó la burbuja de las súper tasas en EEUU
La FED produjo el aumento de las tasas de referencia más violento de los últimos 40 años. Ahora viene el tsunami financiero y en EEUU perciben la posibilidad de entrar en recesión.
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El impacto de este verdadero tsunami financiero se hace sentir en todos los mercados, especialmente en el de bienes durables y generan una distorsión enorme. En 2023 el mercado inmobiliario de USA se contrajo un 36%, caída sin precedente desde la crisis de las hipotecas en 2008, que a su vez fue la mayor desde la gran recesión de los años 1929/30. A ello se suma que USA comenzó a sufrir déficits de balance comercial desde hace varios meses, provocados por la revalorización del dólar en comparación con las demás monedas.
Al mejor estilo latinoamericano, la administración actual solo se ató a la tasa de interés como política antinflacionaria, lejos de aplicar una reducción del gasto y otras medidas para fomentar la competencia y reducir la inflación. La explicación del desastre que causó consta de varios elementos en un lapso bastante corto: Por primera vez en mucho tiempo la generación de empleo se relentece en USA. La autoridad monetaria europea redujo la tasa de interés del Euro, lo que fomenta una revalorización aún mayor del dólar.
La desproporción de los rendimientos de los bonos del tesoro de USA en comparación con el costo del dinero en otras monedas provoco una monumental bicicleta por parte de los mayores fondos de inversión y operadores financieros, (el carry trade doméstico es un juego de niños en comparación) especialmente tomando prestado Yenes cuya tasa ha sido 0%. Toman crédito en esa moneda y la colocan en bonos del tesoro americano ganando billones sin hacer nada. Insostenible.
Cuando el domingo a la noche el Banco de Japón subió la tasa 0,25 puntos cundió el pánico entre los dueños de las bicicletas y comenzaron a desarmar posiciones, aunque aún en porcentajes menores pero suficientes para alertar sobre el fin de ciclo. La cercanía de las elecciones con la aparición de un nuevo candidato demócrata generó las lógicas incertidumbres sobre quién será el próximo presidente.
Ahora, Jerome Powell, presidente de la FED, busca evitar una crisis financiera y laboral en el país al bajar las tasas de referencia. Pero no son solo las viviendas las que se ven beneficiadas por la baja de tasas que comenzaría en septiembre y se intensificaría hacia fin de año. La demanda de espacios de almacenamiento ha crecido de manera constante, impulsada por factores como el aumento de la movilidad, la reducción del tamaño de las viviendas. Hoy la ocupación supera el 92% y, con una reactivación del real estate, la demanda podría dispararse.
En el contexto de un cambio que promueve la renta de inmuebles por sobre bonos del tesoro, invertir en self storages ofrece ventajas atractivas para los inversores que buscan renta fija. Además de ofrecer una diversificación efectiva en una cartera de inversiones, menos susceptible a las fluctuaciones del mercado inmobiliario tradicional, tiene muy bajo riesgo de desocupación y está respaldada por un inmueble cuyo valor muy probablemente se incrementará con la aplicación de las nuevas tasas de referencia de la FED.
Los efectos ya se están observando y esto recién comienza. La tasa de los bonos del tesoro americano a 10 años está en la zona de 4%. La perspectiva de inflación está orientándose alrededor del 2% con lo cual las tasas de corto deberán converger a la zona de 2.5% a 3% para ser sustentable y no profundizar un ciclo recesivo que ya es un escenario muy probable.
La opinión de los mercados, off the record, es que la FED, otra vez, se durmió. Debería haber cortado la fiesta de las tasas regaladas mucho antes para evitar las burbujas que provoco y al mismo tiempo debería haber comenzado a bajar la tasa ya a fines del 2023.
“Un deja vu”, un descuido parecido fue el responsable de la crisis de las hipotecas del 2008, cuando se promovieron la compra de activos financieros sin una clara visión de los riesgos que presuponían ante un aumento de la tasa de interés. Cuando el mercado entró en pánico, en lugar de proveer liquidez, los organismos de supervisión dejaron caer al banco de inversión Lehmann lo que profundizo la crisis.
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