26 de enero 2020 - 00:00

Plataformas Low-Code: ¿por qué se habla de ellas?

Ofrecen una solución rápida y eficaz para el desarrollo de aplicaciones digitales robustas que pueden adaptarse al tamaño de cualquier organización, sin la necesidad de contar con conocimientos sobre programación.

Las plataformas Low-Code ofrecen una solución rápida y eficaz para el desarrollo de aplicaciones digitales robustas que pueden adaptarse al tamaño de cualquier organización, sin la necesidad de contar con conocimientos sobre programación.

Las plataformas Low-Code ofrecen una solución rápida y eficaz para el desarrollo de aplicaciones digitales robustas que pueden adaptarse al tamaño de cualquier organización, sin la necesidad de contar con conocimientos sobre programación.

Foto: Pixabay

En la actualidad, no es necesario ser una institución financiera para ser un banco, y este aspecto agudiza la competencia por nuevos negocios entre los bancos tradicionales y las fintechs. Los ganadores de esta disputa son aquellas empresas que logran mantener felices e interesados a sus clientes brindándoles los más modernos productos y servicios digitales. Y además de crear la experiencia digital que los clientes desean, las empresas también deben tener la capacidad de poder agregar o corregir beneficios en las carteras existentes de sus clientes al tiempo que implementan nuevas funciones.

Debido a que ese margen competitivo es tan estrecho, tanto las fintechs como los bancos se empeñan en encontrar nuevas maneras de superar a la competencia con los productos y servicios que sus clientes anhelan. Y si no lo hacen, sus clientes acudirán a otro proveedor que cumpla con sus expectativas. Adoptar nuevas formas de trabajar con eficacia puede dar a un banco o a una Fintech el impulso que necesita para mantenerse a la par o inclusive, a la delantera de su competencia. Una de las maneras más eficaces de lograrlo es aprovechar las ventajas de las plataformas Low-Code.

¿Qué es una plataforma Low-Code?

Las plataformas Low-Code ofrecen una solución rápida y eficaz para el desarrollo de aplicaciones digitales robustas que pueden adaptarse al tamaño de cualquier organización, sin la necesidad de contar con conocimientos sobre programación. Llamadas en ocasiones como métodos de “drag-and-drop”, estas herramientas permiten que las empresas aprovechen las ventajas de una serie de plantillas preexistentes que pueden personalizarse (No-Code) o ajustarse levemente (Low-Code), y así reducir de forma tajante los tiempos de desarrollo y lanzamiento de nuevos servicios. Al mismo tiempo, estos métodos compensan la falta de tiempo, de dinero y de experiencia específica.

Si bien su uso es simple, las aplicaciones que se obtienen poseen una gran sofisticación. Es más, las plataformas Low-Code permiten que las organizaciones se adapten y se mantengan actualizadas con las últimas tecnologías y tendencias. Y aunque existen ciertos componentes que aún exigen codificación, los mismos se presentan de una manera fácil de usar para que una amplia variedad de equipos pueda modificarlos, más allá de su experiencia previa en codificación. Actualmente, 60% de los recursos del equipo de desarrollo de una compañía se destinan a mantener la operación de los sistemas actuales —imagínense todo lo que podrían hacer si recuperaran parte de ese tiempo—.

Combatiendo el ritmo lento del cambio

Por este motivo es que integramos la tecnología emergente en sistemas más antiguos, otro punto crítico del sector de servicios financieros en particular. Reunir de manera segura y estable aquellos sistemas que los bancos han utilizado durante décadas para implementarlos en una forma moderna de trabajo, es un desafío enorme. Sin embargo, las plataformas Low-Code pueden lograrlo, además de mejorar los tiempos de implementación y los costos de producción. Como consecuencia, proyectos que antiguamente podrían haber exigido años para su creación, prueba, repetición y lanzamiento, ahora pueden ejecutarse en pocos meses.

Mientras los bancos más grandes recurren a las plataformas Low-Code para modernizar una tecnología anticuada, las instituciones más pequeñas, como bancos regionales y cooperativas de crédito —así como otras instituciones que no son bancos tradicionales y, sin embargo, ofrecen a sus clientes un producto financiero (como la tarjeta Apple/Goldman)—, aprovechan las ventajas de las plataformas Low-Code para actuar y cambiar aún más la cara de la banca digital.

¿El próximo paso?

Después de los avances observados en el sector de servicios financieros, gracias al apoyo de la inteligencia artificial, blockchain y las modernas tecnologías de seguridad, las posibilidades de las plataformas Low- Code son infinitas. Básicamente, continuarán siendo una fuerza importante para todas aquellas empresas que aprovechen las aplicaciones digitales para atender a su base de clientes.

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