22 de febrero 2005 - 00:00

La Argentina tiene patrimonio neto negativo (la oferta conviene)

Canjear o no canjear, ¡ésa es la cuestión! Muchos tenedores de bonos de la deuda argentina se hacen y nos hacen en este momento esta pregunta, frente a la oferta de reestructuración efectuada por las actuales autoridades argentinas, que vence en los próximos días. Si no canjean, la alternativa será continuar con los juicios contra el país, para tratar de obtener algo más.

Veamos tres datos clave para responder al interrogante que genera esta propuesta:

•El cash flow de pagos
de cada año, tomando los distintos desembolsos a los diferentes bonos reestructurados, más los pagos a organismos internacionales, aun suponiendo una total renovación permanente de los vencimientos de capital, más los pagos a los bonos posdefault ( BODEN, préstamo garantizado), no alcanza a ser cubierto con el superávit primario, aun asumiendo un nivel del mismo de 3,5% del PBI en el largo plazo, cosa que es difícil de lograr. Le agregamos una recolocación de 50%-70% de vencimientos de bonos posdefault y nuevas colocaciones voluntarias en los fondos de pensión locales (AFJP y otros) de 50% de lo que recaudan nuevo cada año y aun así faltan fondos para cubrir todos los compromisos asumidos. Nos vemos obligados a suponer que habrá posibilidades para colocaciones de dinero fresco del orden de u$s 1.000/2.000 millones según el año de que se trate, para poder cumplir con la actual oferta. En otras palabras, es difícil que en la práctica se pueda mejorar esta oferta o se logre más con los juicios, pues no aparecerán los recursos.

Puede ser que la forma en que se presentó, como una quita violenta, sea molesta, pero los números son indicativos de un esfuerzo importante por parte de la Argentina.

•El superávit fiscal consolidado de 6% del PBI de 2004 no se puede repetir
a lo largo de los años. No se mantendrán los altos precios de los commodities (soja y otros granos, petróleo), en realidad estos precios ya cayeron 30%; no será tan baja la tasa de interés americana de corto plazo, que significó alta liquidez internacional alta y elevada demanda de productos básicos que la Argentina exporta. Es peor, esta tasa seguirá aumentando. Pero, lo más importante, no se puede mantener la estructura impositiva basada en impuestos al cheque, a los depósitos, a las exportaciones y otros impuestos distorsivos internos. Por lo tanto, lo más optimista que puedo imaginar es un superávit fiscal de 3,5% del PBI, que es lo computado en el punto clave anterior.

•Es negativo el patrimonio neto del Estado nacional.
Esto se puede comprobar en la Web http://www.mecon.gov.ar/hacienda/cgn/cuenta/cuenta.htm donde podemos ver que dicha entidad soberana debe al 31.12.03 la suma de u$s 173.000 millones (1), y sólo tiene activos por u$s 42.000 millones, o sea tiene un patrimonio neto negativo de u$s 131.000 millones y, aun con la quita prevista, seguirá siendo muy negativo. Es decir, no puede responder a sus deudas con la venta de activos y tampoco con el incremento de impuestos, pues ya este mecanismo fue usado hasta el abuso y dichos impuestos están en el tramo al que sólo se apela al final, esto es, en el tramo de impuestos distorsivos. Si fuera una entidad privada, con patrimonio neto negativo debería pedir su liquidación, de acuerdo con nuestro Código de Comercio. Pero la situación es aún peor que lo que se publica oficialmente, pues también tenemos el patrimonio negativo del Sistema Jubilatorio Nacional, que debe ser afrontado por las finanzas públicas, pues el sistema de reparto no hizo la reserva suficiente cuando los empleados y obreros aportaban y aún había pocos jubilados, sino que se gastó la reserva, y ahora tiene que ir también cancelando esta deuda pública invisible que contrajo con los jubilados en los últimos 50 años. Todos los juicios que eventualmente se ganen contra la Argentina se encontrarán con este patrimonio negativo del Estado nacional, por lo que, en la práctica, será difícil cobrar algo más. Adicionalmente, este patrimonio negativo ya lo era cuando se colocaron los bonos en el mercado internacional o local, por lo que los jueces se inclinarán a pensar que el riesgo no se presentó de golpe, sino que cada uno asumió un riesgo alto conscientemente dado que este dato era una información pública clave que estaba en la Web.

•Conclusión:
es necesario como principio pagar las deudas; cuando este principio básico no puede cumplirse por no disponerse de los recursos y no tener bienes para vender y honrar las deudas, se debe pagar lo más posible, pidiendo una reestructuración. Esto último es lo que está haciendo la Argentina. Por lo tanto, lo más conveniente para un bonista es entrar en el canje, y para la Argentina es aprender de esta terrible lección y no endeudarse más que hasta 20% del PBI.

(1) La información oficial se expresa en pesos. Está convertida a dólares considerando el tipo de cambio promedio del año 2003 de 2,954 $/u$s.

(*) Economista

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