La comunicación inclusiva es una oportunidad (y un desafío) para las pymes

Comunicar de manera inclusiva es hacerlo, teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de todos los públicos, independientemente de su raza, etnia, género, orientación sexual, discapacidad u cualquier otra condición personal.

la comunicación inclusiva puede ayudar a las pymes a construir relaciones sólidas con la comunidad, lo que puede conducir a oportunidades de colaboración y patrocinio.

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La comunicación inclusiva ya no es una elección, sino un elemento clave para sobrevivir a la mirada actual de las audiencias. La lupa sobre el modo de tratamiento a los distintos géneros, cómo también de los temas sensibles en estas cuestiones, es una constante que atraviesan desde la empresa más pequeña a la más grande. Por tal motivo las organizaciones que se comunican de manera inclusiva son más propensas a llegar a una audiencia más amplia y diversa. Por consiguiente, aunque no directamente, esto puede traducirse en un aumento de las ventas, generación de leads y la mejora de la reputación corporativa debido a su diferenciamiento.

En este escenario, las pymes en particular, tienen mucho terreno que ganar con este tipo de comunicación. Mostrando su compromiso con la diversidad y la inclusión, lo que muy probablemente, les ayudará a atraer y retener a los mejores talentos, ganarse la confianza de los clientes y construir relaciones sólidas con la comunidad. Ya que por el contrario, una empresa que no tiene la sensibilidad para comprender la diversidad, aceptarla e incluirla en su discurso será muy mal vista.

Comunicar de manera inclusiva es hacerlo, teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de todos los públicos, independientemente de su raza, etnia, género, orientación sexual, discapacidad u cualquier otra condición personal.

Podríamos describir la comunicación inclusiva con los siguientes principios:

• Respeto: todas las personas merecen ser tratadas con respeto, independientemente de sus diferencias.
• Accesibilidad: la comunicación debe ser accesible para todos, independientemente de sus limitaciones físicas o cognitivas.
• Representación: la comunicación debe reflejar la diversidad de la sociedad en su totalidad.

En la práctica, la comunicación inclusiva puede adoptar diversas formas. Por ejemplo, las empresas pueden:

Utilizar un lenguaje inclusivo que evite los estereotipos y las generalizaciones. Adaptar sus materiales de comunicación a las necesidades de los distintos públicos. Utilizar imágenes y vídeos que representen la diversidad de la sociedad. Ofrecer oportunidades de empleo y desarrollo a personas de todos los orígenes.

A su vez, e incluso más importante que tener todas estas premisas claras, es la honestidad comunicacional. Con esto me refiero a que no puede ser una postura, una actitud superficial, o una estrategia aislada de marketing. Debe ser una conciencia admitida por la organización, cómo también promovida y divulgada hacia su interior, para que en su todo cómo institución, esta idea sea natural y cotidiana.

No obstante, en la actualidad aún sigue siendo un factor diferenciador y por consiguiente trae ventajas competitivas frente al resto de empresas que hacen caso omiso a esta realidad. Por lo tanto las empresas que llevan adelante una comunicación inclusiva de manera responsable, en muchos casos gozan de estos beneficios:

Aumento de su alcance: la comunicación inclusiva puede ayudar a las pymes a llegar a una audiencia más amplia, incluyendo a personas que antes no podían acceder a sus productos o servicios.

Mejora de su reputación: las empresas que se comunican de manera inclusiva son percibidas como más comprometidas con la diversidad y la inclusión, lo que puede traducirse en una mejor reputación.

Atracción y retención de talento: las nuevas generaciones, buscan empresas que compartan sus valores. Hay gran cantidad de casos que demuestran cómo las políticas de una organización, pueden alejar al talento joven.

Relaciones sólidas con la comunidad: la comunicación inclusiva puede ayudar a las pymes a construir relaciones sólidas con la comunidad, lo que puede conducir a oportunidades de colaboración y patrocinio.

En conclusión, esta es una realidad ineludible para las sociedades y por lo tanto para las empresas que la componen. Entender, respetar e incluir, son elementos que no se podrán pasar por alto en ningúna estrategia de comunicación en los próximos años. Pero más allá de que no sea una elección, también puede ser un diferenciador. Potenciar sus ventajas y adopción es el análisis que todos debemos hacer.

Te dejo algunos consejos para las pymes que quieran comunicar de manera inclusiva:

• Haz una auditoría de tus comunicaciones actuales. Analiza tus materiales de comunicación para identificar cualquier posible sesgo o exclusión.
• Asesórate con un experto en comunicación inclusiva. Este puede ayudarte a desarrollar una estrategia de comunicación con dichas características, que se adapte a tu empresa.
• Pide feedback a tus clientes y empleados. Escucha a tus públicos para identificar cómo puedes mejorar tu comunicación.

Experto en comunicación estratégica.