La pax entre 2 presidentes
El periodista dialoga con una alta fuente del Banco Central.
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Los inversores se preguntan: ¿vale la pena blanquear?
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Lo que le falta a la Argentina para volver al mercado internacional de deuda
F.: Nada más coordinado: Redrado, como Cristina de Kirchner y su marido, piensan en la necesidad de 4% de superávit. Martín sólo habló de ordenarse, disciplinarse, para alcanzar ese objetivo.
P.: Bueno, ya que estamos de onda, en paz, solucionada la crisis de los discursos, pasemos a otros temas. ¿Qué opina de la candidatura de Carlos Melconian, otro economista como él?
F.: Dudo que gane en Capital, es un error no llevar un candidato a presidente. Los votos no se trasladan y, para medir la popularidad, hay que pararse en Acoyte y Rivadavia para saber quién te saluda. O si alguien te saluda.
P.: Bueno, entonces, no quiero imaginar lo que piensa de Alfonso Prat-Gay.
F.: Ahorremos opiniones, sólo puedo decirle que en tiempos de Prat-Gay era fácil hacer política monetaria con la capacidad instalada ociosa en 40%.
P.: ¿Y de política monetaria no hablan con la Casa Rosada?
F.: La verdad, nunca.
P.: ¿Tampoco sobre el dólar?
F.: Sobre el dólar sí, a Redrado le gusta -aunque estuviera fuera del Central- una paridad de 3,15 a 3,20.
P.: Todo perfecto, entonces; no nos preocupamos por la inflación, aunque sí la seguimos.
F.: ¡Y es cierto! Acá, en el Banco Central, no tomamos el índice del INDEC. Hay que fijarse nuestro informe sobre inflación, lo que ocurre es que nadie se dio cuenta.
P.: ¿Y qué es lo que toman, disculpe la ignorancia?
F.: Nosotros seguimos la inflación núcleo, la que excluye los precios más volátiles del mercado, como energía o alimentos. Es un indicador parecido al que utiliza la Reserva Federal para monitorear la inflación en los Estados Unidos. Hasta me atrevería a decir que, en un futuro cercano, ese índice va a ser el que se utilizará como referencia.
P.: Y, obviamente, ¿le da lo mismo que a Guillermo Moreno?
F.: A nosotros nos da oscilaciones entre 0,4% a 0,9%, nada más.
P.: Me imaginaba. Para no afectar más las relaciones, ¿cómo piensa bajar la tasa? ¿Le preocupa o sólo la sigue?
F.: Mire, al margen de su ironía, esta mañana (por ayer) pusimos a disposición de los bancos mil millones de pesos en pases activos. La idea es terminar con las licitaciones y facilitarles al mercado financiero, a los bancos, que disponen de dinero en función de su cuota de depósitos. De esta manera, un banco que tiene 10% de los depósitos del sistema puede utilizar -si lo desea- 100 millones. De este modo, creemos, vamos a bajar la tasa del call bancario a 10%. También queremos terminar con la especulación de los bancos extranjeros con la tasa de bonos y el dólar fijo. Podemos considerar que el Deutsche Bank tiene problemas de liquidez, pero es obvio que el banco central de su país no lo dejará caer. Lo que no queremos es que traten de salvarse acá.
P.: ¿Casi tiene el lenguaje de Moreno?
F.: No es eso, describo una realidad. Queremos bajar la tasa de interés, corregir anomalías, pero tampoco podemos influir tanto: no olvide que sólo 10% de la actividad del mercado argentino es crédito, ya que el resto es efectivo. Por lo tanto, sólo podemos actuar sobre ese 10%.
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