La calma política por la que transita el Gobierno es toda un rareza en este convulsionado 2025. Javier Milei oxigenó el Gabinete y apunta a generar los consensos para la fase reformista. Y, entre tanto, lograr que la economía comience a crecer.
Charlas de quincho (Parte I): industriales, entre los aplausos a la vista y las quejas por lo bajo
Cumbre de la UIA, con tela para cortar. Autopartistas que se convierten en importadores y parates en biodiésel. La odisea de las automotrices para corregir problemas impositivos. Las fábricas "game over". Jorge Macri se cansó de esperar y volvió más tarde. Expectativas por el 15 de diciembre. Laboratorios multinacionales, entusiasmados con el acuerdo con EEUU. Ecos en Montevideo de los avatares de Buenos Aires.
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Paolo Rocca aportó el matiz en la conferencia de la UIA. Por otra parte, en el mismo evento industrial, fue notorio el fastidio de Jorge Macri con Luis Caputo.
Con ese marco, se llevó adelante la Conferencia Industrial de la UIA, una cita que este año concentraba la mayor atención. Claro, en ese momento no se sabía que horas más tarde se anunciaría, a través de la Casa Blanca (vaya síntoma), el amplio acuerdo comercial entre la Argentina y los Estados Unidos.
En el evento de los industriales, arriba del escenario todo era alineamiento político con el Gobierno, entusiasmo con el triunfo de octubre y reivindicación de la agenda reformista. El matiz lo aportó Paolo Rocca, quien marcó un contrapunto: la necesidad de que haya política industrial y la sentencia de que a un país como Argentina no le alcanza solo con las cadenas de valor ligadas a sus recursos naturales.
Paolo Rocca, la voz crítica en la UIA.
Abajo, en los pasillos del Centro de Convenciones de Buenos Aires, se hablaba por lo bajo de las penurias de distintos sectores productivos. Como las del autopartismo, donde cada vez más productores mutan a importadores y reconvierten sus fábricas en centros de distribución de productos traídos de China. “El mercado interno de autopartes se está muriendo; ya casi solo queda el mercado de repuestos”, le decía un industrial pyme a un colega de la rama alimenticia, quien le respondía con su preocupación sobre las recientes quiebras en el sector lácteo.
Mientras los asistentes acompañaban budines y medialunas con el café del presidente de la 31° Conferencia Industrial, Martín Cabrales, también se comentaban casos de menor resonancia pública. Por ejemplo, la parálisis durante un mes y medio de las plantas de biodiésel que proveen al mercado local. El parate ocurrió entre mediados de septiembre y fines de octubre. Recién volvieron a producir este mes, cuando estaba por materializarse una suba del precio regulado por el Gobierno, que finalmente se oficializó el 10 de noviembre junto con una reducción del corte obligatorio con el gasoil.
“Estábamos 15% abajo del precio que debía regir por ley y no podíamos fabricar. Todavía falta ajustar un 6% para alcanzar el valor que corresponde”, explicaba un hombre del sector.
Automotrices preocupadas por los impuestos
Las empresas automotrices están en alerta por el retraso de las provincias para la devolución de los saldos técnicos de Ingresos Brutos. “Es un problema importante”, expresaba una directiva de las empresas que operan en Argentina, en una espontánea ronda de ejecutivos del sector, con representantes de diferentes empresas.
La ejecutiva está en la línea de fuego entre la compañía y la relación con los diferentes Gobiernos. Han tenido algunas devoluciones pero no es suficiente. Precisamente en uno de los paneles del la 31 Conferencia Industrial de la UIA se advirtió sobre la acumulación de saldos a favor de los contribuyentes de impuestos cobrados por anticipado a través de retenciones en cuentas bancarias.
Multitud en el Centro de Convenciones para la 31° edición de la Conferencia industrial.
Pero más allá de las devoluciones, la gran queja de las automotrices es la carga impositiva que se acumula en toda la cadena productiva. Argentina exporta alrededor de 20% de impuestos, contra un 8% de Brasil y un 0% de México, para comparar con los países de la región que tienen desarrollada la industria automotriz. Más allá de la buena recepción del Gobierno nacional, entienden las empresas que faltan soluciones concretas, ya que también complica a las exportaciones la motosierra en la obra púbica, por el mal estado de las rutas y los accesos a los puertos.
En ese sentido, en ese mini cónclave había optimismo respecto a que Nación eliminara por completo las retenciones a las exportaciones industriales del sector. "Es algo que está al caer", mencionaba un importante hombre del rubro. Esos augurios, en tanto, no se trasladaban a los impuestos provinciales, como Ingresos Brutos, que son los que se acumulan desde el tornillo del autopartista hasta el modelo terminado, generando una carga que se exporta. A diferencia de lo que ocurre en otros países donde el tributo se aplica al consumidor.
En ese sentido, las marcas notaban mejor recepción en Córdoba que en Buenos Aires, las dos provincias que tienen polo automotor. "Llaryora siempre dice: nosotros te mejoramos la oferta", expresaba un directivo, respecto al gobernador cordobés. "Axel no, tiene tantas empresas Buenos Aires que no está ni para las buenas como anuncios de inversiones, ni para las malas", respondía otro. De todos modos, está en carpeta una reunión entre los industriales, automotrices incluidas, con funcionarios bonaerenses para plantear la necesidad de retocar Ingresos Brutos, y que pase vía alguna alícuota de la producción al consumo en todos los rubros. En especial tras la aparición de productos chinos, que llegan sin arancel, y dejan a los locales con poco margen de competir.
En el tema automotriz, el 50% de los cupos para traer modelos electrificados con arancel 0% fue pedido por las marcas chinas, que avanzan en el mercado. Aunque, de todas maneras, la penetración china ronda el 5% del total de ventas, nada significativo. Pero sí preocupa que los chinos invadan los mercados de la región, plazas naturales de la exportación Argentina. "Además de a Brasil, Argentina vende sus autos a los países sin industria de Centroamérica, así como a Perú, Ecuador y Colombia. Ahora se están inclinando por los chinos", se lamentaban. Es que pese a que el mercado creció 55% en lo que va del año, las producción está casi empatada, con los últimos meses a la baja.
De todos modos, había consenso en el buen momento que atraviesa la industria, ya que todas las plantas tienen proyectos en marcha que le dan previsibilidad a futuro. Ford amplió la inversión para la Ranger híbrida, Volkswagen avanza con la nueva Amarok, Stellantis incorporó recientemente dos pick ups en Córdoba, Toyota está cerca de concretar la evolución de la Hilux en Zárate. Las mayores dudas están en General Motors, que produce Tracker en Santa Fe, modelo que también se monta en Brasil. Sin embargo, el rumor que corría en los pasillos de la cita de la UIA es que la empresa está cerca de incorporar un nuevo proyecto y hay quienes dicen que será de la mano de una alianza global con una firma asiática, más precisamente surcoreana, que por el momento solo es importadora en el país. ¿Será?
Game Over
Juan Ignacio Sixto, desarrollador de juegos, logró con asistencia de Inteligencia Artificial generar en videojuego en vivo durante su presentación en la 31 Conferencia Industrial. Con estética de los Arcarde de la década de los 80’, se llamó UIA. Lo generó en menos de diez minutos. “El presente es un prompt”, dijo Sixto, en relación a los vínculos entre humanos e IA.
Desde ya, los industriales no dejaron pasar el momento para decir que en la era Milei las fábricas locales están "game over". "Ya perdimos dos vidas, nos queda la última", seguía el tono jocoso un industrial, con muletillas gamer.
Un escenario concurrido, aunque la realidad se expresó en los corrillos.
En los pasillos de la Conferencia Industrial de la UIA otro temas que dieron vueltas fueron la reforma tributaria y la reforma laboral. Los empresarios creen que se desinflan ambos proyectos que apuntaban, según el Gobierno, a ser algo revolucionario, pero que no saldrá de manera tan contundente. La clase política que se acercó al evento para tejer vínculos con las empresas explicaba que el Presupuesto debería aprobarse este año. Hay optimismo en la tributaria, y observan ciertas dificultades en la reforma laboral, última trinchera de resistencia del peronismo. "Después los diputados que votan tienen que volver a sus provincias y si la mano viene complicada, tienen que dar la cara", señalaba un dirigente que conoce las roscas parlamentarias. Lo decía con hambre, ya que el evento se estiró y recién largaron las cazuelas calientes pasadas las 14 horas, cuando no quedaban casi asistentes. También pasó por allí la senadora Carolina Losada, quien mencionaba la fecha clave del 15 de diciembre, día en que el Consejo de Mayo que ella integra presentará los proyectos resultantes del trabajo multisectorial. En cuanto a lo laboral, se mostró entusiasta por la participación de Martín Rapallini, titular de la UIA, y de Gerardo Martínez por la CGT, las patas clave de cualquier cambio en el régimen laboral.
Pero volviendo a esas lides de "estirar" fue tanto lo que alargó su charla Luis Caputo a primera hora que le generó un fastidio adicional al jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, quien también tenía previsto dar su discurso por la mañana. Los industriales se quedaron con gusto a poco por la presentación del ministro de Economía, quien exhibió muchas filminas pero no especificó políticas para la industria. Es más, no hizo referencia al final del cepo para empresas y señaló que continuará el esquema de bandas por la "volatilidad política".
Jorge Macri retrasó su discurso ante la UIA por lo extensa que resultó la presentación de "Toto" Caputo.
En fin, más allá de esas cuestiones, ya mencionadas, Jorge Macri se hartó de esperar y se fue, para volver al Centro de Convenciones lindero a la Facultad de Derecho pasado el mediodía. Se acumulaban además las sensaciones de la reunión entre ambos de un día antes, cuando no se habían puesto de acuerdo para que Nación cumpliera con el fallo de la Corte respecto al giro de fondos coparticipables a CABA. "No vamos a negociar algo que tiene sentencia firme", dicen que deslizó Macri, aunque pocos escucharon.
Chocolates y recaudación
El titular de uno de los estudios contables mas importantes del país comentó que “no va a pasar nada”, porque no hay margen para reducir impuestos sin afectar al superávit fiscal. Cuando se le preguntó por la idea que anticipó Luis Caputo de reducir tres puntos las cargas patronales se rio: “No es nada eso, no va a pasar nada”,
La 31 Conferencia Industrial Argentina tuvo récord de asistentes, entre ellas, la exministra de la Producción Débora Giorgi, y la exsecretaria de Industria Paula Español, dos figuras de la oposición al gobierno de Milei. Ambas exfuncionarias mantuvieron el bajo perfil y evitaron incluso los comentarios sigilosos.
Hubo 1400 participantes, dijeron desde la UIA, Muchos de ellos aprovecharon los chocolates que se pusieron sobre las mesas de la empresa Arcor para “llevar a sus casas para convidar”. También hubo quien manoteó conitos de dulce de leche y mini alfajores de la emblemática marca marplatense, puestos a disposición para acompañar el café donado por Cabrales, pero que terminaron hinchando bolsillos de empresarios y empleados. "Antes que se los lleve el Estado...", decía un CEO que pasó por allí.
Acuerdo a destiempo
Quién hubiera pensado que horas después de terminada la conferencia la Casa Blanca comunicaría el amplio acuerdo comercial entre los EEUU y la Argentina. Es que la noticia, trascendental, no fue discutida en el evento de la UIA, marco que hubiese sido excepcional para conocer las impresiones en caliente.
No pudo ser. Aunque vía chat los mismos hombres de negocios reconocían que habrá que esperar la letra chica del acuerdo, en especial qué productos puntuales estarán afectados y si habrá cupos establecidos. Desde ya, todos descartan que es una forma de la administración Trump de cobrarse el salvataje electoral a Javier Milei. Con lo cual, dan por hecho que beneficiará más a Washington que a Buenos Aires. No obstante, hubo quienes se entusiasmaron con la llegada de inversiones si es que se abre la posibilidad de exportar con ventajas a los EEUU, mercado de relieve global.
Por caso, la noticia sorprendió a los comensales de una cena organizada por un importante laboratorio multinacional. En la mesa, entre jugosos bifes de chorizo, se comentaba de algunos avances de productos médicos para monitorear en tiempo real enfermedades. De firmarse el acuerdo, bastará la autorización de la FDA estadounidense para poner a la venta inmediatamente esos productos en las góndolas del país, sin costos de lanzamiento ni los tiempos que demanda homologar en la ANMAT argentina.
Así, para las multinacionales puede ser una oportunidad y en el sector creen que no afectará a la producción local de medicamentos, ya que son más baratos en estas pampas que en el Gran País del Norte. Distinto era el caso indio, que sí podía romper el negocio local, más allá de que los organismos regulatorios de ese país asiático "son menos rigurosos", como se dijo en la mesa.
Ecos en la otra orilla
Donde sí hubo esquirlas del acuerdo y de los avatares criollos fue en Montevideo. Una jerarca ministerial uruguaya, que andaba de visita por el Palacio de Gobierno y seguía atenta los sucesos rioplatenses, lanzó: "¿Vieron que el gobierno argentino le va a comprar varias patrulleras oceánicas a Francia, además de un par de submarinos? Lo interesante es que será en condiciones muy beneficiosas de financiamiento: ¡las van a pagar recién cuando estén prontas!".
El legislador la escuchaba y la miraba con esa actitud particular que tienen las personas que saben algo que su interlocutor no sabe. Finalmente le comentó: “Esa compra de material bélico de Argentina es el pago por el apoyo de Francia en el FMI, organismo que le está dando un financiamiento excepcional a nuestros queridos vecinos. En este mundo nada es gratis, compañeros ", planteó con tono de cerrar la discusión.
En ese mismo tono, hicieron una llamada a expertos en comercio internacional, ya que el entendimiento Trump-Milei puede alterar el intercambio regional, en especial entre Argentina y Brasil. “¿Y lo de los puertos?”, preguntó un funcionario con tono de preocupación e indignación. Del otro lado, un breve silencio y luego una respuesta que lo sorprendió: “Los vecinos están levantando vuelo con Estados Unidos y seguramente van a abandonar el Mercosur, porque otra cosa no puede leerse“, dijo el especialista. “La Casa Blanca emitió un comunicado con muchos detalles. Entre otras cosas, señala que se ampliará el comercio bilateral de carnes y que coordinarán para ‘estabilizar el comercio sojero global’... pavadita”, fue el cometario. “¿Y el Mercosur?”, preguntó un funcionario. Silencio.
Continuará...
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