Crece conflicto en gremio agropecuario (con implicancia internacional)

Pablo Ansaloni

Pablo Ansaloni

También una coqueta terraza del microcentro sirvió de punto de encuentro para los hombres de negocios que vienen siguiendo las agitadas alternativas de la política local, además de los temas que directamente le competen. Y entre estos, no son pocos los agropecuarios que vienen mirando el escandalete que rodea al titular del gremio, José Voytengo vs. Pablo Ansaloni, el diputado salido de esas filas y alineado al principio dentro del PRO, cuando reportaba al Partido Fe del histórico dirigente Jerónimo “Momo” Venegas, aunque luego de desaparecido este, y tras los resultados del 19, también tomó la garrocha y “saltó” al justicialismo.

Ahora, Ansaloni, que ya había sido suspendido del gremio, fue denunciado por “liderar un fallido intento de toma la sede central de la Obra Social”- ubicada en el microcentro porteño-, acompañado por un grupo de personas. La semana pasada Voytenco lo había denunciado en la justicia penal por estafa y asociación ilícita, acusándolo de quedarse con más de 10.5 millones de pesos de la obra social.

Pero los conflictos no terminan ahí, ya que también habría diferencias dentro del Renatre, organización tomada como ejemplo en la OIT, que fuera impulsada por Venegas y donde, además de una silla para el gremio, hay otras 4 para las entidades nacionales del campo que son las que aportan según la nómina de empleados, y con las que se alternan la presidencia.

Este tema, que se completa con las periódicas pulseadas para imponer bolsas de trabajo, o con los transportistas que intentan captar más afiliados para sus filas, complican el panorama empresario. Y no es lo único, ya que hechos recientes de aparente contrabando acaecidos alrededor del río Paraná, ya generaron más de una consulta de varias casas centrales de multinacionales granarias que operan en el país, pidiendo explicaciones. Es que tanto en Estados Unidos, Canadá, o Europa, semejantes cuestiones no son aceptables y son sancionadas directamente en forma interna, y no solo por el país donde se cometieron. A su vez, luego de los ataques terroristas contra los EE.UU. de septiembre de 2001, la Organización Marítima Internacional (OMI), de las Naciones Unidas, trabajó intensamente, junto con los países interesados, para impedir que el transporte marítimo se convierta en blanco del terrorismo internacional y de otros actos ilícitos como el contrabando.

Según comentaba uno de los más activos, de comprobarse irregularidades, “los puertos argentinos podrían rebajar su categoría en términos de seguridad, lo que elevaría las primas de riesgo y la Argentina perdería, consecuentemente, competitividad internacional y así mercados internacionales, al encarecer los productos locales de exportación”, comentaba el hombre.

Dejá tu comentario

Te puede interesar