29 de junio 2007 - 00:00

Comenzó Kirchner a armar el cerco en torno a la Capital

Néstor Kirchner empezó ayer a juntar leña para el debate sobre la autonomía de la Capital Federal que le prometió a Mauricio Macri estará terminado por el voto del Congreso antes del 15 de agosto. En un discurso de tono jovial -bromeó con el secretario de Obras Públicas, José López, llamándolo «este peladito», escarnio que el funcionario festejó con risas- señaló a la Capital como el distrito que abandona al resto del país y cree que el interior es «el patio trasero» de la Argentina.

El Presidente le prometió al jefe de Gobierno electo -¿se querrá llamar gobernador, apelativo que rechazaron Fernando de la Rúa y Aníbal Ibarra por considerarlo desacreditado?- que le daría el quórum y el voto para la reforma que le reglamentó la cláusula constitucional de autonomía del distrito. Lo que no le dijo, porque no puede, es qué diseño tendrá el nuevo estatuto porque eso depende del voto de las provincias, algo que no puede comprometer éste ni ningún otro presidente.

La actitud de Kirchner deja claro con qué voluntad «colaborará» con este empeño de Macri, que en realidad replica los pedidos de anteriores administraciones y de los candidatos en la última elección.

  • Clave

  • Cuando el jefe de PRO le pidió al Presidente ayuda para tener Policía propia, Kirchner le respondió: «Lo mismo me pedía acá Alberto Fernández desde que asumimos, pero no hemos podido hacer nada». Ayer en gobierno reseñaban esta respuesta como la clave de lo que piensa hacer Kirchner con ese reclamo. Muy poco, y menos si el 10 de diciembre deja la atención del gobierno en manos de la señora.

    Ese escepticismo sobre lo que en realidad se completa con otra percepción que han tenido anteriores administraciones cuando bajaron sin mucha pelea la bandera de la Policía propia. ¿Es acaso un reclamo público? Nadie festejó la consulta llamada por Jorge Telerman para el 24 de junio pasado, ni tampoco nadie la lloró al levantarla.

  • Interrogante

    ¿A quién le interesa el traspaso de la Policía? A quienes creen que un cambio de jurisdicción mejoraría la prestación del servicio de seguridad. ¿Cuán cierto es que la Capital pueda ser una isla en la tercermundización de la Argentina? Los planes Arslanian crearon en la provincia de Buenos Aires 32 «departamentales» que equivalen a una jefatura de Policía en sí mismas, además de las policías comunales, y la Bonaerense 2, pero no parecen haber frenado ninguna ola de delitos.

    También les debe interesar crear una Policía porteña a los políticos que creen podrían beneficiarse de una mejora de la seguridad creyendo que el público vota eso. El público que votó en las últimas elecciones reclama un freno a la ola criminal, pero ni Telerman ni Filmus perdieron por no dar seguridad. Seguramente los votantes le recriminan por la inseguridad al que maneja la Policía, es decir, al gobierno Kirchner, que es el que pierde las elecciones, por no dar seguridad.

    También deben estar interesados en ese traspaso, que se pide con poco análisis, los beneficiarios de las compras de pertrechos policiales o los que creen que les puede convenir tener un servicio de inteligencia propia.

    ¿No tendrán que arrepentirse en el futuro por nuevos gobernantes de haberse plegado a esta moda de pedir Policía propia cuando entonces, con razón, se les reclame por la seguridad que no dieron, quizá porque viene del conurbano, que se alimenta de los pobres del interior y de las fronteras francas con los países limítrofes donde se asientan barones de la droga y organizaciones mafiosas? No sea que dentro de algunos años un gobernante porteño le quiera devolver a la Nación la Policía para que no le pidan más por una seguridad que no podía dar, aunque quisiera. Algo de eso debe entender Kirchner y de ahí la poca pasión que desde ayer muestra en favor de la iniciativa de Macri.
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