La situación del estamento legislativo para completar el formato de 20 para el Consejo de la Magistratura ofrece un panorama de “mamushka” de judicializaciones bastante compleja para desentrañar. Ayer, la Secretaría General del órgano de selección y remoción de jueces envió a la Corte Suprema los denominados “títulos” tanto del senador kirchnerista Martín Doñate como de la diputada radical Roxana Reyes, quienes fueron seleccionados por cada Cámara para integrar el cuerpo. Casi 20 días después de que caducara el plazo que había fijado el máximo Tribunal para regresar al modelo de 20 consejeros, quedaron a las puertas de jurar. Pero no es tan sencillo. Veamos.
Consejo de la Magistratura: arribaron a Corte nominaciones de Doñate y Reyes
Escenario de judicialización extrema. El papeleo formal recién ayer se cumplimentó. Todo trabado por “mamushka de recursos”. Se definirá en acuerdo de ministros y no sirven ejemplo del pasado.
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El Consejo remitió a la Corte los papeles y la carta de nominación de cada presidencia de Cámara firmados por Cristina de Kirchner y Sergio Massa, respectivamente, así como también las impugnaciones. La de Luis Juez de Juntos contra Doñate y la de Germán Martínez del Frente de Todos contra Reyes. Esta última, como informó Ámbito, iba a funcionar como un espejo, precisamente para llegar a esta instancia igualada. Si la silla de Doñate estaba amenazada la de la radical también lo estaría. Sumado a eso, llegó a la Corte la carta que escribió Juez y que acompañó Humberto Schiavoni del PRO pidiendo al máximo Tribunal que no le tome juramento a Doñate. Todo ese paquete arribó a la Corte anoche.
Pero también, arribó el pack judicial que se desató ante esta situación que sumó papelerío al trámite. Juez acudió primero al fuero Contencioso Administrativo Federal. Allí cosechó un sonoro revés de parte del juez Pablo Cayssials que rechazó el amparo. Es decir, se expidió sobre el fondo de la cuestión. Dato no menor. Ante eso, el cordobés acudió a la Cámara Contencioso pero salió sorteada la Sala V, algo que disgustó a los apelantes. Sin embargo, los camaristas aceptaron el recurso y otorgaron 48 horas para correr vista a las partes. Pero aun así, Juez y Schiavoni presentaron ante la Corte un recurso por salto de instancia. El “per saltum”. ¿Qué instancia estarían salteando? Nadie sabe. Pero llegó también a la Corte.
Hubo un dato que pasaron por alto desde todos los sectores. En 2015, cuando una jugada política similar le permitió a Pablo Tonelli arrebatarle una banca al kirchnerismo, la judicialización formal llegó con posterioridad. Ese caso lo vuelve singular y no homologable y de seguro no asimilable al del resto de los estamentos a los que ya se les tomó juramento como jueces, abogados y académica. Tampoco sirve apelar a la memoria histórica del caso de Pablo Bertuzzi en la Cámara Federal y su simultánea apelación y per saltum. ¿El motivo? Es simple: ese era un problema del Poder Judicial, no del Legislativo.
Por su parte, el juez contencioso Martín Cormick también rechazó la medida de no innovar presentada por Martínez como jefe de bloque del FdT contra Reyes y el juego del espejo lo depositaría en instancia de apelación. Entonces, el dúo Doñate-Reyes quedó judicializado en todas las instancias. En primera, en Cámara y también en Corte. La solución arribará cuando los jueces analicen esa problemática en acuerdo de ministros. No será esta semana porque la reunión ya se concretó. Luego llegará la acordada de rigor. ¿Puede ocurrir la semana que viene? Es posible. Lo que es seguro es que ambos se acoplarán a un consejo en marcha que estrenó dinámica con el caso de la exclusión del juez Bento pero que calienta motores para varios cambios y reorganizaciones para adaptarse a la nueva etapa.
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