31 de marzo 2006 - 00:00

Decide el ARI las alianzas para 2007

Elisa Carrió
Elisa Carrió
Elisa Carrió se entregará el fin de semana al segundo congreso del ARI en las playas marplatenses, donde se discutirá un pomposo documento en oposición a la estatización de la empresa de aguas. Más que un manifiesto, la deliberación viene a cuenta de varios cuestionamientos que desde la Capital Federal y otros distritos menores se vienen haciendo a sí mismos por lo que consideran que el ARI estaría cambiando el rumbo.

De ese modo con la discusión de «La nueva matriz de saqueo. Desestatización por desapoderamiento final. El nacimiento del patrimonialismo corrupto», el sábado Carrió piensa reconfortar a su tropa, «volviendo a las fuentes».

Después del debate de ese documento de 28 páginas, será el domingo cuando Carrió deba abocarse en otro debate espinoso en una fuerza donde una sola persona concentra el carisma partidario.

Los aristas, seguramente, firmarán por unanimidad las conclusiones del documento, que expresa que «en definitiva, es evidente que estamos ante la presencia de una matriz que bajo la apariencia estatizante realiza privatizaciones encubiertas sin reglas y sin licitaciones, decididas discrecionalmente por un ministro, administrador y articulador de los negocios públicos y privados con ciertos grupos económicos. Es un sistema patrimonialista y corrupto, hacia el interior del poder, con la complicidad de algunos empresarios argentinos».

La legisladora reniega de haberle dado tanto cartel, por caso, a Graciela Ocaña, quien finalmente partió a las filas kirchneristas. Será por ese temor, quizá, que en el ARI no la secundan figuras de peso y, en las puertas de una temporada electoral, los líderes partidarios del distrito claman por un espacio de figuración, como suele suceder.

A pesar de que Carrió es sólo uno de los miembros de la mesa nacional del ARI, que integran entre otros Alicia Gutiérrez (Santa Fe), Pablo Fahille (Capital Federal) y Marcela Rodríguez, se sabe que todos los aristas la consideran líder única del partido político.

La mecánica del segundo congreso nacional del ARI es una reunión de dirigentes de todos los distritos el primer día, y luego, en la segunda jornada, se celebra el tercer encuentro, del que participan también legisladores nacionales y provinciales.

Es ese el momento en que los aristas continuarán un debate que iniciaron en noviembre pasado, tras los comicios, para sumirse en un cuarto intermedio de seis meses. Uno de los puntos en suspenso es si el ARI, para la temporada 2007, hará alianzas en función de la competencia electoral, una experiencia que le fracasó en Capital Federal cuando se sumó a la efímera fuerza porteña del destituido Aníbal Ibarra.

Otro de los temas lo han titulado «el dilema de cómo complementar la construcción orgánica con liderazgos fuertes», casi un rebuscado eufemismo para reclamar posiciones mediáticas, más cartel «con iniciativas» por parte de los dirigentes distritales, con la idea de que «no se autocensuren» en ese camino.

Carrió encuentra a su partido con algunos frentes de disputa. Córdoba, por ejemplo, se encuentra intervenida y en Capital Federal recién se aplaca el simbronazo que causó en principio la incorporación de radicales como Enrique Olivera y después la destitución del ex jefe de Gobierno.

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