El debate por el Presupuesto 2026 está a punto de volver a foja cero. El período de sesiones ordinarias culmina este domingo y, con el recambio parlamentario, los dictámenes de la “ley de leyes” pierden vigencia. Si el presidente Javier Milei convoca a extraordinarias, el Congreso tiene apenas 21 días para avanzar con su sanción. De lo contrario, el Ejecutivo deberá reconducir por tercer año consecutivo la hoja de ruta sancionada durante el último tramo del mandato de Alberto Fernández. Mientras tanto, los gobernadores esperan concesiones por parte de la Casa Rosada para acompañar la iniciativa.
El debate por el Presupuesto 2026 vuelve a foja cero y Milei pone a prueba su etapa dialoguista
El Congreso tendrá apenas 21 días para avanzar con su sanción. De lo contrario, en lo que sería un hecho inédito, el Ejecutivo deberá a reconducir "la ley de leyes" por tercer año consecutivo. Los gobernadores siguen a la espera de un gesto por parte de la Casa Rosada para avalar esa y otras leyes impulsadas por el gobierno libertario.
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Si el Congreso no sanciona la ley antes de fin de año, Milei reconducirá el Presupuesto por tercera vez.
Semanas atrás, el oficialismo, gracias al acompañamiento de aliados como el PRO y la UCR, se alzó con el dictamen de mayoría en la comisión de Presupuesto que preside “Bertie” Benegas Lynch. Pero los libertarios no llevaron el Presupuesto al recinto de la Cámara de Diputados. El motivo es simple. A partir del 10 de diciembre, el gobierno de Javier Milei contará con una posición mucho más ventajosa en ambas Cámaras. Es decir, requerirá cosechar menos votos extra libertarios (y, por tanto, hacer menos concesiones) que si lo hiciera antes del recambio legislativo.
Pero los tiempos apremian: de no ser sancionado el Presupuesto 2026, a partir del 1 de enero ocurrirá algo histórico. Por tercer año consecutivo, un gobierno nacional prorrogará la “ley de leyes”. Que, para colmo, en este caso fue sancionada cuando Sergio Massa era ministro de Economía (además de candidato a presidente). Es decir, una hoja de ruta con una impronta muy distinta a la de La Libertad Avanza.
Los tiempos apremian por varios motivos. Recién el 10 de diciembre inicia, oficialmente, el mandato de los diputados y senadores electos el 26 de octubre. Todo esto pese a que los primeros jurarán en la sesión preparatoria convocada para el 3 de diciembre y, los segundos, este viernes 28 de noviembre. Es decir, entre el 30 de noviembre y ese día, el Congreso no puede funcionar porque, entre otros motivos, Milei tampoco convocó a extraordinarias. Recién lo haría a partir del 10, cuando ya rija la nueva composición parlamentaria.
En otras palabras, la Cámara de Diputados primero y el Senado después, tienen apenas 21 días (con los feriados por Navidad y Año Nuevo en el medio) para concretar varios pasos decisivos. Por un lado, en ambas cámaras se deberían conformar las comisiones de Presupuesto. Una de las más codiciadas porque por ese cuerpo de trabajo pasa cualquier proyecto de ley que tenga impacto en las cuentas públicas.
Es cierto: esas negociaciones pueden ir avanzando en la previa al 10 de diciembre, para convocar lo antes posible a la comisión y así concretar la firma del dictamen. Cuesta imaginar que, en esa instancia, a LLA se le complique reunir las firmas necesarias para alzarse con el dictamen de mayoría. Lo logró con la composición actual, pese a encontrarse en minoría.
Presupuesto 2026: los desafíos de Milei
El principal desafío que tiene Milei es lograr la aprobación en el recinto. Al menos hasta ahora, los gobernadores siguen sin respuesta frente a los pedidos que le hicieron llegar al Presidente, a través del ministro del Interior, Diego Santilli.
Los mandatarios provinciales piden respuestas ante los reclamos de fondos para obras y que el Ejecutivo los autorice a tomar deuda en moneda extranjera. Pero la lista sigue: 13 provincias reclaman que Nación salde sus deudas con las cajas provinciales; también hay reclamos en torno al reparto más equitativo de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y de lo recaudado por el Impuesto a los Combustibles Líquidos. Además, hay pedidos puntuales por la coparticipación, que hacen La Rioja y CABA.
De no ceder, al Gobierno se le podría complicar cosechar los votos para la sanción del Presupuesto o bien, que haya una devolución de gentilezas en futuras leyes que impulse la Casa Rosada, como la tan anunciada Modernización Laboral y la Reforma Impositiva.
Al mismo tiempo, al menos la versión que envió Milei al Congreso el 15 de septiembre, tampoco contemplaba las tres leyes insistidas por ambas Cámaras tras el veto presidencial. Ellas son la Emergencia en Discapacidad, la Ley del Garrahan y la de Financiamiento Universitario.
El reclamo para su inclusión lo hicieron los diputados de Encuentro Federal y de Democracia para Siempre, de donde LLA podría cosechar algunos votos extra para hacerse con la media sanción. Pero, una vez más, no hacer ninguna concesión podría complicarle el panorama a Milei.
Ahora bien, aun si Milei sorteara la Cámara de Diputados, el proyecto del Presupuesto 2026 debería recorrer el mismo camino en el Senado. Allí los tiempos son otros. El reglamento establece que, entre la firma del dictamen y su tratamiento en el recinto deben pasar 7 días. Es decir, aun si no hubiera contratiempos a la hora de conformar la comisión de Presupuesto y aún si LLA reuniera las mayorías en el recinto, deberá respetar ese lapso. Salvo que (cuesta imaginar) reúna los dos tercios de los votos para habilitar su tratamiento sobre tablas.
¿Qué pasa si el Congreso no sanciona el Presupuesto 2026?
Tanto el Gobierno Nacional como el grueso de los mandatarios provinciales coinciden en algo (al menos cuando se pronuncian en público): "la Argentina necesita un presupuesto". Entre otras cosas, por las consecuencias que podría tener a los ojos del FMI y “los mercados” una nueva prórroga presupuestaria. Incluso en Fuerza Patria, por lo bajo, admiten que es mejor un mal presupuesto que la ausencia de uno.
Es por eso que si efectivamente el Gobierno tiene voluntad de contar con una hoja de ruta avalada por el Poder Legislativo, podría reconducir el Presupuesto y, en paralelo, convocar a extraordinarias para que el Congreso siga debatiendo el tema en enero. Una vez sancionado, se pondría en vigencia, dejando atrás la reconducción del Presupuesto massista, redactado en septiembre de 2022.
La otra alternativa es que a partir del 1 de marzo, cuando inicie el período de sesiones ordinarias (y el Congreso ya no necesite del aval del Ejecutivo para sesionar), la oposición podría forzar el debate del Presupuesto. Pero, Milei tiene el as del veto bajo la manga. Veto que, con el tercio garantizado en Diputados a partir del 10 de diciembre, fácilmente sería blindado en el recinto.
Así las cosas, en los próximos días quedará a la vista si Milei verdaderamente quiere contar con un Presupuesto (o si prefiere seguir gobernando de manera discrecional) y si efectivamente tiene intenciones de consensuar con los gobernadores "afines", tal cual proclamó luego del inesperado triunfo del 26 de octubre. O si la foto con la veintena de mandatarios provinciales fue solo eso: una foto.






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