El Senado convirtió en ley el límite al 2x1 para represores
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La nueva legislación aprobada este miércoles establece que ese cómputo "no es aplicable a conductas delictivas que se encuadren en la categoría de delitos de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra, según el derecho interno o internacional".
Además, consigna que para el resto de los delitos, el beneficio sólo puede aplicarse a "aquellos casos en los que el condenado hubiere estado privado de su libertad en forma preventiva durante el período comprendido entre la entrada en vigencia y la derogación de esa ley", es decir, entre 1994 y 2001.
El debate de los senadores reflejó las coincidencias respecto de la política de derechos humanos pero también las diferencias políticas y las suspicacias en torno al fallo emitido la semana pasada por el máximo tribunal.
En este sentido, los senadores radicales de Cambiemos reivindicaron el rol de la UCR, con el expresidente Raúl Alfonsín a la cabeza, en los juicios a las Juntas Militares y ratificaron su adhesión a la política de derechos humanos que se fue consolidando "con avances y retrocesos" desde en 1983 hasta la actualidad.
Los legisladores del PRO en el interbloque oficialista, en tanto, se concentraron en rechazar de plano cualquier suspicacia respecto de una supuesta injerencia del Gobierno de Mauricio Macri en el fallo de la Corte y pidieron "no poner en otro poder del Estado responsabilidades que no tiene".
En cambio, el ala kirchnerista del PJ-FPV vinculó directamente a la Casa Rosada con la sentencia del máximo tribunal al recordar "expresiones de funcionarios" que "pusieron en duda el número de desaparecidos" y que "hablaron de curro de los derechos humanos", al tiempo que hablaron de una "nueva mayoría automática" en la Corte, en alusión a lo ocurrido durante el gobierno menemista.
Otro enfoque sobre el tema tuvieron el peronista federal Adolfo Rodríguez Saá y el jefe del bloque PJ-FPV, Miguel Pichetto, quienes retomaron la idea de "rearmar" la Corte Suprema y ampliar la cantidad de miembros, al mismo tiempo que cuestionaron a Highton de Nolasco por permanecer en su puesto más allá de los 75 años, edad límite establecida por la Constitución.
El martes, en un hecho poco habitual, el debate en Diputados aglutinó a todas las fuerzas de la Cámara, que se unieron para alterar el temario de la sesión prevista con el fin de incluir el tema de la conmutación de penas sobre el que se expidió la Corte Suprema. Sólo contó con el rechazo del salteño Alfredo Olmedo.
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