13 de enero 2005 - 00:00

Fondos y aprietes, arsenal violento de interna del PJ

Felipe Solá, Graciela Giannettasio y Osvaldo Mércuri
Felipe Solá, Graciela Giannettasio y Osvaldo Mércuri
Néstor Kirchner surfea sobre el mar de lava que segrega la interna peronista. No lo rozó, todavía, ninguna esquirla pero la virulencia que día a día agrega la pulseada entre Eduardo Duhalde y Felipe Solá tarde o temprano chorreará su furia sobre la Casa Rosada.

Cada vez está más próximo el límite que se autoimpuso Kirchner -el Presidente se lo dijo a Solá y Alberto Fernández se lo advirtió a Duhalde-, para no incursionar en ese territorio hostil: que la gobernabilidad en la provincia de Buenos Aires no se ponga en riesgo.

Y ayer la institucionalidad bonaerense quedó al borde del abismo. Como jamás lo había hecho hasta ahora, el duhaldismo desparramó en público una acusación -voceada mucho en privado-contra el gobernador imputándole haber « apretado» intendentes para que se sumen a su línea interna.

Fue la respuesta envenenada a una ráfaga envenenada: la que disparó, antes de ayer, con amparo de Solá y desde Casa de Gobierno, un grupo de diputados felipistas al denunciar que el aumento de $ 34 millones que se otorgó la Cámara de Diputados tenía por destino financiar la interna.

Ayer, todavía dorado, Osvaldo Mércuri y Juan Garivoto, presidente de la Cámara y del bloque PJ, se dedicaron a justificar el destino de esos fondos para despejar la sospecha que sembró el felipismo respecto de que estaba destinado a una «caja negra» de uso político.

Pero a las referencias sobre el «salariazo» de los diputados, le agregaron pólvora: denunciaron una «operación política» apañada por Solá a través del ministro de Gobierno, Florencio Randazzo, y, más duros, dijeron que desde el gobierno se «apretó» a intendentes para que adhieran al espacio que comanda el gobernador.

• Alejamiento

No hubo, claro, nombres propios. Pero Garivoto apuntó al mecanismo que, dijo, se usó para premiar a los leales y castigar a los infieles: los Aportes del Tesoro Provincial (ATP), una partida que estimaron en «$ 200 millones» y cuyo destino dijeron desconocer.

«¿Cuánto y adónde fueron los ATP el año pasado? Ese es el secreto mejor guardado de la provincia»,
exageró Garivoto identificando al blanco de sus empellones: el ministro de Gobierno, cartera que digita el reparto de esos fondos.

Randazzo recogió el guante y respondió de inmediato. Unas horas después de la mansalva de los duhaldistas, el funcionario repartió un informe señalando que durante 2004 la coparticipación municipal creció 32% y superó los 4.100 millones de pesos.

Y, punto central, señaló que
99,6% de los fondos que se transfieren a los 134 municipios de la provincia se realizan en forma «automática, diaria y descentralizada».

Dentro del 0,4 restante se encuentran los ATP.

Ese golpe a golpe aleja la posibilidad de una reconstrucción sin sangre del vínculo entre Solá y Duhalde. No bastan los salmos duhaldistas, como el que ayer repitieron
Mércuri y Garivoto, diciendo que la interna partidaria no debe afectar la administración.

«La indicación de Duhalde
-corearon Mércuri y Garivoto- es que acompañemos la gestión del gobernador.» Minutos antes, ambos diputados habían eslabonado ataques contra Solá. «El apriete de intendentes forma parte de un proceso ciertamente bastante peligroso que está ligado al clientelismo político», dijo el jefe del bloque PJ, mientras Mércuri asentía a su lado.

Anoche, continuando la saga, los diputados felipistas refutaron esa acusación y retomaron la cuestión más sensible -el incremento presupuestario de la Cámara-disconformes con la explicación oficial.
«El año pasado aumentaron 18 millones para recuperación salarial ¿ahora otros 34?»

• Advertencia

Maquinaban anoche en la Casa de Gobierno de La Plata que hasta los senadores duhaldistas le habían advertido sobre lo inapropiado de esa sanción. Es cierto: en su momento, la vicegobernadora, Graciela Giannettasio, le sugirió a Mércuri que no avance con el presupuesto legislativo.

La reacción de los legisladores que responden a Solá desnudó la resolución que ayer tomó el gobernador durante una minicumbre con sus principales colaboradores.
«Nosotros no nos metemos más: esto es una pelea de diputados contra diputados», avisó.

Lo escuchaban, tomando nota, Randazzo; el secretario general de la Gobernación,
Ricardo Bozzani; el jefe de Gabinete, Rafael Magnanini; y el secretario de Medios, Néstor Machiavelli. La orden apunta a delegar la pulseada parlamentaria en dos de sus diputados leales: Raúl Pérez y Nicolás D'Alessio.

Solá quiere despegar de ese incidente para focalizar que su prioridad es la gestión. Igual, hoy tendrá que vencer la tentación de no zamarrear en público a los diputados duhaldistas cuando comparte un escenario en un acto en José C. Paz junto a
Néstor Kirchner.

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