14 de febrero 2006 - 00:00

Forcejean los kirchneristas por el posjuicio a Ibarra

Aníbal Ibarra
Aníbal Ibarra
La pelea por la candidatura porteña para 2007 tiene centro hoy para el kirchnerismo porteño en la Sala Juzgadora de la Legislatura, donde se sustancia el juicio político contra Aníbal Ibarra.

Tanto para quienes piensan hoy en la reicorporación del suspendido mandatario como para los que aseguran que la destitución sigue su curso, dentro del oficialismo hay una certeza: después del veredicto, habrá otro gobierno que estaría integrado según cómo se acomoda cada porción en el resultado final del juicio. Es decir, ya sea con Ibarra de regreso favoreciendo a sus aliados en el proceso de la vuelta o con el subrogante Jorge Telerman cumpliendo mandato hasta 2007 y construyendo desde allí, con generoso presupuesto, una candidatura que sostengan propios y aliados tal como sueña.

Une a las diferentes porciones del oficialismo porteño el afán de consagrar un candidato que el año que viene le dé a Néstor Kirchner una porción mayor de adhesiones que la que hasta ahora le ha ofrendado el electorado de la Capital Federal.

• Clave

Nadie aventura candidato cierto en una larga lista de postulantes que encabezan hoy el propio Telerman, Daniel Scioli y hasta Alberto Fernández que no abandonó del todo ese proyecto, pero en cambio consideran que la clave pasa por el recinto de la Legislatura, donde los tres kirchneristas que integran la sala de juzgamiento responden a inquietudes de grupos superpuestos. Uno, referenciado más con A. Fernández a través de ministros de Gobierno y con la idea de sostener la vuelta; otro, más cercano hoy a la porción que animan Juan Carlos Gullo y Carlos Kunkel, donde han comenzado a reparar si la destitución de Ibarra es procedente tal como vienen los testimonios en la sala que lo juzga; el tercero, con amigos y aliados en las dos vertienetes y un voto en duda.

Pero el regreso de
Ibarra únicamente podría darse no sólo si el kirchnerismo aportara para esa causa más de un voto, sino que, además, requerirá de la ayuda de otros aliados, como el ARI.

Los aristas esperan que esta semana regrese
Elisa Carrió de vacaciones para pedir una audiencia en la que puedan reflejarle lo que se ha manifestado en la sala y consideran contundente para destituir al jefe porteño o para regresarlo a su sillón. Es claro que si Ibarra vuelve a su puesto, deberá ser generoso con quienes provocaran el regreso, es decir, con el kirchnerismo, el socialismo, los propios y, eventualmente, los aristas.

• Nuevos amigos

En cambio, la permanencia de Telerman estará ajustada a otros compromisos, además del K donde el suplente ha confiado contar con amigos más que en otras porciones. Su relación con Alberto Fernández no ha cambiado, es decir, no se ha movido de la distancia que mantienen, pero, en cambio, curiosamente, Telerman, desde que asumió el reemplazo el 15 de noviembre del año pasado, se ha encontrado con amigos nuevos del ibarrismo.

Le han prometido, a tan buenasmigas resueltas en poco tiempo, la conformación de partido propio y el apoyo a su candidatura de 2007 ya sea que termine el mandato o que vuelva a ocupar la vicejefatura. Por lo tanto, un regreso de
Ibarra, además, deberá conformar en el nuevo plantel también a Telerman con sus aliados del kirchnerismo aun distintos de los de Ibarra.

De ese modo, han comenzado las especulaciones dentro del oficialismo para el día después de la conclusión del juicio a
Ibarra, que se calcula tendrá sus votos antes del 10 de marzo.

Recién entonces, los kirchneristas que se vean favorecidos por el resultado provocando un salto a la gestión municipal de sus seguidores lanzarán la campaña 2007, donde parece haber quedado bien posicionado
Telerman, quien, además, cuenta con buenas relaciones dentro del peronismo que acompaña hoy a Mauricio Macri.

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