Clásico: gobernadores K critican a Ciudad por fondos (modo post 2023)

Los mandatarios también apuntan a Alberto Fernández y juegan a dos puntas para quedar inmunes ante malas gestiones provinciales.

Gerardo Zamora. 

Gerardo Zamora. 

La insólita promesa del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de bajar impuestos si la Corte Suprema “devuelve” los fondos que le quitó Alberto Fernández generó en las últimas horas una clásica unión de mandatarios provinciales kirchneristas contra el alcalde de la Ciudad. En realidad, la jugada no apunta a la disputa judicial en cuestión, sino a un posicionamiento de cara a las elecciones presidenciales de 2023 y mantener, como objetivo principal, un círculo vicioso a favor de los jefes distritales, quienes buscan miles de millones de pesos e inmunidad ante sus malas gestiones para seguir en sus cargos, sin importar los destinos de las fuerzas que comanden el país.

“Como nosotros los porteños somos ‘repiolas’, si ustedes -en referencia a la Corte Suprema- me dan esa ‘manito’ y me dictan la medida cautelar que les pedí, les prometo que esa guita que seguiremos manoteando la voy a usar para bajar los impuestos a todos nuestros votantes de Barrio Norte y zonas aledañas”, disparó, por caso, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, en un penoso mensaje por redes sociales desde una de las provincias más pobres del país.

Zamora fue un aliado circunstancial del macrismo, aunque nunca dejó de lado su conexión con el kirchnerismo. Su esposa, la actual senadora y exgobernadora Claudia Ledesma Abdala, es una fanática de Cristina de Kirchner -que vive en las “zonas aledañas “ a Barrio Norte mencionadas por el mandatario- y a todo le dice que “sí”.

Las declaraciones de Zamora también apuntaron a la Corte, que le impidió en 2013 el sueño de la re-reelección. Más allá del contexto y la historia, lo único que interesa a los gobernadores, por encima de cualquier bien para el país, es el arca local. De allí el posicionamiento contra la Ciudad no sólo ahora, sino de cara a una hipotética gestión de la actual oposición desde 2023.

Otras críticas llegaron desde Santa Cruz, a través de Alicia Kirchner. A diferencia del resto de los gobernadores peronistas o kirchneristas, la mandataria no sólo consiguió generosas transferencias de fondos desde Nación durante la era Cambiemos, sino que fue una de las que más ajustó a nivel local y logró -gracias a la ley de lemas- ser reelecta. El resto sólo jugó a favor en un par de leyes en el período 2016-17 y tardó menos de un año en reventar el Consenso Fiscal de fines de 2017, que impulsaba una baja prudencial pero constante de tributos. Muchos siguen en su cargo pese a la “crisis” generada por el macrismo.

Un tema muy importante, y siempre a punto de estallar, involucra a la demencial diferencia de precios del transporte en el interior, en comparación con el Amba. Podrían agregarse otras tarifas, y ninguna defensa es posible en este sentido, ya que las provincias tienen todas las de ganar. Lo lamentable es que no se busca un equilibrio para blanquear los precios reales, sino que se sugiere que Nación continúe con el aporte de cifras estratosféricas.

En todas estas discusiones no aparece la Buenos Aires de Axel Kicillof, la mayor beneficiada desde 2020. Los gobernadores hacen silencio, como desde 2003, e incluso le tienen terror a Cristina de Kirchner. Otros piden ayuda al Papa Francisco y a jugosos voceros extraoficiales en distintos medios. De allí la necesidad de pelearse contra alguien, aunque sea una actuación. Distinto era el caso de los mandatarios provinciales de hace 25-30 años. En ese entonces, existía la política. En la actualidad son una parte muy grande del problema.

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