El gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, cuestionó ayer con dureza «al grupo de inadaptados y provocadores que agraviaron a Perón y a la familia peronista».
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Según Romero, «las internas de cualquier tipo se dirimen en el campo de las ideas por el sufragio» y «la democracia no admite otra expresión de disidencia».
Para el mandatario norteño, «la violencia debe ser condenada categóricamente en todos los planos de la sociedad argentina». «Estos violentos merecen ser individualizados por parte de los organizadores, porque llenan de vergüenza al tejido social de los argentinos», dijo.
Además lamentó que «los violentos funcionales o conscientes impidieron que la mayoría de los peronistas convocados por la figura de Perón le rindiéramos el homenaje que el tres veces presidente de los argentinos merecía».
«Debemos normalizar el PJ; la democracia interna ayudará a terminar con estos violentos», pidió Romero, en este marco.
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