«El adelantamiento de las elecciones es sólo una muestra más de que el gobierno no sabe qué hacer, una huida hacia adelante. Si siguen sin concretar las reformas necesarias y urgentes, en 45 días deberán anunciar que los comicios se adelantan aún más.» Durísimo con el gobierno, el economista Ricardo López Murphy encontró terreno fértil para su diatriba entre los empresarios españoles que lo convocaron para hablar en un almuerzo «ad hoc». Al encuentro realizado en el hotel Hilton de la Capital Federal concurrió un par de centenares de ejecutivos de firmas de capital hispano, que en mayor o menor grado manifestaron su acuerdo con los dichos del candidato a presidente. López Murphy aseguró que «no van a hacer nada: ni la reforma del Estado, ni el ajuste fiscal, ni un programa para la transición. No lo han hecho ni lo harán, y la crisis se los devorará».
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Ante una pregunta de la audiencia, y previsiblemente, descartó de plano cualquier posibilidad de ser ministro del futuro presidente, en caso de que éste resultare afín a sus ideas (léase Carlos Reutemann). «De ninguna manera: si no gano en ésta, seguiré peleando para ser presidente.» Es obvio que no «bajará» su propia candidatura tan temprano en la carrera, aceptando de antemano una cartera en un hipotético gabinete. Y volvió a manifestarse contrario al nuevo cronograma: «Cuanto más rápido haya elecciones, menos tiempo habrá de hacerle llegar el mensaje a la gente, por lo que es más difícil que un mensaje serio derrote a los más facilistas». Informate más
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