8 de octubre 2024 - 20:27

Los presidentes argentinos y sus vetos: de Raúl Alfonsín a Javier Milei

Javier Milei ya rechazó dos leyes en casi diez meses de gestión. ¿Qué presidente utilizó más veces el veto? ¿Por qué los de Milei tuvieron tanta relevancia? ¿Por qué el Congreso insiste tan pocas veces tras un veto?

Los vetos presidenciales desde Raúl Alfonsín a Javier Milei.

Los vetos presidenciales desde Raúl Alfonsín a Javier Milei.

El pasado 13 de septiembre el Senado aprobó con 57 votos a favor, 10 en contra y 1 abstención la Ley de Financiamiento Universitario. Sin embargo, casi tres semanas después, y tras una multitudinaria movilización en defensa de la educación universitaria, el presidente Javier Milei decidió vetar totalmente el proyecto, al que calificó de “irresponsable” y de “populismo demagógico”.

Así es como la administración libertaria constituyó su segundo veto total en tan solo diez meses de Gobierno, tras el rechazo a la Ley de Movilidad Jubilatoria del 30 de agosto, luego reafirmado por el Congreso de la Nación.

El veto es una herramienta que tiene el poder Ejecutivo que le permite al jefe de Estado rechazar los proyectos sancionados por el Congreso de la Nación. Este puede ser total -se veta toda la ley-, o parcial -se le modifican algunos artículos-. Una vez utilizada la facultad, el Congreso tiene la potestad de insistir con el proyecto y revertir la decisión presidencial.

Sin embargo, una gran parte de los vetos son por cuestiones técnicas, y es por eso que no adquieren tanta relevancia mediática y mucho menos pública, incluso cuando algunas de las leyes son luego ratificadas por el Congreso.

Los vetos de cada presidente desde el retorno de la democracia

Algunos presidentes lo han usado más, otros menos, y otros casi que han prescindido de la herramienta. Lo que sí, hay una tendencia clara: los que menos la han usado son los presidentes de los últimos 20 años. El director de la carrera de Ciencia Política de la UBA, el politólogo Luis Tonelli, marcó que esto sucede porque “al ir difuminándose la hegemonía bipartidista, ha sido más difícil para el Congreso sacar leyes contra el Presidente, que es el único ‘gran coordinador’ de voluntades legislativas que ha quedado”.

Según un pedido de acceso a la información parlamentaria que realizó Ámbito, el presidente que más hizo uso del recurso fue Carlos Saúl Menem. A lo largo de sus dos presidencias realizó 195 vetos -95 totales y 100 parciales-.

Esto tiene dos explicaciones. La primera es la lógica: el riojano es quien más años estuvo en el poder desde el retorno de la democracia. Sin embargo, Tonelli indicó que, al tener Menem oposición dentro del propio peronismo, sus mayorías legislativas no eran muy amplias. Ante este escenario parlamentario, el veto le funcionaba como una herramienta para "demostrar el grado de compromiso con el rumbo fijado ante los organismos de crédito internacional y el mundo financiero”, señaló el politólogo

En promedio, Menem vetó el 12,5% de las leyes aprobadas durante su gestión. Esto es un porcentaje mayor que su predecesor, Raúl Alfonsín, quien vetó el 7,5% -fueron 49: 37 totales, 12 parciales-. Sin embargo, quien tiene el mayor promedio es Eduardo Duhalde, quien en su poco más de un año a cargo del Ejecutivo rechazó el 20,4%. Prácticamente vetaba una ley cada 15 días.

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En promedio, Eduardo Duhalde vetaba una ley cada 15 días.

En promedio, Eduardo Duhalde vetaba una ley cada 15 días.

Por su parte, Fernando de la Rúa realizó 46 vetos, distribuidos en 26 totales y 20 parciales, que se traducen en el 14,1% de los proyectos aprobados durante su gestión.

Un caso curioso es el de Adolfo Rodríguez Saá, quien tan solo fue presidente por siete días. Sin embargo, esto le bastó para vetar dos leyes: la Tasa Nacional de Fiscalización del Transporte Ferroviario; y el Régimen para las Empresas de Base Tecnológica - Sistema de Capitales de Riesgo Tecnológico. Igualmente, cabe aclarar que ambas normas fueron sancionadas durante el mandato de De la Rúa.

En cuanto a los Kirchner, Néstor tuvo apenas más vetos que su predecesor Duhalde, aunque en casi tres años más. Fueron 13 totales y 26 parciales. Cristina, por su parte, vetó 21 leyes en sus dos gestiones, aunque tan solo tres fueron totales y los otros 18 parciales. Sin embargo, uno de ellos tomó gran relevancia mediática: el rechazo a la ley del 82% móvil a los jubilados.

Macri tan solo vetó ocho sanciones del Congreso -cinco totales y tres parciales-, mientras que su sucesor, Alberto Fernández, lo hizo en 13 oportunidades, más ninguno fue un veto total, todos parciales.

Por qué en su mayoría las leyes vetadas no son insistidas por el Congreso

Como se mencionó previamente, una vez vetada la ley, el Congreso tiene la potestad de insistir para que sea sancionada. Sin embargo, alrededor del 10% de las veces ocurre esto.

A Raúl Alfonsín le insistieron en una de las 49, a Menem en 30 de 195, a De la Rúa en cinco de 46, y a Duhalde en tres de 37. A los Kirchner, a Macri y a Fernández no le ratificaron ninguna de las leyes vetadas. A Milei por ahora tampoco, aunque resta definir qué pasará con la Ley de Financiamiento Universitario.

Para Tonelli esto ocurre, en primera instancia, porque para lograr revertir el veto se necesitan dos tercios de cada Cámara, un número difícil de lograr. Pero además, porque “en política, lo simbólico a veces es más importante que la realidad”. Es decir, gran parte de las veces los legisladores no actúan porque “su ganancia simbólica ya la obtuvieron con la sanción inicial”.

Congreso Nacional Diputados Senado
Para que el Congreso pueda revertir el veto del presidente se necesitan dos tercios de cada Cámara.

Para que el Congreso pueda revertir el veto del presidente se necesitan dos tercios de cada Cámara.

Además, el politólogo rescató que el número de insistencias contra Menem es elevado porque “algunas de ellas estuvieron promovidas por él mismo, como parte del juego de póker entre la política interna y lo que había que mostrarle a los acreedores e inversores”.

Por qué los vetos de Milei tuvieron tanta repercusión

Está claro que al tratarse de temas sensibles como lo son las jubilaciones y las universidades, los vetos de Milei impactan en la esfera pública. Es similar lo que le ocurrió a Cristina al vetar el 82% móvil, aunque la principal diferencia entre ambos casos es que el libertario sólo controla el 10% del Congreso.

Tonelli lo describió al Presidente como “famélico” de poder institucional. “Sabe que es preferible mostrarse prepotente que impotente”, amplía. Es por eso que, más allá de los temas en los que interfiere Milei con sus vetos, es “su necesidad de mostrar poder" lo que lo pone en agenda.

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