Moyano vs. Macri, una guerra declarada que suma escaladas sin freno
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Los Camioneros ratificaron la marcha contra el Gobierno para el 22 de febrero.
Lejos quedaron los actos juntos y las rosas blancas.
Según pudo saber ámbito.com, ese día no adhieren los gremios del transporte. "Nos conviene que estén circulando, así más trabajadores pueden llegar", justifican. Lo cierto es que los colectiveros de Roberto Fernández, los ferroviarios de Sergio Sassia, los taxistas de Omar Viviani y los maquinistas de Omar Maturano no se plegaron a la medida, ya avalada por el Consejo Directivo de la CGT. "A ellos los necesitamos en los paros, no en las movilizaciones", insisten. A los metrodelegados les pidieron sostener el servicio de subtes antes y después del acto.
Los Moyano se envalentonan con los apoyos de último momento. Aseguran por lo bajo que "varios" sindicatos se plegarán sorpresivamente, al filo de la fecha. Es una carta que por ahora prefieren ocultar. Confirman la movilización del Sitraju, de la diputada K Vanesa Siley, y la UEJN, de Julio Piumato. Los alfiles judiciales de los Moyano iniciaron conversaciones reservadas con secretarios de la Corte Suprema para que se declare el 22 de febrero día inhábil. "Los Tribunales y la Procuración van a estar vacías", desafían.
"Medio millón de personas es el piso", repiten, entusiastas, desde Camioneros.
El plan de lucha contra el Gobierno de Macri arrancó el año pasado, con el tejido de amplias alianzas gremiales, políticas e institucionales, muchas de ellas con sectores kirchneristas. En conjunto, reclaman un freno a los despidos de empleados públicos y privados, paritarias libres, la caída de la reforma laboral, la derogación de la jubilatoria, el fin de la persecución a los gremialistas y un cambio de modelo, que alivie el bolsillo de los trabajadores. En soledad, los Camioneros exigen el bono de fin de año, que no percibieron por primera vez en ocho años y una modificación de la escala de Ganancias. La marcha es la antesala del paro nacional, que sin respuestas a sus pedidos ya prevén para fines de marzo o principios de abril.
En los próximos días se espera un contundente respaldo de organismos de derechos humanos y la Iglesia católica. Durante su última misa como titular de la Prelatura de Humahuaca y ante la presencia de Macri en visita oficial a Jujuy, el obispo Pedro Olmedo, anticipó el mensaje que podría llegar en breve desde el exterior. "Deje de gobernar para los ricos; la gente pobre necesita más de los gobiernos, y aquí se persigue a los pobres, que pagan sus impuestos y les cuesta vivir, en cambio se defiende a las mineras que no pagan nada a la municipalidad y extraen toda la riqueza de la madre tierra".
En el Gobierno están convencidos que los Moyano encendieron la maquinaria de protestas para impedir el avance de las pesadas causas penales en su contra. "Si creen que se puede condicionar a la Justicia con poner mucha gente en la calle, se equivocaron de la lectura de la realidad de una Argentina que cambió", sostuvo Marcos Peña. "Si defender los derechos de los trabajadores es tomarme como enemigo, seré enemigo", bramó Hugo Moyano. La guerra está declarada. Ya no hay marcha atrás.
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